Análisis

35 minutos con Mario

Treinta y cinco minutos con Mario Barco en el campo es lo que necesitó el Pontevedra para darle la vuelta al partido frente al Burgos y para acabar con la sequía goleadora desde hacía seis jornadas, las mismas que hacía que el jugador faltaba en el equipo. Un equipo que, si bien siguió haciendo buen fútbol en su ausencia, sin su pichichi parecía tener la pólvora mojada.

Sin duda en el partido del domingo el Pontevedra fue superior al Burgos durante los 90 minutos. Fue más ambicioso, propuso más y llevó el control del partido. Sin embargo, el equipo granate se vio en la necesidad de remontar ante un equipo que fue más efectivo. Llegó con claridad una vez en 50 minutos y anotó. A partir de ahí se buscó el gol del empate pero no llegaría hasta que en el minuto 55 llegaron los refuerzos.

Con ovación incluída, salió al terreno de juego Mario Barco y junto a él, Alex González. Quedaban 35 minutos de partido y a partir de ese momento se ‘tiró a dar’ y cayeron dos goles. Se llegaba con peligro y el pichichi granate dio varios avisos en la meta de Toni Lechuga. Llegaron los goles y en ambos el jugador cedido por el Lugo estuvo presente.

En el primer tanto, Barco filtró un pase al corazón del área para que su compañero Alex hiciese el primero y acabase con la sequía goleadora. En el segundo, tras un centro de Miguel al que no llega Mateu, apareció él, apareció Mario para anotar el segundo con un gran cabezazo.

Treinta y cinco minutos con Mario equivalen a dos goles y tres puntos seis jornadas después. Sería injusto achacar todos los males granates en estas seis jornadas a la ausencia del jugador. Se han jugado cuatro encuentros a domicilio, algo que no es el fuerte de los granates esta temporada, y ha habido rivales potentes en esos encuentros. Sin embargo, tampoco sería justo negar que el equipo ha sufrido un poco de ‘MarioBarcoDependencia’ en estas seis semanas.

Lo que está claro es que su regreso no ha podido ser en una mejor jornada, y es que este fin de semana ha sido redondo para los granates. Además de volver al gol y a la victoria, los máximos perseguidores del equipo lerezano, que en estas jornadas de sequía se han acercado peligrosamente, no han conseguido sumar los tres puntos este fin de semana.
 
El Valladolid B se dejó los puntos en Palencia y la Ponferradina empató a nada en Guijuelo. Bajando un poco más en la tabla, el Tudelano empató en Mutilva y el Coruxo cayó con claridad en Barraña ante el Boiro.

Con la victoria, la cuarta plaza ya estaba más que asegurada, pero todos estos resultados no hacen más que dar la opción al Pontevedra de conservar una semana más a mayores su puesto de privilegio salvo goleada de escándalo en Asturias. La cuarta plaza se ha convertido en el luegar de los granates durante ya 17 jorandas, 18 si contamos la siguiente en la que previsiblemente no se moverá de ahí. Un puesto merecido gracias al trabajo de la primera vuelta. Habrá que ver si la vuelta de Mario Barco, y el triunfo balsámico de este domingo vuelven a encarrilar a los lerezanos y se mantienen en puestos de promoción hasta el final de la temporada. Próxima parada, Lealtad.

Foto: Diario de Pontevedra

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