NFL Previas

Final NFC: Green Bay Packers (Previa)

Como dice el título de la famosa película de finales de los ´80, este muerto está muy vivo. Y es que el 20 de Noviembre, tras la derrota en la ciudad de Washington que dejaba a los Green Bay Packers contra las cuerdas con un balance de 4-6 y un juego que dejaba muchas dudas en el ambiente, la temporada de los de Wisconsin parecía haber acabado. Sin embargo, una espectacular racha de 8 victorias seguidas desde entonces con un ataque casi imparable ante rivales de mucha altura les ha llevado inesperadamente a este punto, a jugarse este próximo domingo ante los Atlanta Falcons el pase a la SuperBowl.

Precisamente esta es una de las grandes razones a las que se agarran los seguidores de los Packers para creer en la victoria en el que será el último partido de la historia en el Georgia Dome, la inercia positiva que trae consigo este equipo. El nivel de confianza de este grupo de jugadores en lo que están haciendo está en su punto más alto, y esta espiral de refuerzos positivos que convierten a un equipo dubitativo en uno ganador comenzó el mismo día en que cayeron al peor momento de la temporada. Ese fatídico día en el Distrito de Columbia, en la conferencia de prensa postpartido, Aaron Rodgers se mostraba seguro de que eran capaces de darle la vuelta a la situación, algo que inició este proceso mental que los convirtió en una máquina de ganar. Sin importar si el rival eran los desahuciados Bears o los todopoderosos Cowboys, el convencimiento que tienen los queseros de que pueden y deben ganar, los convierte en un equipo muy peligroso, muy competitivo y que lucha los partidos hasta el último segundo (como se pudo ver en Dallas hace escasos días) aunque los pronósticos vayan en su contra.

De poco vale instalarse en esta situación moral si no tienes unas condiciones técnicas y tácticas que te den opciones reales de ganar partidos. Y en este apartado, el ataque es la base que sustentó esta racha de resultados. En este duelo ante probablemente el ataque más completo de la liga, Aaron Rodgers y compañía deberán de seguir al ritmo de producción que tenían hasta ahora, llevando puntos al marcador casi en cada drive. Para ello continuarán apoyándose en este potente juego aéreo que tendrá en frente a una defensa incapaz de crear presión al QB rival ni ser especialmente eficaz en el marcaje a los receptores contrarios. El hecho de que tanto Nelson como Adams no estén al 100%, incluso cuestionándose su participación, restará potencial a este cuerpo de receptores, pero Rodgers viene demostrando que es capaz de completar pases aún con ausencias notables, gracias al excelente trabajo de la OL concediéndole tiempo y la buena química que mantiene con sus dos TE, Rodgers y Cook.

Los excelentes números de esta unidad de ataque, desde el ya mencionado punto de inflexión, en cuanto a turnovers cometidos puede ser también determinante, ya que en partidos como este en el que cada posesión cuenta, ser capaces de anotar regularmente y no conceder buenas situaciones de campo para comenzar el drive al otro equipo resultará de extrema importancia. El control del reloj es otro de los elementos clave, y si bien en este sentido la maestría con la que Rodgers es capaz de completar numerosos pases cortos consecutivos para simular un juego de carrera puede ser útil, darle fluidez a los acarreamientos de Ty Montgomery y Christine Michael acercaría la victoria al lado visitante.

Si la superioridad verde en este aspecto del juego parece manifiesta, la inferioridad en el otro lado del campo no se queda atrás. Las dudas de Burnett y Rollins ponen aún más en entredicho la capacidad de la defensa (en especial la secundaria) para contener a los Matt Ryan, Julio Jones y compañía. A pesar de ser una aceptable unidad defensiva parando la carrera, la buena labor del grupo de linebackers y safeties en la cobertura se ve totalmente lastrada por la incapacidad de los CB de incomodar a los receptores rivales. El único capaz de realizar buenos partidos ocasionalmente ha sido Gunter, quien ha combinado estas actuaciones con otras desastrosas que condenaron totalmente a su equipo. En resumen, si bien esta unidad permitirá con toda probabilidad una cantidad elevadísima de yardas a los Falcons, conseguir buenas defensas puntuales en la redzone (como ya lograron hacer contra los Giants en el wildcard) o forzar algún turnover podría ser la llave que diera la victoria a los Packers.

Lo único claro es que el ganador será todo aquel que pueda disfrutar de este maravilloso espectáculo que promete una lluvia de puntos, un duelo de candidatos al MVP entre Ryan y Rodgers, donde quien sobreviva se llevará el codiciado premio del viaje a Houston para disputar el evento deportivo del año.

Foto vía: Cheatsheet.com

Adrián Sardiña

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