Entre un casi desahuciado y un semideprimido pinta mal la cosa para ofrecer un digno espectáculo deportivo pero quien hizo tales predicciones para la tarde de hoy en Manresa, se equivocó de cabo a rabo. Al menos por lo que respecta al equipo presuntamente deprimido. El líder demostró serlo con solvencia y el colista, por desgracia para él, también mostró los motivos que le han llevado a serlo.
ICL Manresa se aferraba al presumible estado de shock en el que se podía encontrar el líder, el Valencia Basket, tras perder lastimosamente la final de Eurocup en su propia cancha y desperdiciando una ventaja de 13 puntos en el último cuarto, para intentar hacerlo sucumbir en su cancha y sentir que todavía había vida en su desesperado intento por mantenerse en la Liga Endesa.
Muy a su pesar, su puesta en escena no fue lo suficientemente buena para hacer dudar al líder que sí salió enchufado al partido y pronto marcó las primeras diferencias importantes. En ello ha influido positivamente el acierto de los visitantes en el tiro exterior, con un recuperado Diot que partió en el quinteto inicial y anotó dos triples en un cuarto que acabaría con el VBC doblando a un desdibujado y desbordado equipo local. 12-24 reflejaba el electrónico al finalizar este primer parcial.
Visto lo visto, Pedro Martínez aprovechó también para hacer debutar al joven Tobey y ver de lo que es capaz y en lo que puede ayudar al equipo. Rebotes e intimidación fueron sus cartas de presentación, dos armas que se echaron de menos en los momentos determinantes de la debacle europea pasada. Con una buena velocidad de crucero y sin alardes excesivos, los valencianos mantuvieron cómodamente la ventaja hasta el paso por vestuarios. El acierto del capitán, Rafa Martínez, ante la que fue su parroquia fue otro de los factores que evitó sobresaltos al cuadro taronja.
No varió el panorama en la entrada de la segunda parte con un acertado líder de la competición y un desarbolado colista, incapaz e impotente para detener el aluvión ofensivo que se le vino encima. Poco a poco el ritmo fue decayendo en los locales y acabaron entregando la cuchara y la poca resistencia mental que les quedaba. Cuando el rival te anota 32 puntos en 10 minutos, tu ánimo acaba aniquilado y eso fue lo que ocurrió.
A partir de ahí, coser, cantar, lucirse y gustarse para los de Pedro Martínez que recuperan así la senda del triunfo y la moral de victoria que habían visto mermada en la segunda competición europea. Alley-oops, mates, contraataques de vértigo y homenaje local a su ex-jugador que respondió con un cariñoso abrazo al público manresano para cerrar un partido que tuvo poca historia y que deja a los dos como estaban antes del mismo.
Ficha técnica:
73 – ICL Manresa (12+17+21+23): Machado (12), Suggs (11), Tomàs (16), Auda (14), Rey (8) -cinco inicial- Cakarun (4), Costa (2), Cvetkovic (-), Belemele (1), Trapani (3) y Montañez (2).
94 – Valencia Basket (24+18+32+20): Sastre (3), Diot (11), San Emeterio (12), Sikma (6), Oriola (7) -cinco inicial-, Thomas (3), Vives (9), Dubljevic (11), Sato (8), Martínez (18), Tobey (6) y Van Rossom (-).
Árbitros: Conde, Bultó y Cardús. Sin eliminados.
Incidencias: partido de la vigésimoctava jornada de la Liga Endesa disputado en el pabellón del Nou Congost ante 3.000 espectadores. Los jugadores del Valencia Pierre Oriola y Rafa Martínez, así como los técnicos Pedro Martínez y Jaume Ponsarnau, fueron ovacionados en su vuelta a Manresa.
Foto destacada vía: valenciabasket.com
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