Análisis Opinión

Si querían Dakar, aquí lo tienen

El rally empezó a ponerse cada vez más difícil y los abandonos se pusieron a la orden del día. Algo común en el Dakar es comenzar liviano para después complicarse, algo que esta vez parece haber sucedido temprano.

Para los amantes dakarianos es normal ver como los pilotos abandonan la escena de a poco. Ya sean favoritos o desconocidos, por uno u otro motivo se van quedando fuera de competencia. Lo normal para cualquier edición de esta aventura extrema, donde hombres y mujeres dejan todo (a veces la vida) con tal de llegar a la meta.

En 2017 en tan sólo 48 horas dejaron la competición 24 corredores; eso fue en las dos primeras y “más livianas” etapas. En los siguientes tramos la lista se fue ampliando cada vez. En ella se anotaron nombres de candidatos al título, como Toby Price, Nasser Al-Attiyah, Carlos Sainz, Yazeed Al-Rajhi y Marcelo Medeiros. El australiano de KTM se fracturó la pierna y debe ser operado; es uno de los 26 que dejaron en la categoría de motos (entre ellos Antonio Ramos y Armand Monleon). El príncipe qatarí rompió la suspensión trasera derecha y no pudo volver a correr. El auto de Sainz cayó por un barranco en la etapa 4, razón por la que comunicó su abandono; otro español que está en la “lista negra” es Xavier Pons, que tuvo problemas con su Ford. En autos abandonaron oficialmente 10 autos. En quads la cantidad es parecida, uno es José Espinosa. Hay que aclarar que el brasileño Medeiros fue uno de los que se llevó la peor parte, tuvo traumatismo craneal, además de lesiones en el hombro y mano derecha. Hasta en la pequeña categoría de UTV hubo abandono y tan sólo hay 8 vehículos.

Los destrozos en el Toyota de Al-Attiyah. Foto: dakar.com

Si recordamos ediciones anteriores del Dakar, podremos estar en lo cierto si afirmamos que los números de pilotos que quedan fuera son siempre elevados. En cada ocasión ha sido así, en África y América. Pero podemos acordarnos también que en 2016 hubo quejas con respecto a las características de las etapas. Varios pilotos pedían que vuelva la navegación y el espíritu aventurero de otras épocas. Por ejemplo Giniel De Villiers le dijo a Motorsport que creía que en años anteriores fue demasiado sencillo, “con demasiadas etapas de WRC, demasiado al sprint”; además esperaba que en 2017 no fuera así, ya que si se complicaba los corredores experimentados podrían sacar provecho de esto. Nani Roma fue otro de los que sabía que este año sería diferente, poco antes de empezar declaró: “Será un Dakar difícil, largo y duro, con mucha navegación y muchos cambios”.

Pero la palabra más importante es la del director de la competencia, Marc Coma, que habló con Marca y expresó la necesidad de retornar a los orígenes: “debíamos volver a un Dakar en estado puro”. También se encargó de aclarar que “desde el equipo oficial hasta el último competidor, todos querían más navegación”.

La pregunta ahora sería: ¿Esto era lo que buscaban todos? Quizá la respuesta sea sí. Todos saben que el Dakar es la competencia más dura y extrema de todas; que no cualquiera completa el desafío. ¿Se les fue la mano con la dureza? No, como ya se sabe, siempre el número de abandonos es alto.

Esto todavía no llega a su ecuador y ya se vieron tramos muy complejos, ¿habrá peores? Según Coma, sí. Ya lo dijo él: “la de Oruro a La Paz, puede ser una de las etapas duras. También la novena, la de Salta-Chilecito”. Así que tendremos mucho más en esta edición, porque esto no es fácil, this is Dakar, man.

Síganme en @flayopi y sigan toda la información y la actualidad deportiva en @SextoAnillo y @SextoAMotor, en www.facebook.com/sextoanillo o en nuestro Instagram: sextoanillo

Imagen destacada vía Twitter @paddocknews

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *