5 de abril de 2007, para cualquiera esta fecha puede ser insignificante, pero cualquier rojillo sonreirá con nostalgia al recordar aquel día, sobre todo con la nefasta situación del equipo actualmente y también tras los acontecimientos deportivos y extradeportivos de los últimos años. Hoy se cumplen diez años desde que Osasuna se enfrentó al Bayer Leverkusen en el BayArena para jugar la ida de los cuartos de final de la extinta Copa de la UEFA, aquel partido acabo 0-3, pero la goleada pudo haber sido aun mayor.
El Bayer llegó a cuartos después haber eliminado al Lens en octavos. En aquella eliminatoria el equipo francés llegaba con una ligera ventaja al partido de vuelta en el feudo alemán, pero los alemanes dieron la vuelta a la eliminatoria con una goleada. Osasuna, en cambio, logró el pase por la mínima ante el Glasgow Rangers. La ida fue en el Ibrox Stadium y el partido acabó en tablas, pero en la vuelta los rojillos ganaron, certificando su pase a la siguiente ronda de la competición por primera vez en su historia.
En la ronda de cuartos el equipo entrenado por Michael Skibbe partía como favorito y en sus filas militaban jugadores de gran calidad como el internacional por Ucrania Andrey Voronin, el bosnio Barbarez todo un mito en la Bundesliga, la joven promesa suiza Tranquilo Barnetta que venía de realizar un gran mundial en Alemania 2006… Pero la referencia de aquel conjunto era el mítico Bernd Scheneider que había disputado ya dos mundiales con la selección alemana en 2002 y 2006.
Por otro lado, el club pamplonica llegaba al encuentro tras unas temporadas en la gloria, en las cuales había sido subcampeón de la Copa del Rey en el 2005 y había logrado plaza para disputar la UEFA en dos ocasiones y la fase previa de la Liga de Campeones en otra ocasión, todo esto con Javier Aguirre en el banquillo. En aquel equipo de la temporada 2006-07 había jugadores que destacaban en todas las líneas: Ricardo López era un seguro de vida en la portería, Carlos Cuellar en defensa, unos jóvenes Raúl García, Juanfran y David López desapuntaban en el medio y en la delantera estaban dos goleadores natos, Savo Milosevic y Roberto Soldado.
Partido inolvidable
Era la cuarta vez que Osasuna jugaba en tierras germanas, tierras que han servido para escribir las páginas más brillantes de la historia de este club en competiciones europeas. Los más mayores, por ejemplo, aun recordarán el pase a octavos de final de la Copa de la UEFA ante el Stuttgart en el año 1991 con dos goles de Jan Urban y otro Merino (2-3).
Nadie esperaba que quince años después la hazaña se iba a repetir, pero con un premio muchos mayor, el pase a semifinales.
Como en todos los partidos los rojillos no iban a dejar solo a su equipo y alrededor de un millar de hinchas osasunistas se desplazaron hasta la ciudad alemana para llevar al equipo en volandas con sus cánticos. Ricardo López, José Izquierdo, el capitán Cesar Cruchaga, Carlos Cuéllar, Enrique Corrales, Juanfran Torres, Raúl García, Ion Erice, David López, Roberto Soldado y Savo Milosevic eran los once hombres que eligió Cuco Ziganda para que jugasen de inicio. Éstos enseguida se contagiaron del gran ambiente de la grada y en los primeros suspiros del encuentro Juanfran estuvo a punto de batir al guardameta local Adler, pero su remate a bocajarro lo sacó el meta a córner. David López, en estado de gracia, puso un balón a la salida de un saque de esquina y Cuéllar cabeceó a la red. El central madrileño adelantaba así a los rojillos, aquel día de blanco, cuando apenas habían pasado dos minutos de juego. La locura llegó a los desplazados y también a los miles de osasunistas que seguían nerviosos el partido desde una pantalla. Mejor no se podía comenzar.
Soldado pudo ampliar la ventaja si hubiera acertado a enviar a la red un excelente servicio de Juanfran desde la derecha, pero su cabezazo salió demasiado centrado. Los alemanes intentaban revertir la situación recurriendo a los pelotazos, pero Cruchaga y Cuellar se encontraban cómodos en esta situación, logrando despejar cualquier balón.
Pero la segunda parte dio un giro. Los alemanes cambiaron los pelotazos por el balón raso y comenzaron a llegar con más sentido. Freier entró por un desacertado Kiessling y el atacante germano sacó las uñas. Las ocasiones seguían brillando por su ausencia, y el Bayer luchaba por igualar el choque aprovechando cualquier laguna defensiva. Pero no contaban con el veterano portero Ricardo, hasta entonces un espectador más. Voronin controló en la frontal y vio a Juan solo ante el meta, le puso el balón y el brasileño disparó raso, topándose con la excepcional parada del portero madrileño.
Ziganda daba entrada a Valdo y ponía a calentar a Webó. Apenas cinco minutos después, en el minuto 71, una contra dejó a David López solo ante Adler con treinta metros por delante, el riojano trató de picársela para lograr un gol para enmarcar, pero el meta la tocó lo justo para que acabara en saque de esquina. La segunda ocasión no la perdonó Valdo centró y Milosevic trabajó de espaldas dentro del área para dejarle al extremo logroñés un balón que estrelló en el fondo de la portería.
Cuando el Bayern estaba tocado, y sin tiempo para reaccionar, el camerunés Pierre Webo , que acababa de entrar al campo, les desechó cualquier esperanza de remontar. El serbio Milosevic le regaló un pase de los suyos y Webó se sacó una preciosa vaselina que nadie creía en Pamplona.
Con este partido Osasuna dejaba allanado el partido de vuelta en El Sadar, en el cual se impuso por 1-0 logrando un histórico pase a semifinales.
El Club Atletico Osasuna, para orgullo de su fiel afición, daba un golpe en la mesa dejando su nombre escrito en la historia de esta competición.
Fotos vía: diariodenavarra.es y noticiasdenavarra.es
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