El Real Madrid ha derrotado al Granada C.F. por cinco goles a cero en un encuentro en el que volvieron a brillar los de Zinedine Zidane tal y como el pasado miércoles, y que sirve para mantenerse con los deberes hechos e invictos de momento en esta temporada.
En un día especial para el madridismo, uno tan sumamente importante como suele ser la entrega de un Balón de Oro para alguno de sus futbolistas, se daba comienzo a la fiesta del fútbol. La primera puesta en escena del conjunto blanco en este 2017 en la competición doméstica venía precedida de un show tanto corto como intenso en el que se mostrarían las virtudes de Cristiano Ronaldo a todos los aficionados.
Dejando a un lado estos sucesos, así como la posible celebración de 10 años de Marcelo como blanco y la inauguración de la nueva camiseta de juego con el escudo de campeones del mundo, señalaba el colegiado el comienzo del choque.
Pocos minutos bastaron a los aficionados merengues para darse cuenta casi al cien por cien de que la superioridad de su equipo era sobresaliente. Después de lo sucedido el pasado miércoles ante el Sevilla, no era de esperar que nuevamente aconteciese lo mismo, sin embargo, la historia se repitió, y el Real Madrid lo bordó. Y es que, desde Keylor hasta Benzema, pasando por un excelente Isco, unos organizadores Kroos y Modric, y un dispuesto Ronaldo, todos realizaron una labor de diez.
Tan solo bastaron 11 minutos de juego para que los de Zidane inaugurasen el marcador gracias a una gran recuperación de Isco que terminó recibiendo el pase final de las botas de Benzema para abrir la lata. El malagueño, que en un principio era el encargado de manejar la banda derecha del 4-3-3, terminó siendo el eje de un 4-4-2 que contenía la variante de dejar libertad a él, a Kroos y a Modric para moverse tanto hacia delante como hacia atrás.
Muchos toques y mucho movimiento fueron el resumen de un bloque que presionaba de manera impactante y que no dejaba respirar a los chicos de Lucas Alcaraz. Ni siquiera en los momentos de bajón consiguieron encontrar algún que otro hueco, ya que las líneas blancas estaban cerradas con un candado de claves imposibles de averiguar. Siguiendo este curso, se dio paso al 2-0, uno que pudo poner sobre la mesa Karim Benzema luego de cazar el rechace que siguió al intento de Luka Modric desde fuera del área.
Guillermo ‘El Memo’ Ochoa no vivía sus mejores instantes, algo que se pudo confirmar totalmente cuando a los seis minutos del tanto del francés, Marcelo pudo encontrar la cabeza de Cristiano para que este ejecutase un disparo perfecto. El duodécimo gol que el portugués endosaba al Granada servía como aviso a todos los rivales de La Liga de que este Real Madrid va y seguirá yendo muy muy enserio.
De tal forma y dominando cada momento del juego, Isco pudo encontrarse con su doblete minutos más tarde, concretamente en el treinta y uno, momento en el que el envite se terminó derrumbando para los nazaríes, y se inclinó del lado local hasta el final. Pases y más pases, combinaciones y más combinaciones, movimientos y más movimientos, fueron los que condujeron al andaluz a esta gesta, pero también los que identificaron a todos sus compañeros, dado que el despliegue de posesión duró hasta el final de la primera mitad.
Ciertas ocasiones se sucedieron previamente a que se señalase el final del primer tiempo, sin embargo, aquello que quedó para el recuerdo fue la forma de seguir queriendo mostrarse superiores que el bloque de ‘Zizou‘ quiso plasmar hasta entrar a vestuarios. Una vez mantenida la forma, era momento de probar; y sabiendo que todo sigue un camino adecuado con esta formación, hacer experimentos era la única opción.
Así pues, James Rodríguez accedió al terreno de juego por Toni Kroos, mostrando, ahora sí, un 4-2-2-2 con dos futbolistas más adelantados y dos más atrasados en la medular. Poco tardaron, pues, los vikingos en volver a la tónica del primer acto, retomando una intensa presión y una velocidad impropia de un conjunto que no tenga buenas sensaciones, justo las que le faltaron a Isco para continuar.
