El cántabro Iván Gutiérrez, ex ciclista profesional del Movistar Team, campeón de España y subcampeón del mundo en la modalidad de contrarreloj y campeón de España en ruta, concedió una entrevista en ‘El Partidazo‘, programa de la cadena COPE, en el que dio numerosos titulares.
Actualmente forma parte del cuerpo técnico del Racing de Santander, lo que le ha otorgado una segunda oportunidad tras sufrir depresiones e intentos de suicidio que le obligaron a retirarse, “hay días buenos, otros son normales y muchos días son oscuros. Hace mucho tiempo que no tengo un día completo de bienestar” declaraba nada más comenzar la entrevista en la que reconocía que en Marzo de 2013 tuvo el primer intento de autolesionarse.
“El ciclismo es un deporte muy estresante, como cualquier trabajo en la vida, pero el ciclismo de alto nivel es demasiado estresante” continuaba diciendo, siendo en el Tour de Francia de 2013, que abandonó en los Pirineos donde, como él dice, colapsó “me retiré del Tour de 2013 por un colapso mental, por pánico. Sólo tenía ganas de desaparecer de la carrera… y del mapa“.
A esto añade el no poder contárselo a nadie, ya que “está en juego un contrato” por lo que no se lo comunicó a nadie antes del Tour ya que “teníamos mucha responsabilidad, llevábamos a Alejandro [Valverde] y a Nairo, que fue el Tour donde se descubrió. Yo notaba que no podía rendir como esperaba, pero pensaba que era más físico que mental“.
El abandono en el Tour no hizo más que agravar esos problemas, “hasta que no acabó el Tour no me moví de casa” reconocía Iván. “El motivo real no lo sabía nadie, entonces te escondes porque piensas que el universo gira en torno a ti, algo que es irreal” continuaba diciendo. “Cuando acaba la carrera pedí ayuda a un médico que me recomienda ir a un psiquiatra, pero no confío en él, y no sentía que me pudiera ayudar. Tras pasar con el 2013 y principios de 2014 fue “en Agosto, en el Eneco Tour, carrera que gané dos años, sentí que era mi último día, aunque quería seguir porque pensaba que no sabía a hacer otra cosa”.
Debido a la medicación que tuvo que tomar para evitar intentos de suicido le impedía entrenar con normalidad “hasta que llegó el momento, junto con Eusebio Unzué, le tengo que decir que no estoy en condiciones de correr. Me veía muy valorado pero no podía correr. Lo que más te duele es que no te puedes despedir”.
Comparaba el daño psicológico con el físico “ya que nadie sabe el motivo real, en cambio al ser físico todos saben que es por una caída“. En el equipo no lo entendieron como reconocía, “en el Movistar no me entendieron cuando expliqué mi problema. Hubiera necesitado algún whatsapp más de los que dirigen. Los compañeros si lo entienden, ya que es un deporte muy agónico y todos tienen pensamientos similares”.
La retirada, como sucediera tras el abandono del Tour, empeoró las cosas ya que “pasé semanas sin salir de la cama y no me dejaban solo por si utilizaba mal la medicación y pasé semanas sin poder hacer deporte“.
“En muchos momentos deseé haberme estrellado contra una pared bajando y haberme roto 30 huesos, mejor que un problema mental” añadía el cántabro ya que era algo “más fácil” de entender para el resto del mundo y “tener la fuerza mental de saber que vas a salir y recuperarte“.
“El mayor problema es que la gente no lo reconoce, yo no tuve miedo de contarlo, cuento todo esto para hacer mucho bien a los que lo sufren. Tiene que saberse que esto existe, pero piensan que estas loco” demostrando una valentía fuera de lo normal.
Gracias al fútbol y al Racing de Santander tiene una segunda oportunidad, “estuve haciendo un curso en Las Rozas, de milagro, porque no tenía muchas ganas de ir, y me hizo entender muchas cosas, una de ellas era el hecho de escuchar a las personas“. Allí conoció a Imanol Ibarrondo quien le puso en contacto con Ángel Viadero, entrenador del Racing. “Él [Imanol] no me dio soluciones, me dio alterbativas pata que yo pudiera salir y ‘tirar de la cuerda’ cuando estuviera capacitado. Gracias a Ángel, que me trató como si me conociera de toda la vida, me introdujo en el vestuario. Colaborar con el Racing y entrar en su vestuario me está empezando a curar. Es mi mejor pastilla antidepresiva“.
La labor que hace es, precisamente, ayudar a los jugadores en todos los temas, entre ellos el psicológico, que nadie más que él, sabe de lo que se puede sufir. “No cobro, pero estoy, piso el césped… ¿Qué más puedo pedir, si son mi mejor medicina? El dinero ayuda, pero no da la felicidad“.
Ahora su objetivo es el objetivo del Racing, él que tantos puertos ha ascendido, ahora quiere otro ascenso, el ascenso del Racing a segunda.
“Ahora noto a la gente de mi alrededor feliz, pero soy egoísta y solo pienso en mi, y en recuperarme“. Todavía no esta recuperado del todo, pero gracias a este gesto de valentía la recuperación esta un poco más cerca y puede ayudar a la gente a salir de situaciones parecidas. Desde aquí, queremos desearle una pronta y completa recuperación.
Imagen destacada vía: marca.com
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