Análisis Opinión

El baile en los banquillos del grupo II

Acabamos de rebasar la jornada número 30 en el grupo II de la Segunda División B y comienzan las urgencias. Para la mayoría de los equipos quedan ocho finales y, a parte de los resultados y las trayectorias, lo noticiable es que en los últimos días han caído 3 entrenadores más. Ya son un tercio de los clubes los que han optado por el cambio en la dirección de sus equipos, siempre con el argumento del revulsivo por bandera, salvo la excepción del cese de David Movilla donde los conflictos internos fueron los que hicieron perder el pulso al mencionado míster. Sin embargo, el resto han caído como resultado de la mala trayectoria de sus equipos. El caso es que la cuerda siempre se rompe por el lado más frágil, que la solución más sencilla es cambiar la cara del director de la orquesta cuando esta desafina, que la paciencia perdió la batalla.

Haciendo una cronología de los hechos, los primeros en mover ficha fueron el Fuenlabrada que en la jornada 10 abrió la puerta a J. Visnjic para presentar a Antonio Calderón. Hay que reconocer que la maniobra no les salió nada mal, porque el  equipo ocupa actualmente puestos de play-off y pueden hacer historia clasificándose por primera vez para promoción de ascenso a la Segunda División.

La jornada 14 fue fatídica para el sufrido colectivo, el San Sebastián de los Reyes cesó a Diego Montoya, dando las riendas a Alfredo Santaelena, pero la realidad del equipo no ha cambiado, semana tras semana siguen mirando con inquietud los puestos rojos y no acaban de lograr la tranquilad deseada, con 35 puntos aventajan en cuatro al descenso directo.

La UD Logroñes, apartó del banquillo a Carlos Pouso, artífice de las exitosas campañas anteriores para relegarle a los despachos y tras dos jornadas con el interino Sergio Rodriguez a la cabeza, presentaron a Rafa Berges con la intención de reconducir la situación y atacar los puestos altos de la clasificación. Pero lo cierto es que catorce jornadas después el equipo sigue en situación similar a cuando llegó, con los mismos problemas de cara a gol y sin poder enlazar dos victorias consecutivas, por lo que este lunes ha sido destituido y el interino Rodriguez volverá a hacerse cargo del equipo.

El Sestao River, también en la fecha 14, cambió de técnico. Jon González fue relevado por Pablo Turrillas. Fruto de los malos resultados se metieron abajo desde el principio, el Centenario club no ganaba en Las Llanas como solía ser habitual en temporadas anteriores y tenían muchas carencias a nivel ofensivo. Un club que la temporada anterior había clasificado para Copa del Rey quedando séptimo en liga, buscaba una solución a su situación pero lo cierto es que los males de equipo son más estructurales que otra cosa. El reajuste económico que tuvieron que afrontar los verdinegros, provocó la marcha de varios de sus jugadores importantes en el curso anterior y perdieron mucho potencial a la hora de competir. A día de hoy, a pesar de vivir durante todo el campeonato instalados en los puestos rojos de la tabla, tras dos victorias consecutivas ven más cerca y posible la salvación. No han mejorado mucho sus números en el apartado goleador, pero hay que recocer que el técnico entrante ha dotado al conjunto de una solidez defensiva que les ha hecho merecedores de seguir soñando con que se pueden salvar.

El CD Mensajero en la jornada 26 notificó a Jaime Molina su marcha y a renglón seguido incorporó a Mingo Oramas. Un cumulo de malos resultados fueron los culpables del cambio de míster. La llegada de Oramas sirvió de revulsivo las primeras tres jornadas con dos empates y una victoria, pero la derrota por 4 a cero el pasado domingo a manos del Barakaldo ha vuelto a encender las alarmas en el barranco de Los Dolores, pues siguen inmersos en puestos de descenso.

En la jornada 29, en el histórico Barakaldo tras unas semanas convulsas con dimisiones en su junta directiva y varios comunicados por ambas partes, se prescindía de David Movilla, a pesar de que los resultados no eran malos, dando las riendas del equipo a Gonzalo Arconada.

Cosin, el ultimo en caer. Foto: udsocuellamos.es

Los resultados de este fin de semana,  han provocado además del mencionado cese de Berges en Logroño,  que  la Unión Deportiva Socuéllamos, haya despedido a Angel Gª Cosin, tras una racha de seis partidos sin conocer la victoria, donde las bajas se na cebado con el conjunto manchego y con el equipo en estado de depresión. La derrota por 0 goles a 3 del último fin de semana frente al Real Unión ha sido la gota que ha colmado el vaso, para tomar la decisión de prescindir del que tantos éxitos dio al club en temporadas anteriores.

