Amanda Nunes ha protagonizado la victoria más importante en la historia de las UFC femeninas al derrotar a Ronda Rousey en tan solo 48 segundos para retener el título de la categoría de Peso Gallo. La brasileña mostró una enorme entereza y agresividad para ello.
Nunes ha dejado al mundo paralizado. La actual campeona del Peso Gallo ha mostrado un despliegue de cualidades agresivas que han terminado por completo con el regreso tan esperado de Rousey al octágono. Ni siquiera los intentos de clinch de Ronda ha podido apagar lo que se le ha venido encima en tal solo 48 segundos de enfrentamiento en los que el público de Las Vegas ha terminado impactado.
Sonaba el Bad Reputation en el T-Mobile, algo común, algo natural, algo que debería haber bastado para que todos supiesen lo que se les aproximaba. La bestia más alabada en la historia de las MMA partía como favorita de cara a hacerse con el cinturón que jamás creyó haber perdido. Los rumores de suicidio tras su derrota en Melbourne, los de retirada, e incluso los de tener temor a luchar, habían traído en bolandas a la chica que enseñó a creer al mundo.
Sin embargo, de nada vale que Bruce Buffer anuncie tu nombre mientras millones de almas tiemblan por todo el planeta si tiene delante de ti a una Leona como es el caso de Amanda. En esos instantes, el resto son bobadas: estás muerto. ‘La vida dura un suspiro’, pensó esta luchadora el primer día que entró a un octágono. ‘Voy a acabar con esto’, pensó segundos antes de comenzar.
Si en la casa de algún que otro fan despistado las palomitas faltaron y decidió marcharse a la cocina para meterlas en el microondas, acababa de perderse el enfrentamiento. Exactamente 4.800 milésimas de segundo, una media de 48 parpadeos, unas 50 pulsaciones; eso fue lo que se demoró el evento más esperado de este 2016. Una simple cadena de golpes agresivos de boxeo dejaron el rostro de Rousey totalmente destrozado, al igual que un cuerpo que comenzó a tambalearse hasta que el colegiado decidió parar el choque y dar la victoria a la campeona por Nocaut Técnico.
Ante la atenta mirada de todo el público del estado de Nevada y la sorpresa de cualquiera de los entendidos del deporte, Ronda Rousey era humillada por segunda vez y con un severo castigo sobre su físico tan trabajado. De nada servía lo que se había explotado durante un año, la derrota había acabado con todo.
Tal que así finalizaba el relato, uno del que se escribirán miles de líneas y sobre la que versarán todos los aficionados a este deporte, ya que un hito como este puede ser visto en pocas ocasiones en la historia. Probablemente, ninguna más.
Imagen: La Opinión.
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