Crónica

Primeros pese a todo

La derrota del CSKA en Atenas y, sobretodo, el meritorio triunfo del Madrid ante un correoso Fenerbahçe (que tuvo a los colegiados de su lado) permite a los blancos sentenciar la primera plaza con aún una jornada por disputarse.

El Real Madrid ha puesto el broche de oro a su brillantísima primera fase de la Euroliga al, con aún una jornada por disputar, certificar la primera plaza de esta fase regular.

Los blancos, que se impusieron por 61 a 56 al Fenerbahçe, se favorecieron el tropiezo del CSKA en Atenas para certificar esta primera posición y convertirse, junto a los rusos, en el único equipo que no se jugará nada en la última jornada. De hecho, a los blancos les bastará con esperar el resultado entre Darussafaka y Estrella Roja en la última jornada para saber cuál de los dos equipos será su rival en cuartos de final.

Sin embargo, lograr esto no ha sido nada fácil. Los madridistas lo han pasado muy mal ante un Fenerbahçe que ha sabido anular las principales armas ofensivas de los blancos durante casi todo el partido y que ha obligado a los de Laso a jugar uno de los mejores partidos defensivos de la temporada para llevarse la victoria.

De poder a poder

Desde el primer momento se vio que ninguno de los dos equipos se iba a tomar el partido a broma. Aunque ambos ya estaban clasificados para la siguiente fase había mucho en juego: si el Madrid se jugaba el liderato, el Fenerbahce se jugaba el seguir dependiendo de sí mismo para acabar entre los cuatro primeros.

De esta forma, los primeros minutos de partido estuvieron marcados por la tensión. Aún así, dos triples consecutivos de Sergio Llull y una canasta de Ayón servían para colocar el 8-3 en el marcador. Pero un 0-6 a continuación serviría como advertencia a los blancos de que el Fenerbahçe no se iba a rendir fácilmente.

El partido entró en una fase enmarañada de la que ya no saldría nunca. En ella cada ataque era una guerra y aunque el Madrid volvería a ponerse 6 arriba (18-12, min.8) entre Vesely y Dixon se encargarían de que el choque siguiera ajustado al final del primer periodo (18-12).

La telaraña de Obradovic

Sin duda, el partido se estaba jugando al ritmo que quería Obradovic. Pocas canastas y mucho choque. Unas señas de identidad que se multiplicarían por mil en este segundo periodo.

El partido comenzó a complicarse, curiosamente, cuando mejor pintaba para los blancos; cuando iban 6 arriba (22-16) y tenían balón para abrir aún más la distancia. Justo en ese momento Othello Hunter fallaba increíblemente un mate bajo el aro y un triple a continuación de Antic dispararía a los turcos. Otro triple, está vez de Kalinic, igualaba la contienda y aunque el propio Hunter volvía a poner a los suyos por delante el ritmo ya era por completo de Fenerbahçe.

Cierto es que el conjunto otomano no estaba anotando tampoco con fluidez pero el Madrid había caído por completo en la telaraña defensiva de Obradovic y comenzó a desperdiciar una posesión tras otra. El Fenerbahçe, cual araña gigante, se disponía a comer a su presa y aunque la diferencia al descanso era tan solo de tres puntos (29-32), las sensaciones no podían ser peores.

La conexión balear enchufa al Madrid

El paso por vestuarios no cambiaría mucho esta dinámica y los puntos seguirían cayendo con cuentagotas. De hecho, tuvieron que pasar 3 minutos hasta que un triple de Maciulis rompiera el pírrico 0-2 con el que había empezado el cuarto.

Pero este lanzamiento lejos de animar al Madrid lo que hizo fue espolear a Fenerbahçe, que con un triple de Dixon y una canasta de Vesely obligaba a Laso a pedir tiempo muerto(32-39, min.24).

