Análisis Opinión

El Pucela recupera su fortaleza defensiva

El ambiente futbolístico en Valladolid estuvo marcado, durante la semana pasada, por la abultada derrota cosechada ante el Levante U.D. (0-4), que culminaba una racha de resultados y juego mediocre del conjunto blanquivioleta. Paco Herrera se encontraba más discutido que nunca ante la sufrida afición pucelana y los rumores de cambios en la alineación fueron el centro de todas las tertulias deportivas de la ciudad.

El preparador pacense veía como su planteamiento de juego había tocado fondo. Mientras tanto, la plantilla a su cargo le hacía entender al técnico que las variantes tácticas introducidas hasta la fecha habían terminado por minar la confianza de los futbolistas. De esta manera comenzaba una dura semana de preparación, en la que los jugadores se emplearon a fondo, mientras su entrenador guardaba con más celo del habitual la alineación y las variantes de juego.

El Real Valladolid presentó una sorprendente alineación en Alcorcón. (Foto: realvalladolid.es)

Después de que todos tratasemos de adivinar la decisión de Herrera, el entrenador albivioleta sorprendía con una alineación de marcado carácter defensivo, para afrontar el vital enfrentamiento ante la A.D. Alcorcón. Así pues, el Pucela formaba de inicio con tres defensas centrales, queriendo asegurar su retaguardia en detrimento de la creación de juego o la verticalidad.

Juan Villar asumió toda la responsabilidad en ataque del Pucela, recuperando el acierto perdido. (Foto: realvalladolid.es)

Tras un inicio dubitativo, con gol incluido para el conjunto local, los vallisoletanos recuperaron la confianza. Juan Villar volvía a recordar al letal delantero de la campaña pasada y, tras un par de avisos, conseguía igualar la contienda. Para mayor sorpresa, los visitantes lograban dar la vuelta al marcador, culminado la segunda remontada de la temporada.

El segundo tiempo fue momento para refugiarse en la solidez defensiva y arrancar un triunfo gris y anodino, pero vital para un conjunto que llegaba a tierras madrileñas maltrecho y lleno de dudas. Y aunque del pobre juego exhibido no parezca que puedan extraerse demasiadas conclusiones, los detalles revelan algunos aspectos que podrían marcar el devenir pucelano.

Beccerra volvía a ser titular, aportando su personalidad al equipo. (Foto: realvalladolid.es)

El regreso de Becerra

La primera novedad en la alineación pucelana fue el regreso del cancerbero catalán. Hace unos meses, la afición dudaba de las virtudes del Zamora del año pasado, celebrando con cierto entusiasmo la entrada de Pau Torres en la alineación. Sin embargo, las dudas en defensa y la dificultad para dejar la portería a cero han terminado minando la confianza del respetable en Pau. Parece que el liderazgo de Becerra pesa más de lo que se valora desde fuera de la cancha y, en los momentos más complicados puede arengar y colocar a la dubitativa zaga.

Rafa volvió al equipo en el momento más delicado (Foto: realvalladolid.es)

Un hueco para el capitán

Durante la pretemporada, el fichaje de Rafa López abanderó la campaña de abonados. El regreso del central de Peñafiel suponía la combinación perfecta: un jugador experimentado, de gran calidad y el retorno del hijo pródigo. A pesar de los buenos augurios y la confianza inicial depositada por Herrera, las lesiones y el buen rendimiento de Álex Pérez y Guitián condenaron al ostracismo a quien estaba llamado a liderar la nave. En más de una ocasión, el experimentado entrenador pucelano ha intentado hacerle un hueco en el once, sin demasiada fortuna. Tras el último descalabro y con más dudas que certezas, la alineación de un veterano defensa ha sido un recurso muy evidente, ante el que Herrera no ha pasado de largo.

Así pues, tras ahuyentar los fantasmas de la pasada campaña y aunque la afición pucelana está lejos de ilusionarse con su escuadra, Paco Herrera sigue defendiendo la capacidad de su conjunto para ejecutar un extraordinario sprint final. Ya sea parte de un plan preconcebido o fruto de un arranque de profesionalidad y arrestos, el final de temporada del Pucela pasa por competir hasta el último segundo. El destino blanquivioleta estará marcado por el acierto de sus jugadores, en buena medida, pero obligará a que los blanquivioleta trabajen de nuevo hombro con hombro, para volver a ser una piña.

El Pucela volvió a ser una piña en Santo Domingo. (Foto: realvalladolid.es)

 


Foto destacada: marca.com

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