Análisis

Cristiano Ronaldo, 32 años de superación

Hace 32 años, el cinco de febrero de 1985, Cristiano Ronaldo nacía en la pequeña isla portuguesa de Madeira, lugar en el que comenzaba la historia del que sin saberlo, con el tiempo se convertiría en uno de los futbolistas más valorados de la historia. La gran parte de su infancia estuvo ligada al fútbol, ya que Cristiano dio sus primeras patadas a un balón en las calles de Funchal, capital de Madeira. Esta pasión por el fútbol la adquirió de su padre, quien tenía un empleo en uno de los equipos de la ciudad, el Andorinha, el cual fue, por cierto, el primer equipo en el que jugó Cristiano. Los ojeadores portugueses no tardaron en darse cuenta de que Cristiano tenía algo que le hacía diferente de los demás niños, lo que llevó a varios clubes de Portugal a interesarse en él, a pesar de ser sólo un niño. Con tan sólo 9 años fichó por el C.D. Nacional, uno de los equipos más importantes de la isla, en el cual comenzó a llamar la atención de los clubes más prestigiosos del país. Cuando cumplió 11 años, el Sporting de Lisboa, uno de los clubes más importantes de Portugal, trasladó a su familia el deseo de incorporar a Cristiano a sus categorías inferiores, y esto fue sin duda, una de las decisiones más duras pero también más importantes en la carrera del portugués. Dura porque tenía que trasladarse sin su familia a Lisboa, lo cual fue una experiencia traumática como él mismo ha afirmado en varias ocasiones, sin embargo, su empeño por seguir progresando y llegar a ser futbolista pudieron con el miedo de lanzarse a esa aventura, de modo que lo hizo sin titubear.

Con el paso del tiempo siguió creciendo en las categorías inferiores del Sporting como futbolista y como persona, sin embargo, cuando tenía 15 se le diagnosticó una anomalía cardíaca que podía haberle llevado a dejar el fútbol. Por suerte, fue intervenido con éxito, y pudo continuar haciendo los que más le gustaba, jugar al fútbol. Siguió trabajando como el que más, y su esfuerzo le llevó a debutar con el primer equipo lisboeta con tan sólo 17 años, en un partido de clasificación para la Champions League el 14 de agosto de 2002 frente al Inter de Milán. Comenzó a ser uno de los habituales en el XI, y su debut como goleador profesional llegó el 7 de octubre de ese mismo año, encuentro en el cual anotó un doblete, dejando con la boca abierta a los aficionados del Sporting y llamando la atención de varios clubes europeos. Esta temporada comenzó su ascenso hacia la cima del fútbol, pues en esa temporada logró la Liga, la Copa y la Supercopa de PortugalTodos estos éxitos tuvieron su recompensa, y en el verano de 2003 debutó con la selección absoluta en un amistoso frente a Kazajistán. Este hecho, tal y como él mismo afirmó después de haber alcanzado las cien internacionalidades con Portugal, fue uno de los que marcó su carrera.

Sin embargo no fue la única gran noticia que recibió Cristiano ese verano, pues tras un amistoso llevado a cabo en julio entre el Sporting de Lisboa y el Manchester United, un joven Cristiano volvió loca a la defensa del United. Tal fue así, que los propios integrantes de la plantilla presionaron al entrenador de los red devils, Sir Alex Ferguson, para incorporarle a la plantilla del club inglés, tal y como afirmó el propio Ferguson: «Después de que jugáramos la semana pasada, los chicos no han parado de hablar en el vestuario de él. Y en el avión de regreso, me presionaron para hacerle venir».

Presentación de Cristiano en Old Trafford (SomosInvictos).

Finalmente, el traspaso se cerró esa misma semana por 17’5 millones de libras, fichaje que algunos trataron de locura al tratarse de un chico tan joven, aunque con el tiempo se convertiría en una de las mejores inversiones llevadas a cabo por el Manchester United. Otra anécdota curiosa es la elección del dorsal que utilizaría en Old Trafford, ya que el futbolista quería continuar con el dorsal 28, con el cual debutó en el Sporting como profesional. Sin embargo Ferguson le negó esa posibilidad, y le dijo que utilizaría el dorsal 7, que acababa de quedar vacante tras la marcha del anterior capitán del United, David Beckham al Real Madrid, hecho que motivó al portugués.

En su primera temporada como red devil, los números no fueron estratosféricos, pero si se comenzaba vislumbrar el potencial del que podría llegar a ser uno de los mejores futbolistas del mundo. Tan sólo anotó 9 dianas, pero ganó su primer título en Inglaterra, la FA Cup, anotando uno de los tres goles que anotaría el United en la final, el cual sería el primero de muchos títulos bajo las órdenes de Sir Alex Ferguson. Sin embargo no todo serían alegrías para él, a pesar de que todo parecía ir sobre ruedas. La Selección portuguesa, liderada por Luís Figo se p

Lágrimas de Cristiano Ronaldo en el Estadio da Luz. (Diario AS)

lantó en la final de la Eurocopa de 2004, celebrada precisamente en Portugal, frente a una selección hipotéticamente inferior, Grecia. Sin embargo, y como más de una vez ha sucedido en el fútbol, David derrotó a Goliath y Portugal se quedó con la miel en los labios, y la oportunidad de levantar por primera vez una Eurocopa tuvo que esperar doce años para el país luso. Sin embargo, estas adversidades han contribuido en gran parte a que Cristiano sea un futbolista persistente e insaciable, capaz de levantarse después de cada caída que haya sufrido.

No todas las noticias de 2004 fueron más, pues fue incluído por primera vez en su carrera en el XI ideal de la UEFA, formando un centro del campo con futbolistas de la categoría de Maniche, Nedved o Ronaldinho. La siguiente temporada continuo progresando, sin alcanzar aún unos números estratosféricos, pero fue galardonado con el premio a Mejor Jugador Joven del año. En este 2005,  recibió otro golpe que marcaría el desarrollo de su carrera: Durante una concentración en Moscú con la Selección portuguesa el 6 de septiembre, recibió una llamada de Portugal que confirmaba el fallecimiento de su padre, sin duda, el golpe más duro que ha recibido en su vida. En este momento, con tan sólo veinte años dio otro ejemplo de dedicación y profesionalidad.

Durante la temporada 2006/07, el futbolista comenzó a ver su nombre aparecer en todos los rincones del mundo, y en esa temporada fue el máximo anotador del Manchester United con 23 tantos, y ganó por primera vez la Premier League. No estuvo lejos de ganar el triplete, pero en la FA Cup fue derrotado en la final por el Chelsea, y en Champions League quedó eliminado en semifinales por el Milán de Kaka’. Al finalizar esta campaña, fue galardonado con el PFA Award, es decir, mejor jugador de la Premier.

Cristiano Ronaldo levanta su primera Champions League en Moscú. (Goal)

La siguiente temporada fue, sin duda, su temporada, la joven promesa ya era una realidad, capaz de mirar de frente a los mejores jugadores del mundo. El portugués anotó 42 goles, los cuales sirvieron para validar nuevamente el título de la Premier League, y por fin la Champions League, la cual se decidió en la tanda de penaltis tras un resultado de empate a uno, con goles del propio Cristiano y Frank Lampard para el conjunto ‘blue’. A pesar de que Cristiano erró su lanzamiento, acabó levantando su primera Champions League en el Estadio Olímpico de Moscú el 21 de mayo de 2008. La guinda del pastel fue su primer Ballon D’Or, el cual le fue otorgado por delante de Kaka’ y Leo Messi. Ese mismo verano se habló de un hipotético fichaje del futbolista de Madeira por el Real Madrid, pero finalmente no se llevó a cabo. El runrún sobre una hipotética salida de Cristiano planeaba sobre Old Trafford, debido a sus deseos de jugar en el Real Madrid y los continuos conflictos que tenía con las aficiones de los conjuntos rivales. Esto no afectó a su rendimiento, y liderando al Manchester United, validó nuevamente el título de la Premier League, ganó la FA Cup, y sólo el Barcelona pudo privar a Cristiano del triplete, imponiéndose a los red devils en la final por dos goles a cero.

Con la llegada de Florentino Pérez al Real Madrid, el fichaje del astro portugués por el equipo madridista parecía estar más cerca que nunca. Finalmente la operación se llevó a cabo, y el luso pasó a ser el fichaje más caro de la historia, costando al Real Madrid un desembolso de 96 millones de euros (recientemente superado con el fichaje de Paul Pogba por el United). Desde su presentación el 6 de julio de 2009 en el Santiago Bernabéu ante 90.000 personas, estaba claro que había llegado a la capital española para hacer algo grande. La primera temporada el conjunto merengue se quedó en blanco, y Cristiano tuvo que esperar a la llegada de José Mourinho para levantar su primer título como madridista.

