Opinión

Un error que duele demasiado

El penalti señalado en contra del Real Oviedo en el partido de ayer, inventado, por cierto, cerró muchas puertas a un posible ascenso directo.

El penalti no lo hiciste tú, fue Erice”. Con estas palabras se dirigió el colegiado Pérez Pallás al capitán del Real Oviedo, Jon Erice, después de señalar la pena máxima más absurda e inexistente de los últimos meses. Es decir, que aparte de inventarse un penalti de la nada, tampoco se sabía el nombre del jugador al que se estaba dirigiendo. Está claro que cualquiera se puede confundir, pero lo de ayer en el Heliodoro Rodríguez López no tiene explicación.

Con el colegiado bien situado sobre la jugada, el penalti sorprendió a propios y extraños. A los perjudicados porque eran conscientes de que claramente no era falta ( la acción no llega ni a una carga legal). A los beneficiados, porque ninguno se podía creer el regalo con el que se acababan de encontrar. Aitor Sanz, autor del gol, reconocía tras el partido que la acción no era tan clara como para pitar penalti. El otro protagonista, Erice, fue más allá. Y es que el colegiado privó ayer al Oviedo el meterse de lleno en la lucha por el segundo puesto. Quién sabe si la de ayer fue la última bala.

Pero, para frustración del Oviedo y el oviedismo, que mostró su enfado en las redes sociales, el show del colegiado llegó más allá. Las tarjetas comenzaron a aparecer, todas ellas, o la mayor parte, para futbolistas del Oviedo. Y esto provocó que el partido se parase, algo que los carbayones no querían, ya que estaban siendo superiores. Saques de banda claros a favor del Oviedo eran señalados al revés, faltas que no eran suponían volver a parar el juego. Y así hasta que sacó de quicio a todo el oviedismo.

Duro castigo para el mejor Oviedo a domicilio

Porque no es normal lo que pasó en la primera mitad. Es inconcebible que un colegiado profesional señale una pena máxima de esa manera. Porque el Oviedo sabe que la diferencia entre haber sumado y volverse con cero puntos es muy grande. Y es que el mejor partido a domicilio de los de Hierro en lo que va de temporada será recordado por un error que no debió suceder. Porque, como dijo tras el partido Jon Erice, debe haber una misma vara de medir para futbolistas y árbitros.

El error fue grave, aún indigna a todo el que lo ve, pero hay que vivir con ello. Toca pasar página. Es tiempo de pensar en vencer al UCAM Murcia en el Carlos Tartiere. Volver a sumar de tres en tres. Pero, pase lo que pase, el errores tan graves e inexplicables como el de ayer duelen mucho.

 

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *