Opinión

“Somos Valladolid”

“Somos Valladolid”. Si no recuerdo mal hará unos cuatro años que Miroslav Djuckic acuñó esta gran frase que ya se ha hecho famosa por nuestra tierra y, de hecho se ha utilizado con éxito en alguna campaña publicitaria para promocionar a la ciudad del Pisuerga. Aunque parece que muchos aún no saben o han olvidado a que se refería el técnico serbio al pronunciarla, su intención era clara: “Somos el Real Valladolid, no somos cualquier equipo y los que aquí estamos tenemos que tener claro donde estamos”

El Real Valladolid es el decimotercer club en la tabla de clasificación histórica del fútbol español pese a que jugadores, entrenadores, presidentes y directores deportivos que han pasado por Zorrilla en los últimos años se están encargando de tirar por tierra este hecho.

El colmo llegó el pasado domingo con la sonrojante derrota del Valladolid en el estadio Sánchez Pizjuán ante el filial del Sevilla por un increíble 6-2. Aficionados y medios de comunicación destacaron tras el partido la vergonzosa actuación del equipo y se lanzaron los tópicos de siempre: la culpa del entrenador, la culpa de los jugadores, el director deportivo ha de dimitir o hacerlo el presidente, etc, etc, etc… Seguramente todas estas opiniones lleven algo de razón pero lo que está claro es que el ridículo lo volvimos a pagar los de siempre; los aficionados que vemos como año tras año nuestro equipo deambula sin rumbo y, lo peor de todo, sin nadie que logre dar una solución más a corto que a largo plazo.

Fuente: www.cadenaser.es
El presidente

Puedo entender las lágrimas de Carlos Suárez al terminar el encuentro, al fin y al cabo él es el dueño del club y estas actuaciones le duelen como a nadie. Además estoy convencido de que tras tantos años al frente del Real Valladolid se tome estas derrotas como un aficionado más, pero lo que no alcanzo a comprender es que un año tras otro el equipo caiga en la misma desidia autodestructiva sin que el máximo responsable lo vea venir y trate de ponerle solución.

El Director Deportivo

Puedo entender que Braulio Vázquez insista en vendernos el proyecto a largo plazo (algo hasta cierto punto necesario) y que confíe en jugadores y entrenador ya que no hacerlo supondría asumir que se ha equivocado. Sin embargo, al igual que con el presidente, es difícilmente entendible que el director deportivo no vislumbre antes de tiempo la situación que se avecinaba para poder ponerla freno. En mi humilde opinión, un General Manager no solo está para fichar y vender jugadores, sino para anticiparse a las complicaciones deportivas que se pueden dar y tratar de evitarlas. El trabajo de Braulio en pretemporada ha sido bastante aceptable consiguiendo formar una plantilla, a juicio de muchos, con aspiraciones pero llegados a este punto, ¿si en verano hay que volver a reestructurar la plantilla, de qué ha servido ese trabajo?.

El entrenador

Puedo entender que Paco Herrera, en su afán por buscar optimizar el rendimiento de su equipo haya tomado decisiones erróneas (a todos en nuestros trabajos nos puede ocurrir lo mismo) como excesivos cambios de jugadores o de sistemas que hayan podido desquiciar al equipo, incluso alabo sus palabras en rueda de prensa pidiendo perdón a la afición (cosa que le honra). Pero lo que no entiendo es su pasividad ante ciertas actitudes que se pudieron ver el domingo ante el Sevilla o en algún otro partido anterior; el entrenador es el encargado de motivar a los jugadores y está claro que en eso está fallando Herrera. El sábado puede ser su última oportunidad, puede que ni la victoria asegure su continuidad.

Fuente: www.realvalladolid.es
Los jugadores

Todos estos puntos pueden verse como excusas o razones de la situación del equipo pero no deben justificar lo que se vio en Sevilla o, por ejemplo, ante el Levante. Todo esto es comprensible, pero lo que no puede consentirse bajo ningún concepto es que tras una semana de mentalización extrema con jugadores y técnicos dando una importancia suprema a ganar en el Pizjuán, el equipo salga al campo y en veinte minutos pierda por 3-0 y acabe goleado de la manera más bochornosa. Un gol tempranero puede ser un fallo, dos una sorpresa o incluso mala suerte, pero a partir de ahí… se acabó. El Real Valladolid tiene una historia detrás y no se puede permitir que en segunda división ante un rival repleto de chavales jóvenes que tiene su primera experiencia en la categoría, haya jugadores apáticos, que no vayan a por la pelota cuando les pasa a medio metro, que no se esfuercen por pelear los balones perdidos, que se queden parados mientras el equipo contrario juega a placer… en definitiva que no lo den todo por cambiar la situación adversa; en otras palabras, el Valladolid no fue superado, se dejo superar sin poner oposición. Se puede tener una mal día y perder, incluso por goleada… pero no así.

Sin querer cebarme demasiado, y teniendo en cuenta que los toros se ven mejor desde la barrera, solo quiero dejar un mensaje: Señor Presidente, Señor Director, Señor Entrenador y (sobre todo) Señores Jugadores, SOMOS VALLADOLID y somos el Real Valladolid, por favor recuperen los valores de este club con los que los aficionados nos identificábamos hace años. Este club es un histórico y, por mucho que el proyecto sea a largo plazo, en segunda siempre debemos estar peleando por estar arriba; luego las circunstancias deportivas nos pondrán en uno u otro lugar pero nunca, NUNCA deben ridiculizar nuestro escudo. Muchas gracias y VAMOS MI PUCELA.

Imagen destacada: laliga.es


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