Análisis

Basket Zaragoza se encomienda a la suerte

La baja en enero de su pivot titular Henk Norel, hacía saltar las alarmas en Tecnyconta y se esperaba una reacción para cubrir esa vía de agua en la nave zaragozana. Los rumores empiezan a anunciar que se va a encomendar todo a la suerte y no habrá refuerzo para un equipo condenado a sufrir esta temporada.

La lesión de Norel

El esguince de tobillo de Norel dejaba a Basket Zaragoza en una situación muy complicada. Además los servicios médicos del club no daban plazos de recuperación y lo que más preocupa es la confianza con la que el holandés pueda volver a las canchas, ya que es un jugador que necesita confianza en sí mismo para rendir. Así las cosas era necesario buscar en el mercado un cinco nato del modo que fuera. El croata Kraljevic no está rindiendo al nivel esperado. Fotu y Jelovac pueden jugar en la posición de cuatro, pero no fajarse en la pintura con rivales del perfil de Kravtsov o Dublevic como ya se comprobó este último fin de semana.

Los límites presupuestarios

El handicap de Zaragoza y el mantra que se repite desde principio de temporada es ajustarse al presupuesto. Lo peor es que esas cuentas no dan margen de maniobra. El nuevo director deportivo Salva Guardia, recambio de Willy Villar tras su marcha a Estudiantes, no parece encontrar encaje a este complicado puzzle y se ve incapaz de encontrar soluciones. Parte de esas soluciones iban a pasar por buscar lo que desde el club se denominó “hueco salarial” y que no dejaba de ser un eufemismo para un “antes de entrar, dejen salir”. No hay un sólo euro para gastos a no ser que se recorte.

Como para lograr una entrada había que forzar una salida, se debió de mirar hacia el banquillo a ver lo que era más vendible y le tocó la china a Stephen Holt. Camino de Austria y envuelto para regalo salió y se dijo que así ya existía ese hueco para poder fichar, pero que por supuesto había que hacerlo con cabeza. Se barajaron dos nombres: Andrej Balvin y Joseph Jones. El primero era en calidad de cedido pero, además de sus condiciones económicas, Real Betis guardaba derechos para la liga sobre él lo que encarecía la operación. El segundo era una carambola burocrática por temas de visados que acabó descartándose.

Lo que queda por venir

En definitiva, Zaragoza necesita un pivot con un salario bajo, sin cláusulas de rescisión ni derechos por parte de ningún club y dispuesto a un contrato de unos meses. Por supuesto un jugador solvente, con tablas y dispuesto a rendir desde el minuto uno. Un último detalle, barato, muy barato. Todo esto a lo que parece conducir es a que hay que encomendar la permanencia a la recuperación de Norel aprovechando el parón de la Copa del Rey y que el jugador se reincorpore al nivel que venía jugando. Habría que lograr que Juskevicius aporte puntos que no está aportando, que Kraljevic empiece (por fin) a rendir y que el resto de equipos de la parte baja no achuchen. Parece demasiado trabajo hasta para encomendarlo a la tan venerada Virgen del Pilar de Zaragoza.

La antepenúltima jornada de liga jugará Basket Zaragoza ante el Real Madrid y luego tendrá dos últimas jornadas que serán (por lógica) a vida o muerte ante ICL Manresa y Movistar Estudiantes. Más vale que para entonces haya cambiado el rumbo de Tecnyconta porque sino la afición quizá recuerde estas semanas en que un día por otro, se está dejando la casa sin barrer.

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Foto vía: basketzaragoza.net  (ACB Photo/J. Marqués)

Foto destacada vía: basketzaragoza.net

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