Habiendo finalizado una temporada histórica en la NBA, el gran momento del año en la mejor liga del mundo ha llegado con los equipos clasificados peleando ya por el título de la competición. Este año ha sucedido un cambio en la forma de entrega de los premios de la liga, mientras que en años pasados los galardonados iban recibiendo su trofeo a lo largo de los PlayOff, este año por primera vez se entregarán en una misma gala todos los premios una vez haya terminado la temporada 2016/17.
Existe mucho debate en torno a quién merece y quién no ser galardonado en uno de los años que más debates posibles pueden haber. Debido a ello, un servidor expresará su opinión de quién merece llevarse cada premio esta temporada.
Mejor jugador del año
El premio quizás más valioso de todos los que hay y que se pueden entregar, y casualmente, este año es el que más debate genera. La eterna duda sobre los Westrbook, Harden, Lebron, Isaiah Thomas, Kawhi Leonard…
Pero sin dudas este premio tiene su nombre muy claro: Russell Westrbook. Un jugador que ha tumbado un récord intocable e inaccesible durante décadas (promediar un triple doble), además de llevar en volandas a un equipo, que preveía ser catastrófico tras el adiós de un jugador colosal como Durant, bien merece llevarse el galardón de jugador más valioso.
Por esto último, además, hay un motivo más para generar una superioridad sobre su perseguidor inmediato, James Harden. Si examinamos el nombre de este premio y se le otorga al jugador que más valioso ha sido para su equipo, no tiene otro nombre que el de la bestia de Oklahoma. Un equipo dónde sólo el cinco inicial es de “calidad”, el banquillo con jugadores de media/baja calidad y faltos de un sustituto de garantías en el puesto de suplente en el base… Una plantilla que se ha puesto Russell a su espalda sin problemas para llevarlos a la siguiente fase de la competición. Historia viva.
Jugador Defensivo del año
Otro de los grandes dilemas del año. Rudy Gobert como pilar en la pintura de uno de los equipos revelación del año, Kawhi Leonard en una de las facetas donde es de los mejores de la liga o el propio Kevin Durant como enlace entre el juego exterior e interior de los Warriors de Curry… Pero este premio no se lo puede llevar otro jugador que no se llame Draymond Green.
El 23 de los de la Bahía es el eje, motor y buque insignia de los Golden State. Sin él en pista, su equipo muere en intensidad y en espíritu, siempre alejado de los focos que se fijan constantemente en los triples desde el logo de la pista de Curry, de los triples tras catch & shoot de Klay Thompson o el ansia de anotación compulsiva de Durant, el fanfarrón de Draymond siempre está dispuesto a hacer el trabajo sucio tanto en defensa como en ataque para que sus compañeros puedan hacer lo que mejor saben y así conseguir los tan necesarios objetivos anuales.
Novato del año
Si bien la mayoría de premios de esta campaña están muy puestos a debate por la calidad de todos y cada uno de sus aspirantes y por lo difícil que han colocado la situación de elegir a uno como el mejor sobre el resto, este año el mejor novato de la temporada también atrae la duda de todos pero por lo malo.
En unas de las peores clases del draft que se puedan recordar en estos años, ningún novato ha brillado de verdad en su estreno en la competición, salvo en algunas excepciones cómo Brogdon, que parece un veterano sobre la cancha con su temprana edad o Embiid, que tras varios años fuera de las pistas, por fin nos ha mostrado que puede dar sobre una cancha y también fuera de ella, pero sus pequeñas lesiones y sus restricciones tanto en minutos como en cantidad de partidos, destruye cualquier opción para que Joel sea galardonado con este premio.
El otro novato que si ha despuntado, pese a haber estado durante algunos meses en la sombra de Embiid es más ni menos que Dario Saric. El Ala Pívot de los 76ers ha conseguido consagrarse en su primer año en la NBA con solidez y constancia, dando la confirmación a los ojeadores de que realmente vale la pena. Versátil en su juego y con una plenitud de recursos ofensivos y en el juego táctico, con un poco más de físico puede llegar a labrarse una grandísima carrera en la mejor liga del mundo.
Sexto Hombre del Año
Uno de los premios que sobrevuela Houston. La posición del sexto hombre tiene varios candidatos claros sobre el resto: Iguodala y su aportación física y de veteranía sobre la pista, Zach Randolph apareciendo desde el banquillo cuando se le necesita y aportando puntos en la segunda unidad, y Lou Williams, aportando descaradamente puntos primero en los Angeles Lakers y a posteriori, en Houston donde ha sumado mucha más dinamita ofensiva, al gran poderío de los pupilos de D´Antoni.
Pero el premio debe de ser para Eric Gordon. El que fue campeón en el concurso de triples durante el All Star, ha dado un plus de consistencia y estabilidad desde la segunda unidad vital e indispensable para unos Rockets que sin él y su liderazgo al frente de los suplentes, no habrían conseguido ser el tercer mejor equipo de la Conferencia Oeste.
Entrenador del año
Muchas, muchísimas opciones en este apartado y quizás uno de los que más dudas generan debido a la igualdad y méritos que estos entrenadores han conseguido en sus respectivos equipos.
Mi gran favorito es Mike D´Antoni, más que nada porque ha conseguido lo que nadie podía llegar a imaginar jamás, ha llegado a lograr que James Harden se consagre como un grandísimo y superlativo base, consiguiendo así que aparte de su ansia por anotar cada partido más puntos, haya podido mover al equipo de manera correcta y siempre encontrar al hombre liberado para que su equipo anote en una borrachera de puntos constante.
Pero no puedo olvidarme de mencionar a otros grandes entrenadores que para mí son protagonistas también de este premio: Erik Spoelstra (que grandísima campaña con tan poca plantilla), Brad Stevens, Quin Snyder o Mike Budenholzer han logrado unos años antológicos que si no fuera por el año de los Rockets serían claros favoritos para llevarse el título.
Mejor progresión del año
Nikola Jokic. Qué año, qué sorpresa y qué alegría ha despertado en todos los aficionados el jugador de los Denver Nuggets. Cuando todo parecía oscuro y sombrío para la franquicia del Este, la apuesta de darle toda la batuta del juego al jovencísimo pívot ha sido una de las grandes decisiones del año, habida cuenta de los resultados que ha mostrado partido tras partido, llegando incluso (salvando las grandes distancias) a ofrecer reflejos de lo que un día fue el gran Sabonis en su visión del juego sobre el poste alto.
Otros grandes pretendientes a este título pueden ser el gran Antetokounmpo recolocado este año en su mayoría al puesto del base, Devin Booker y su ascenso constante y progresivo año tras año o el mismo Isaiah Thomas que se ha consagrado este año como un claro favorito para ser nombrado MVP de la temporada.
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Foto destacada vía Baloncesto en As.com