El bigoleador se vio obligado a dejar el césped a causa de molestias, para dejar su sitio al joven Marco Asensio. Con este cambio se puso en escena el poderío del canterano, quien tuvo que aprovechar las salidas de su equipo, que había establecido ya el ‘Modo Zidane‘ por la ventaja que tenía, al contraataque.
A pesar de ello, ni mucho menos se hicieron vulnerables, sino todo lo contrario. Casemiro, a la salida de una falta lateral con un ángulo similar al de un saque de esquina, remató el quinto tanto hacia la meta del guardameta mexicano. Nadie se lo reclama ni nadie se lo exige, pero el brasileño tiene la capacidad suficiente para estar tanto en la zaga como en la delantera, e incluso para aportar en la faceta goleadora.
Luego de pequeñas pinceladas y ciertas ocasiones, se bajó el pistón. Entre tanto el Bernabéu aplaudió a Marcelo y recibió a Coentrao, los andaluces pudieron internarse en la zona tres de su contrincante, e incluso se pudo ampliar la ventaja. Por suerte para unos y semidesgracia para otros, no hubo más movimiento y la tranquilidad y la paz reinó sobre la capital española, una en la que un grupo de hombres se mueven como los ángeles.
Un centro del campo de matrícula. No solo son los habituales del centro del campo los que destacan en este equipo, sino la forma en la que se pueden turnar y relevar sin que se note apenas. Kovacic, Kroos, Modric, Casemiro, Isco, Asensio y James son los que pelean por los tres lugares de oro, muy a pesar de que cualquiera de ellos esté totalmente preparado para ocuparlo. El del Arroyo de la Miel (Málaga) ha demostrado su calidad una vez más, jugando con una posición prácticamente libre en la que ha entrado en contacto con multitud de zonas del terreno de juego y combinado con componentes de la delantera, el centro y la defensa.
Por otro lado, tampoco han quedado atrás los que han salido desde el banquillo. James sigue con su pulso con Zinedine para colarse en sus onces titulares, mientras que Asensio no ha bajado el nivel al que acostumbra a jugar. En resumidas cuentas, el centro del campo madridista puede ser considerado como uno de los más equilibrados y espectaculares, en cuanto a nivel, de este planeta fútbol.
Dominio dorado. Sin duda alguna, después de las dos exhibiciones regaladas al público del Santiago Bernabéu durante esta semana, el mundo futbolístico ha percibido la superioridad de este club. Ya no se debe a hechos pasados del 2016, ni siquiera a otros anteriores como los que muchos reclaman y desean olvidar, sino de momentos actuales en los que el dominio y el orden se demuestran cada minuto de los partidos.
No existe amante del este deporte que no alabe la manera de practicarlo que está teniendo este equipo. Llueven ya comparaciones con el juego de Guardiola, con el de Sacchi… Llueven récords como el de estar hasta un total de treinta y nueve partidos seguidos sin conocer la derrota. Sí, desde Wolfsburgo no caen ante rival alguno, dejando atrás victorias en Copa de Europa, Supercopa y Mundial de Clubes. Por desgracia, cada semana se cuestiona esta labor y no se le da el valor que debería darse a una exquisitez esquematizada y dominante de fútbol.
Ficha Técnica:
Estadio: Santiago Bernabéu (71.000 asistentes).
Árbitro:
Real Madrid
Entrenador: Zinedine Zidane.
Titulares: Keylor Navas; Marcelo, Nacho, Raphaël Varane, Daniel Carvajal; Isco, Casemiro, Kroos, Luka Modric; Cristiano Ronaldo y Karim Benzema.
Granada C.F.
Entrenador: Lucas Alcaraz.
Titulares: Guillermo Ochoa, Tabanou, Gabriel Silva, Lombán, Vezo, Tito; Pereira, Samper, Uche, Boga; Kravets.
Imagen: Mundo Deportivo.
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