Justo en ese momento, cuando parecía que el partido podía romperse definitivamente, apareció Rudy Fernández. El balear, que está atravesando una temporada bastante complicada en la faceta ofensiva y que ya estaba levantando un run-run en la grada por su nefasto acierto en el lanzamiento en este partido, aparecía de repente y con dos triples en dos minutos lograba un parcial de 2-8 que igualaba la contienda(40-41, min.27).

Sin embargo, una remontada no es tal hasta que te pones por delante y para eso hubo que esperar todavía un par de minutos cuando Sergio Llull, el otro balear del equipo, apareció de forma estelar con un 2+1 y un triple para poner por delante a los suyos y permitir al Madrid afrontar el último cuarto en ventaja (48-43).

El Madrid se impone a 7

Otro triple de Rudy Fernández nada más abrirse el último acto serviría para poner la máxima de los blancos en el marcador y aunque Bogdanovic volvió a echarse a su equipo a la espalda para reducir la renta a sólo 3 unos minutos después (53-50, min.34.), la dinámica ya era muy diferente. El Madrid se sentía mucho más cómodo sobre el parqué y un triple de Doncic y un 2+1 de Thompkins ampliaban la diferencia hasta los 9 puntos con el ecuador del periodo ya alcanzado .

Pero justo en ese momento los árbitros salieron de forma descarada en ayuda de Fenerbahçe. Durante los tres primeros cuartos, el arbitraje había sido bastante aceptable, sin muchas decisiones polémicas (más allá de la sempiterna paciencia con Obradovic). Sin embargo, desde el principio del último cuarto dio la sensación de que algo había cambiado y que señalar faltas al conjunto turco no estaba en el reglamento. Una norma que alcanzaría su máxima expresión cuando Hunter se dispuso a hundir el aro para superar los 10 de ventaja. En ese momento Udoh apareció dando un hachazo a su compatriota, una de esas faltas que se ven desde el espacio, imposible de no ver por un trío arbitral con dos de sus componentes al lado y mirando la jugada. Sin embargo para sorpresa de todo el pabellón los colegiados no señalaban nada y daban balón para Fenerbahçe lo que provocaba que tanto Hunter (que tuvo que ser sujetado por el propio Udoh) como Llull se comieran a los colegiados. ¿El resultado? Una técnica y el Fenerbahçe, que tras la siguiente canasta -precisamente de Udoh- y un triple de Bogdanovic, volvía a optar a la victoria (59-56, min.38).

Sergio Llull, estaba con uno de los mayores enfados de toda su carrera, un enfado que a cualquiera le hubiera sacado del partido, y más cuando a falta de 40 segundos el menorquín fallaba un tiro después de que los colegiados se negasen a pitar varias faltas clamorosas sobre el propio Llull. Sin embargo, este tipos de jugadores como Llull son especiales y se crecen ante la adversidad. Por eso, cuando Doncic robaba el balón en la siguiente jugada, y los árbitros decidían por fin señalar una falta sobre el propio Llull a falta 10 segundos(que, por cierto, servía para anular una canasta blanca que sentenciaba el partido) a Llull no le temblaba el pulso y anotaba los dos tiros libres. para, a continuación, celebrar con un gesto mezcla de rabia y de alegría una victoria que certificaba la primera plaza para el Madrid y sentenciaba al Fenerbahçe a quedarse fuera de los cuatro primeros.

Ficha técnica
REAL MADRID 61 (20+9+19+13):
Llull (16), Maciulis (7), Taylor (2), Randolph (6) y Ayón (6) -cinco inicial- Rudy (11), Nocioni (-), Doncic (5), Reyes (3), Carroll (0), Hunter (2) y Thompkins (3).

FENERBAHÇE 56 (16+16+11+13): Dixon (11), Kalinic (5), Bogdanovic (15), Vesely (11) y Udoh (7) –cinco inicial- Hersek (-), Mahmutoglu (2), Antic (5), Arna (-), Nunnally (0), Ugurlu (-) y Duverioglu (-).


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Foto destacada vía:  Euroleague.net

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