La LEB Oro destaca por la calidad de los directores de juego de los diferentes equipos que disputan esta competición, motivo que justifica la importancia de esta posición en el desempeño del juego y la relevancia que tiene en la misma el producto nacional.
En la pasada jornada en la LEB Oro han destacado dos jugadores nacionales en el puesto de base, ambos con 32 puntos de valoración. Se trata de dos directores de juego clásicos, por un lado el canario Christian Diaz, un jugador joven y a la vez experimentado, que destaca en todos los aspectos del juego, siendo muy fuerte físicamente pese a sus 1,84 cm y teniendo actuaciones muy regulares a lo largo de toda la temporada en el Ourense Baloncesto.
Por otro lado tenemos a Dani Pérez, jugador explosivo y todo pundonor, desplegando la pasada jornada toda su magia, pese a estar renqueante de una lesión en su mano dominante, la izquierda. Ha sido todo un acierto su decisión de buscar un papel relevante en un equipo como el Oviedo Baloncesto, ya que Carlos Marco puede aportarle mucha seguridad y confianza, realizando en el campo todo lo que pueda imaginar éste en la pizarra. Ello le debería de servir para coger carrerilla y poder retornar a la ACB, al igual que le valió de escaparate, en el pasado, a otros jugadores muy queridos por la afición del Oviedo Baloncesto, véanse Fran Cárdenas, actualmente en el Obradoiro o Ferrán Bassas, fichado más recientemente por el equipo ACB de Tenerife.
Estos dos jugadores coinciden en muchas facetas del juego, les gusta acaparar de forma destacada la posesión del balón, marcar los ritmos de juego tomando las mejores decisiones en función del interés del equipo y de las circunstancias del partido, queriendo siempre ser los primeros conductores en la circulación del balón, haciendo mejores a sus compañeros y siendo los motores que hacen jugar a sus respectivos equipos. Es reseñable sacar una lanza a favor de estos bases clásicos, respecto a los sistemas actuales en los que cada vez se prima que tengan menos posesión de balón, más repartida con otros jugadores y jugando los interiores en posiciones cada vez más alejadas del aro, restándoles el merecido protagonismo de antaño.
La categoría de plata del baloncesto español cuenta en este puesto con otros jugadores de mucha proyección, como es el caso de Xavier Forcada (Prat Joventut), Josep Franch (Breogán Lugo) y Mikel Uriz (Palma Air Europa). Y con veteranos ilustres como el hermano de este último, Ricardo Uriz (GBC), Dani Rodríguez (Palencia Baloncesto), Enric Garrido (CB Clavijo), Pedro Rivero (Melilla Baloncesto), Andrés Miso (Marín Peixe Galego) y Victor Sada (Barcelona Lassa) que imparten cátedra por toda la geografía española, haciendo disfrutar a propios y extraños. A parte del producto nacional en la posición referida, se puede mencionar también a algún extranjero, véase el compañero de Sada, el joven serbio Stefan Peno, el norteamericano Monaghan en la Coruña o el lituano Gintvainis, en el club baloncesto Peñas de Huesca.
Mención aparte merece el mejor timonel de la pasada LEB Oro, Borja Arévalo, volviendo a ser el más valorado en su nueva aventura en Castellón. Sería buenísimo verlo el próximo año, junto a jugadores como Dani Pérez y Christian Díaz, dando el salto a la ACB y gozando de minutos más que merecidos, respecto a jugadores más exóticos y menos contrastados que disponen de más oportunidades, aunque no sean a priori tan fiables como los anteriormente mencionados.
El deporte del baloncesto en este país necesita que muchos talentosos jugadores jóvenes, especialmente en el puesto de uno, nos deleiten con una dirección magistral, marcando las jugadas que hacen tan dinámico a nuestro deporte, en un “pick and roll” eterno y exquisito.
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Foto vía: Oviedo Baloncesto.