Como dijo el laureado entrenador Sir Alex Ferguson “el futbol es un monstruo al que solo puedes enfrentarte y vencer si te mantienes fiel a ti mismo” y a veces puedo añadir, que ni eso sirve para mantenerse en el cargo. El sufrimiento del entrenador es constante, comparto la reflexión de la psicóloga Patricia Ramirez, “el entrenador vive en una montaña rusa de emociones, si ganas sufres porque puedes perder al día siguiente. Si pierdes sufres porque debes ganar el próximo partido, sufres por el lesionado, por el que no juega, por el que no va convocado, por el aficionado”. Pero quien sufre por el entrenador, cuando disfruta el míster , me pregunto yo. Blanco de todas las miradas cuando las cosas van mal, pim, pam, pum de los medios, espectadores y dirigentes. Johan Cruyff, maestro de maestros dijo en su día “hay mucha gente que puede decir que un equipo juega mal, poca gente que pueda decir porqué juega mal y poquísimos que puedan decir que se puede hacer para que juegue mejor”.

Ferguson un mito de los banquillos. Foto: express.co.uk

La figura del entrenador debería ser lo más importante a la hora de emplastar el proyecto deportivo de los clubes y  juzgarse a largo plazo, en el corto plazo tiene poco que hacer, ahí el futbolista es lo importante. El reciente caso del contrastado Pep Guardiola en el Manchester City con su eliminación en la Champions League pone de manifiesto esta afirmación pero siempre la inmediatez del resultado y del rendimiento del equipo aparece como espada de Damocles en la continuidad de los entrenadores.

En muchos casos, los despidos son populismos con la grada, mecanismos de las juntas directivas de turno que llegan  en ocasiones para cuadrar números y sacar de las crisis financieras a los clubes para acabar invadiendo la parcela deportiva sin tener prácticamente conocimientos, mandando un mensaje alto y claro de que se está haciendo algo, como expone Diego Barcala, director de la revista deportiva Libero. Pero realmente lo que manifiestan dichos gestores con estas decisiones en un problema en su estructura y un fracaso en su planificación.

Según Joaquin Caparrós “el despido es algo que va con la profesión, pero no te preparan para ello, por lo que asumir mejor o peor dichas situaciones  va en la fortaleza mental de cada uno. Lo ves venir pero el entrenador nunca piensa que va a ser destituido, notas que los directivos te miran de otra forma, no te sientes tan respaldado y entre tanto debes de estar por encima y transmitir seguridad y buenas sensaciones a los jugadores”.

Caparros. Foto: futbolofensivo.com

Si ojeamos las principales ligas europeas, en la Bundesliga es donde más entrenadores han perdido su cargo, con 7 conjuntos optando por el relevo, seguidos por la Liga turca, belga y española con 6. En nuestro grupo II de la división de bronce del futbol español, están en la media de los alemanes.

Dignos de mención son clubes como el Zamudio que a pesar de transitar en el farolillo rojo prácticamente todo el campeonato, en un alarde de humildad e ideas claras han dejado trabajar a su entrenador Gorka Rueda sin poner en entredicho su labor, o el Amorebieta también instalado en la parte baja donde siguen confiando en que la experiencia y el buen hacer de Aitor Larrazabal al frente de la nave finalmente de sus frutos, repitiendo categoría la temporada que viene.

Son las excepciones que confirman la regla de que si los resultados no acompañan o hay conflictos internos “cortar” la cabeza del entrenador y entregarla en bandeja de plata a los aficionados, es lo más conveniente. Sobre todo, como afirma Caparros, desde que el fútbol ha cambiado  “antes era de los aficionados, ahora es de grandes grupos inversores. La distancia entre el cuerpo técnico y las nuevas directivas, en la mayoría de ocasiones desconocedoras de la gestión deportiva de un club profesional, han terminado por anular la relación entre el entrenador y el presidente”. Y añado yo, como ya se ha perdido esa relación y cercanía con el técnico (salvo casos excepcionales, que los hay), es más sencillo o duele menos mandar al paro al que lo ha dado todo por sacar tú proyecto adelante.

Con  incertidumbre, pero esperanzado de que los que quedan mantengan su cargo (sinónimo de que han cumplido sus objetivos), quiero mandar muchos ánimos, fuerza y suerte en sus futuros proyectos a los destituidos (en muchos casos seguro que se han quitado una mochila bien pesada de encima) y acabar con esta reflexión muy acertada para estas situaciones “no dejes que tus triunfos se te suban a la cabeza, ni que tus fracasos vayan al corazón”.

Foto principal: estadiosdefutbol.com

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