Hasta no hace mucho todos pensábamos que nunca veríamos a España campeona del Mundo y que nunca Sergio lograría ganar un Major. Pues todo esto ha cambiado, ayer entró en el Olimpo de los Dioses ganando el Masters de Augusta.
Un comienzo soñado con berdies al 1 y al 3 no hacían más que afianzarlo en el liderato. Justin Rose no podía hacer más que aplaudir y seguir agarrándose al campo. El boguie en el 5 de este ponía al de Borriol a tres golpes, parecía definitivo y Sergio seguía con su plan establecido. Sin complicaciones ni frivolidades.
Los Fowler, Spieth, Rory y compañía estaban con más errores que aciertos y todo parecía encaminado a un paseo militar del Niño por las verdes praderas de Augusta. Pero no, los 3 berdies consecutivos al 6, 7 y 8 del inglés devolvía las tablas al marcador y la intranquilidad se apoderaba de todos.
Se dice que el Masters se decide el domingo en los 9 segundos hoyos. Ese detalle no fue pasado por alto por Justin Rose.
Rose parte la calle en dos desde el tee del 10 y Sergio envía la bola a la izquierda quedándose bloqueado por los árboles. El resultado fue uno abajo para el español. Comienza el Amen Corner. Otro boguie de Sergio en el 11 y Rose con el par se ponía dos arriba. El mítico 12 lo saldaban los dos con el par y a por el 13.
Desde mi humilde opinión diré que fue el punto de inflexión en la vuelta de Sergio ayer. Drive de salida que nos deja a todos boquiabiertos. O quiso buscar ese golpe o le dio mal, el resultado es que la bola toca en los árboles de la izquierda y se queda en los arbustos. Fue un intento desesperado o una genialidad? Si fue lo primero, ayer me vino a la memoria Curro Romero… El caso es que el drive de salida de Rose a la derecha de la calle, buscando el mejor ángulo para atacar la bandera sirvió de poco. Salieron los dos con el par.
Lo que vino después fue memorable. El berdie de Sergio al 14 consigue restar un golpe, faltaban 2 todavía y 4 hoyos por jugar. Match-Play en estado puro.
El par 5 del 15 iba a dictar sentencia. Drivazo de Sergio que se queda a distancia de hierro 9 del green. La bota en bandera, incluso llega a tocarla y tiene putt de eagle de unos 4 metros. Fue el Iniestazo de mi vida, entró llorando pero entró. Empate en cabeza y a por el 16.
El berdie de Rose atenazó un poco a Sergio que no pudo embocar un putt de unos dos metros. Otra vez el inglés por delante y sólo quedaban dos hoyos.
En el 17 un incomprensible error de Rose, hace que Sergio vuelva a darle caza y quede todo para el 18.
Las salidas de ambos es de manual. Dos buenos drives y colocarse para el segundo a green. Dispara primero Rose, que al igual que Willet el año pasado, le sale por la derecha y el bote es “amigo”, dejando un putt de 3 metros para berdie. Toda la presión era para Sergio. Pero esa serenidad de la que había hecho gala durante toda la vuelta, iba a transformarse en un tiro a bandera, dejándose un putt de dos metros escasos. El intento de berdie de Rose se va por poco. Sergio está en disposición de GANAR. Pero su putt no cae como él esperaba, PLAY-OFF.
Los nervios a flor de piel y Justin envía su bola a los árboles de la derecha, no tiene tiro a green. Sergio calca el drive anterior y sólo le queda esperar y ver que hace Rose. Capona la bola quedándose a la altura del español. El tiro a green de Sergio deja la bola a escasos 3 metros. Rose llega de 3 y falla el putt. Sergio disponía de dos golpes para por fin vestirse la ansiada Chaqueta Verde y lo hizo a lo campeón con el primero.
Lo que vino después fue el éxtasis de alguien que lleva casi 20 años jugando y codeándose con los mejores del Mundo.
El mejor regalo de cumpleaños que el gran Seve podía recibir de manos de su mejor discípulo.
Sergio ya tiene su primer Major y no creo que vaya a ser el último.
Foto destacada vía: elconfidencial.com
Javi Caballero.
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