Empieza la cuenta atrás en la Segunda División B, diez partidos restan para conclusión del campeonato y las tres últimas posiciones de la clasificación, están ocupadas por el Amorebieta, Sestao y Zamudio tres conjuntos vizcaínos que no fueron capaces de ganar la última jornada y su situación comienza a convertirse en irreversible. La distancia con el Socuéllamos inquilino del puesto de play-out no disminuye y para más inri vieron como Logroñés y Sanse sumaron y se alejan un poco más de los puestos rojos de la clasificación.
El Amorebieta de Aitor Larrazabal, parece que ha entrado en barrena, cuatro jornadas consecutivas si conocer la victoria, logrando un punto de doce posibles, les ha frenado en sus aspiraciones de salvar la categoría, si bien es cierto que han sido partidos contra equipos de la zona alta de la tabla, ya no tienen margen de error y sumar de tres en tres empieza a ser prioritario. El próximo fin de semana disputaran una autentica final en Urritxe frente al Rayo Majadahonda pues se encuentran a cinco puntos del Yugo y a ocho del Sanse, equipo que marca la salvación. Aún están a tiempo, tienen futbol es sus botas pero ese buen juego no se está traduciendo en resultados positivos y deben de cortar esta dinámica negativa cuanto antes.
El Sestao River dejó escapar una magnífica oportunidad de agarrarse a la categoría cayendo derrotado por 0 a 1 frente a la UD Logroñes un rival directo que le venció en su terreno de Las Llanas y logró reencontrarse con la victoria tras cuatro partidos de travesía por el desierto. Los de Pablo Turrillas se encuentran a once puntos del decimoquinto clasificado y tan solo una remontada de las catalogadas como épicas, podría hacer que repitiesen curso en la categoría de bronce del futbol español. La falta del gol del equipo sigue lastrando al conjunto verdinegro (20 tantos marcados en 28 encuentros disputados), dato significativo es que ninguno de los integrantes de la plantilla ha metido más de tres goles en la presente temporada. Y aunque es cierto que no bajan los brazos están viendo semana tras semana como el tren se aleja de la estación y ellos se quedan en el andén. Parece que la victoria frente a sus vecinos del Barakaldo fue tan solo un espejismo, fruto de la emotividad propia de los derbis entre estos dos clubes, que no ha tenido continuidad en las tres jornadas posteriores. Las cuatro victorias logradas en toda temporada, son un pobre bagaje para un club que ha sufrido una restructuración económica importante que se ha dejado notar en el aspecto deportivo.
El Zamudio de Gorka Rueda por su parte también está haciendo ya las maletas para cambiar de categoría, farolillo rojo prácticamente durante toda la temporada, este fin de semana se le escapó un partido contra el Mensajero que ha podido ser la puntilla definitiva. Si bien es cierto que ha competido dignamente sobre todo en su terreno de juego de Gazituaga, sacando resultados de mucho mérito y logrando victorias de prestigio contra equipos como Toledo, Fuenlabrada o Barakaldo, también es cierto que a domicilio no conoce la victoria y tan solo ha sumado dos puntos. Si se da la salvación de los tecnológicos, la podríamos catalogar como un auténtico milagro, de esos que se dan en el futbol pero en muy contadas ocasiones. Los diez puntos que les separan del puesto de play-out a priori parecen insalvables, tendrían que ganarlo prácticamente todo y sus rivales nada.
Lo cierto es que hasta que las matemáticas no digan lo contrario, ninguno de ellos va a dar su brazo a torcer, que mirar la clasificación en estos momentos es lo que menos les conviene a estos conjuntos, que cada partido deberán de afrontarlo como una autentica final en una carrera en la que llevan desventaja y que todas las apuestas les ven como equipo de Tercera división la próxima campaña. Solo podemos desear toda la suerte del mundo a estos equipos de aquí al final de temporada y recordarles que el triunfo no está en el vencer siempre sino en el nunca rendirse y que como dijo Nelson Mandela “ todo parece imposible hasta que se consigue”. De todas formas si finalmente no lo logran que recuerden como dijo John Wodeen que “una mala temporada solo es útil si haces cuatro cosas con ella, reconocerla, admitirla, aprender y olvidar”.
Foto principal : propia
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