Tuvo lugar en la temporada 2010/11, y el portugués fue el máximo artífice de la consecución de la Copa del Rey por parte del conjunto blanco, con una memorable final disputada en Mestalla ante el eterno rival, el FC Barcelona, la cual se decidió por un imponente cabezazo de Cristiano que superó a José Manuel Pinto, dando así la victoria al Real Madrid en la prórroga. Desde ese momento, comenzó a superarse a sí mismo partido tras partido, incluso cuando muchos pensaban que ya había tocado techo. En la temporada 2011/12 se hizo con su primer campeonato liguero en España, año en el cual, por cierto, ganó su primer Pichichi. De este modo, sólo le quedaba por obtener la Champions League vestido de blanco.

Cristiano Ronaldo celebra su récord de goles en Champions en el Allianz Arena (Diario Marca).

Tuvo que esperar a la incorporación de Carlo Ancelotti para obtener el ansiado título europeo, y en las dos temporadas que el técnico italiano estuvo al mando del Real Madrid Cristiano se reinventó, y pasó de ser un extremo habilidoso, a ser un goleador letal. Esto le llevó a ganar en esos dos años la Bota de Oro, anotando 51 goles en la 2013/14, y 61 en la 2014/15. Sus actuaciones y sus logros tuvieron consecuencias, pues en enero de 2014 y en enero de 2015, levantó su segundo y su tercer Ballon D’Or, además de una gran multitud de títulos individuales, como por ejemplo el de Mejor Jugador de la UEFA. Sin embargo los éxitos no fueron sólo personales, sino también colectivos. Sus 17 goles en la edición de Champions League de la 2013/14, los cuales establecieron el récord de goles en una misma edición de esta competición, conllevaron la consecución de la Décima Copa de Europa para el Real Madrid.

Tras un 2015 en blanco y la destitución de Carlo Ancelotti, el luso experimentó una bajada en su estado de forma, al igual que toda la plantilla merengue con la llegada de Rafa Benítez al Madrid. Mucho se habló de la decadencia de Cristiano, muchos decían que su carrera estaba cerca de terminar, incluso afirmaban que con un ‘nivel de juego tan pésimo’ no volvería a levantar ningún galardón. Sin embargo, Cristiano, al igual que hizo siempre, siguió trabajando, y logró revertir la situación. Tal es así, que el 1 de octubre de 2015, Cristiano alcanzaba los 324 goles en 308 partidos, convirtiéndose así en el máximo goleador de la historia del conjunto blanco, superando los 323 goles de Raúl, pero habiendo disputado cerca de 400 partidos menos. Con la llegada de Zinedine Zidane al banquillo madridista, su juego mejoró notablemente, realizando grandes actuaciones, como por ejemplo el memorable partido de vuelta que hizo frente al Wolfsburgo en la vuelta de cuartos de final de Champions, en el cual anotó un hat-trick y sirvió para que el Real Madrid accediese a semifinales. El club madridista acabaría levantando la Undécima en San Siro nuevamente frente al Atlético de Madrid. En esta ocasión, Cristiano lanzaría y anotaría el penalti definitivo que situaba al Real Madrid de nuevo como campeón de Europa, redimiéndose de su fallo de 2008.

Sus éxitos de 2016 no acabaron ahí, pues también pudo redimirse de la derrota en la final de la Eurocopa de 2004 frente a Grecia, liderando a Portugal hacia la victoria para que la selección lusa levantase la primera Eurocopa en su historia, imponiéndose en la final ante Francia, ante todo pronóstico, ya que éstos jugaban en casa. Sin embargo, una entrada a los veinte minutos de partido impidió a Cristiano continuar su sueño de ganar la final de una Eurocopa, siendo retirado del césped en camilla con lágrimas en los ojos. A pesar del sufrimiento, estas lágrimas de sufrimiento pasaron a ser de felicidad cuando Éder anotó el gol que convertía por primera vez a Portugal en campeón de Europa.

Su año, a pesar de que muchos afirmaron que el declive del portugués era evidente y el fin de su carrera inminente, terminó siendo galardonado por cuarta vez con el Ballon D’Or y también, recientemente con el premio The Best. La carrera de Cristiano es, en resumen, un ejemplo de profesionalidad y de superación constante, es el ejemplo perfecto de persona ambiciosa, capaz de superarse a sí mismo año tras año. Ha demostrado que no importan las adversidades, no tampoco lo que digan otras personas, sólo él mismo puede juzgarse, y esa actitud y ese sacrificio que ha realizado desde que se marchó con once años a Lisboa, le ha llevado a ser lo que es hoy en día: Uno de los mejores futbolistas de la historia.

Foto: Real Madrid CF.

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