Análisis

Una historia teñida de verde

Como toda buena historia, esta también tiene un comienzo. El aficionado al baloncesto pensará que esta historia comenzó en octubre al inicio de la competición: La nueva Eurocup. Pero, a ojos de los seguidores de Unicaja, esta historia tiene su origen en la temporada pasada, al entrar el nuevo formato de Euroliga, donde Unicaja no tenía cabida entre los 16 mejores equipos europeos. Málaga llenó el Carpena, en numerosas noches de baloncesto, con múltiples quejas hacia este nuevo formato. Pero todas estas quejas y protestas no sirvieron de nada y Bertomeu (presiente de la Euroliga) mandaba a Unicaja, junto con otros muy buenos equipos europeos a la nueva Eurocup.

El verano pasó, como al principio de la historia, con muchas turbulencias. Grandes protagonistas de esta larga y complicada historia como, el capitán, Fran Vázquez y primeras espadas como: Stefan Marković, Mindaugas Kuzminskas y Will Thomas habían dejado el equipo, para dar paso a nuevos personajes como Kyle Fogg, Jeff Broooks o Dejan Musli, entre otros. Aun así, la nueva temporada comenzada ya.

Con un nuevo roster de personajes, el papel protagonista de esta historia pasaba a manos de Nedovic. Pero, de nuevo, para los aficionados malagueños el hueco dejado por Vázquez lo tapaba Alberto Díaz. Un joven malagueño que tenía encantada a su afición.

Llegó octubre, llegó el comiendo de la competición. Con los focos puestos en los mejores equipos de Europa que estaban jugando la Euroliga, equipos como Valencia, Cedevita Zagreb, Khimki Moscú, FC Bayern Munich, Hapoel Jerusalem… luchaban para ganar y recuperar su sitio en la máxima competición, pues el ganador de la Eurocup se ganaba el derecho a jugar la Euroliga la próxima temporada.

Una primera ronda cargada de malos juegos condenan al equipo a pasar como último de grupo. Los personajes y el director de esta historia estaban en el punto de mira de prensa y parte de la afición, que exigía más y más a su equipo. Un balance de 4 victorias y 4 derrotas haría jugar la siguiente fase, el top 16, contra equipos, a priori más difíciles.

diario SUR

En la siguiente fase de esta historia podréis pensar que ya llegaban las buenas noticias para nuestros personajes. Pero nada… el equipo volvía a pasar como último de su grupo. Otro nuevo balance de tres victorias y tres derrotas, hacía que nuestros protagonistas jugaran los siguientes cruces con el factor cancha en contra en todas las eliminatorias. A demás, Ndiaye, un guerrero que llegó al equipo con ganas de comerse las canchas dejaba el equipo, Lafayette, un gran cerebro en ataque, había perdido la confianza, y el gran general del equipo J. Plaza, estaba muy cuestionado por todos.

Llegados a este punto de la historia, volvía la doble visión. El lado de los aficionados al deporte veían a nuestros personajes como fáciles de abatir y con poquísimas posibilidades de ganar. Por el otro lado, los aficionados malagueños, contemplaban a sus protagonistas con ganas de hacer historia y sabedores de que este equipo ganó todos sus títulos con el factor cancha en contra. Porque lo que los demás no saben, es que el factor cancha en contra, trae como consecuencia un Factor Carpena más ardiente. Una caldera donde es imposible llevarse la victoria en las grandes ocasiones.

Con el primer cruce superado, después de remontar y ganar en casa de Bayer de Munich, llegaban las semifinales. De nuevo el factor cancha en contra superado. De nuevo el Factor Carpena más caliente que nunca. Cayó el Lokomotiv en solo dos partidos. Y llegaba la final, llegaba Valencia con tres títulos europeos en sus vitrinas, llegaban después de habernos ganado cuatro veces esta misma temporada; y llegaba la lesión del hombre alto del equipo. Todo parecía en contra de nuestros jugadores, pero ya sabéis la doble visión que hemos tenido durante toda esta historia.  Con el primer partido de la final acabado, llegaba la quita victoria seguida de Valencia contra Málaga. Era turno del Factor Carpena, pero no os preocupéis, ya os dije que ganar allí era imposible, así que la final volvía a Valencia, donde todo se decidiría.

Última batalla, con la que veríamos el desenlace de esta historia. Pero lo que nosotros no sabíamos es que nuestros protagonistas no querían escribir una historia, quiera escribir una leyenda. Ambos equipos dejaban todo por decidir para los últimos 20 minutos del partido. De nuevo otro golpe duro para nuestros personajes ya que perdían a su más alta figura, que era expulsa de la batalla.  Con todo esto, llegamos a solo 7 minutos para acabar la guerra, con unos números en el marcador de 58-48. Todo parecía en contra para nuestros personajes pero recordad el número 58, porque no se volverá a mover del electrónico. Siete minutos de golpes, siete minutos de canastas, siete minutos de defesa y siete minutos de gloria para convertir a esta historia de más de un año en una leyenda. Con el sonido de la bocina final el marcador señalaba 58-63. Nuestros personajes hacían historia y coronaban a aquel jugador preferido por la afición, Alberto Díaz, como rey.

Después de esto, ¿qué pensáis que pudo pasar sobre el parquet? Lágrimas en los ojos, aficionados, jugadores y entrenadores abrazos como una gran familia, besos a los más cercanos y como no, el We are the champions de Queen, tan cantado en estas ocasiones. De vuelta a casa más de lo mismo, una ciudad rendida a sus personajes que acababan de escribir una de las historias más bonitas. Es tan bonita que no queremos que este sea el final…, volveremos a seguir escribiéndola después de los play off de la Liga Endesa.

piratas del basket

 

Síganme en  @_K1K2_   y sigan toda la información y actualidad deportiva en @SextoAnillo, enwww.facebook.com/sextoanillo o en nuestro Instagram: sextoanillo.

 

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *