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Giustozzi: “Debemos seguir queriendo ser los mejores, no creernos que lo somos”

Giustozzi haciendo gestos durante un partido del pasado Mundial

Si buscamos personalidades que hayan destacado en el mundo del futsal en este recién terminado 2016 hay un bonaerense que todos tenemos en mente: Diego Raúl Giustozzi, seleccionador de Argentina.

A sus 38 años ha conseguido un hito histórico: ganar un Mundial de Fútbol-Sala sin ser entrenador de España o Brasil, dominadoras – hasta ahora – de todos los títulos mundiales. Por si fuese poco, este hincha de River Plate que jugó a mediados de la década pasada en España, en equipos punteros como Autos Lobelle Santiago o Caja Segovia, consiguió otro éxito inesperado el pasado mes de diciembre: el Sudamericano Sub-20.

En total desde que se hiciese cargo de la Albiceleste ha cosechado tres títulos y tres finales en los seis torneos que ha disputado. Por si no fuese suficiente, los reconocimientos le han llovido en forma de premios, el último de ellos el “Olimpia de Plata”. A continuación desgranamos las claves del éxito para el hombre que ha destacado por encima de todos en el 2016 futsalero.

Pregunta: Echando la vista atrás, más allá de los títulos, ¿con qué recuerdo se queda de este 2016 tan especial para usted?

Respuesta: Con la emoción, la felicidad y el agradecimiento de la gente del futsal… Ellos necesitaban una alegría así y sobre todo un mensaje fuerte de saber que todo, con capacidad y profesionalización, se puede. Para nosotros conseguir todos los títulos que conseguimos en estos tres años era una utopía, ni el más positivo de todos se podía imaginar un presente así. Tengo la sensación de que le estoy devolviendo algo al país y al deporte que me dio todo.

P: Y después de tantos éxitos, ¿cómo afronta el futuro?

R: A nosotros todos los éxitos lo único que tienen que hacer es confirmar que vamos por el camino correcto, nada más. Debemos tener las mismas ganas de planificar, de organizar el trabajo y no creernos los mejores sino querer seguir siendo los mejores. Son verbos muy parecidos pero entre el “creer” y el “querer” hay un mundo de diferencia, nosotros tenemos que seguir queriendo ser los mejores, no creernos.

P: A raíz de esos triunfos dijo que “Argentina está en el lugar que se merece”. ¿Por qué lo considera así?

R: Porque Argentina tiene un nombre, tiene una camiseta que te obliga a ganar y a ser protagonista. Y sobre todo porque Argentina tiene una materia prima de jugadores que tienen en el ADN ser ganadores. Tenemos que llevar a todo el mundo al límite porque nunca se sabe el límite de un argentino.

P: ¿Está aprovechando para desconectar estos días? ¿Puede salir a la calle con normalidad?

R: ¡Sí, claro que puedo salir con normalidad! Si es verdad que ahora te reconocen más. Pero es lo que siempre soñamos, que el futsal sea un deporte nacional y vamos en camino.

Aplaudiendo durante un entrenamiento
Aplaudiendo durante un entrenamiento (vía futsalcoach.es)

P: ¿Cómo ha sido su renovación? Se rumoreó que le iban a ofrecer un cargo más elevado que el de DT…

R: No quiero un cargo más elevado, quiero seguir siendo el técnico para seguir aportando mi trabajo. No me considero todavía un dirigente, no quiero serlo. Quiero dar sólo el 100% en la conducción técnica. Otros roles puede quitarme energías y no daría el máximo en mi trabajo. Estamos negociando la renovación pero es verdad que en estos días se tiene que decidir.

P: Echemos la vista atrás, al Mundial de Colombia. Allí nos enamoramos de sus charlas en los tiempos muertos. ¿Las prepara de forma especial o simplemente deja que fluyan las palabras?

R: No, no, para nada. Preparo las charlas tácticas dentro del vestuario que es lo que después hacemos en la cancha, dándole armas a los jugadores para que puedan tener un mejor rendimiento. Pero en los tiempos muertos digo lo que voy leyendo del partido en esos minutos, la diferencia no la hace la pizarra, la hace la cabeza, por más que yo sea un detallista de la táctica.

P: ¿Qué papel ha desempeñado Mati en ese título? Hay quien dijo que su labor era el de mero motivador…

R: Matías tiene su opinión táctica, me ayuda en los entrenamientos, a estudiar los rivales, ayuda en el día a día con el grupo. Es muy importante para mí tener a Matías conmigo, es muy respetado por los jugadores y trabaja muy bien.

P: Viendo cómo fueron los resultados, ¿quizá el escollo más duro hasta la final, fue la segunda parte ante Costa Rica o el partido de octavos ante Ucrania, incluso por encima de las rondas finales?

R: A nosotros los rivales que se nos meten en 15 metros nos complican porque individualmente no tenemos las armas técnicas para desequilibrar en esos espacios. A partir de cuartos nos jugaron de igual a igual e hicimos 15 goles en 3 partidos. Con Ucrania hicimos un partidazo. El resultado fue mentiroso, fue el partido que le demostró a los jugadores que si éramos obedientes podíamos ganar el mundial.

 P: Mientras que otras selecciones basaron sus opciones en individualidades (Ricardinho – Cardinal, Éder Lima – Robinho, etc) usted focalizó la atención en el equipo.

R: Nosotros sabíamos que nuestra única chance de salir campeones no era formar la mejor selección, sino el mejor equipo. Siendo un equipo que rozara la perfección podíamos acortar la distancia con las grandes potencias y así lo hicimos. Teníamos que encontrar un sistema táctico ofensivo y defensivo que eleve el rendimiento individual de nuestros jugadores y disminuya el de los rivales, sino nos íbamos a queda en octavos o cuartos, como toda la vida.

P: Le hemos visto insistir mucho en esa palabra: Equipo. ¿Cómo se consigue una unión así entre jugadores que se ven apenas unos días al año?

R: Buscando cantidad de trabajo, pero sobre todo calidad. Teníamos que trabajar más y mejor que los rivales. Me gusta que el jugador se sienta feliz y cómodo entrenando y jugando con nosotros, y el hecho de haber dejado de jugar hace poco me ayudó mucho. Trabajo mucho en tener al jugador contento, en encontrar las palabras y los momentos justos y en encontrar un funcionamiento de equipo que haga que mis jugadores se sientan superior al rival.

P: Y hablando de ese trabajo que con tanto éxito lo ha trasladado a la sub-20: ¿Cómo prepara mentalmente a unos chicos tan jóvenes para que superen situaciones tan adversas o para que presenten ese rigor táctico visto en el reciente Sudamericano?

R: Divido el trabajo en táctica y técnica individual en una parte de la preparación, y después paso a la táctica colectiva. En lo colectivo no difiere mucho de la selección mayor. Me gusta también que el jugador joven se forme con la responsabilidad de tener un sentido de pertenencia, que disfrute de las situaciones límites, que aprenda a convivir con la responsabilidad pero disfrutando de ella.

Cuando un equipo sabe sufrir es capaz de alcanzar cualquier objetivo. Es imposible pensar de conseguir títulos y que durante el torneo no haya momentos difíciles, ahí es el momento de formar hombres y jugadores.

Besando la Copa de campeón del mundo
Besando la Copa de campeón del mundo (vía minutouno.com)

P: ¿Qué porcentaje de ese éxito se le debe a la conquista dos meses atrás de la absoluta?

R: Ayudó a que el ambiente sea positivo, a que se crea en una idea de juego. Pero las dificultades de los juveniles son distintas a la de los mayores.

P: Uno de los problemas de la selección absoluta de fútbol-11 se dice que es lo pronto que los jugadores fichan por equipos europeos. ¿Teme que con el “boom” del futsal en su país pueda pasarles algo similar?

R: No, para nada. En menor medida también pasa en el futsal. Hay tanta diferencia en las ligas nuestra con las de Europa que los chicos allí aprenden mucho, pierdo tiempo de trabajo pero gano en otras cosas.

P: Hablando de eso, la mayor parte de sus jugadores disputan el torneo italiano. Teniendo en cuenta el estilo que quiere para su selección, ¿si pudiera elegir, qué liga les recomendaría?

R: Cada liga tiene sus cosas buenas. Yo me hice en la liga española, soy un amante de la liga española y de España como país, pero la liga italiana tiene también sus cosas buenas. Ir a Europa supone un cambio mental muy importante.

 P: Y personalmente, si decidiese dar el salto a club. ¿Le gustaría entrenar en Italia o España? ¿Tiene algún equipo en mente?

R: Esta respuesta me la guardo para mí. Quiero competir contra los mejores, quiero mejorar constantemente y siento muchas veces que en Sudamérica como profesional no crezco. El futuro dirá, todavía soy muy joven. Extraño la competencia semanal, el entrenamiento día a día. Eso es lo más duro de ser seleccionador, amo competir.

P: Precisamente a España vendrá el próximo mes de marzo para participar en unos cursos. A pesar de que recién comienza su andadura en los banquillos, ¿le gustaría enfocar hacia ahí su futuro o prefiere seguir entrenando?

R: ¡No, no! ¡Yo quiero ser entrenador! Amo mi profesión, aparte de ser mi herramienta económica es mi pasión, y así vivo el día a día en el deporte. Me encanta mejorarme constantemente y amo la competencia. Te repito, quiero competir y medirme contra los mejores. Eso sí, tengo claro que cuando voy a España puedo enseñar pero seguro voy a aprender.

P: Por último, un deseo: ¿Qué le pide a este 2017?

R: Seguir teniendo la misma humildad y sencillez que tengo hasta ahora. Los títulos no los ganan los nombres, lo ganan los valores humanos de las personas.

Desde Sexto Anillo queremos agradecer su buena disposición de Diego en estos días tan especiales y le deseamos un 2017 como viene siendo habitual en él desde que aceptó el cargo de director técnico de la Albiceleste: cargado de éxitos.

Imagen destacada vía es.fifa.com

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