A tan solo poco más dos semanas del posible regreso más esperado en el mundo del deporte femenino, nos disponemos a realizar un análisis acerca de cómo puede influir este enfrentamiento en la carrera de una deportista de élite como es el caso de Ronda Rousey.
‘Rowdy‘. Sí, todos esperan oír ese precioso apodo que la hizo ser la más grandiosa de todas las chicas hasta que una tal Holly Holm la mandó al otro lado de la prensa con una sumisión que nadie olvidará. Todos se encuentran ansiosos por escuchar eso magníficos golpes ser asestados una y otra vez sobre el rostro y el resto del cuerpo de otra rival, una que, en este caso, es nueva en la lista.
Ronda vuelve y lo hace a lo grande. Lo hace batiendo récords y paralizando al mundo. Lo hace a finales de un 2016 en el que se ha especulado demasiado con su regreso, y en el que se han registrado gran cantidad de combates de lujo tanto masculinos como femenino. Sin embargo, ninguno llega ni siquiera a la suela de los botines de combate al que esta virtuosa de las artes marciales mixtas pueda realizar.
Antes de cualquier comentario al respecto, es preciso comentar que la estadounidense ha pasado por una racha complicada que la ha obligado a retirarse del octágono durante un período aproximado de un año. Desde el pasado noviembre, concretamente desde el 15 de este mes del 2015, no ha pisado su ‘Tierra prometida’ para dejar allí fuera de lugar a sus contrincantes. Dicho hecho ha repercutido notablemente en el desarrollo de su entrenamiento, uno que se ha centrado más en vencer los posibles miedos que en plantearse nuevos objetivos.
Rousey llega a la UFC femenina en su peso habitual, el Gallo, uno que actualmente está gobernado por Amanda Nunes. Nadie esperó menos cuando se comentó que ella volvería al octágono, no siendo una sorpresa el enfrentarse a la campeona con el título en juego. Claramente, la empresa de Dana White desea tener a su eslogan número uno femenino a la par de su masculino, dado que Conor McGregor ya ha tenido suficiente protagonismo durante este año.
En cualquier caso, Amanda no es una rival cualquiera. Pudo dejar atrás a Miesha Tate en la primera ronda, en el que fue su noveno enfrentamiento resumido en este período de tiempo. Gracias a ello, se coronó como campeona de la categoría Bantamweight. Este hecho tendría lugar en el UFC 200, celebrado el pasado 9 de julio, momento en el que ya se comenzó a hablar acerca de un posible retorno de la chica más importante de estas MMA.
Y es que, si se debe destacar que Nunes ha sido capaz de terminar hasta en nueve ocasiones en las rondas inaugurales, también es preciso comentar que no ha alcanzado aún a su próxima rival en este aspecto. La nacida en el Condado de Riverside tiene tras de sí un registro de tan solo dos choques terminados por detrás de este tiempo, siendo uno de ellos la complicada revancha ante Tate en Las Vegas en el UFC 168, y el otro su derrota ante Holm en Melbourne (Australia) en el pasado UFC 193. Suma así un total de 12 victorias y una sola derrota, siendo solo superada en la historia de la UFC femenina por una sola chica de la categoría inferior, Joanna Jedrzejczyk, actual campeona de la categoría de Peso Paja.
Desgraciadamente, en el deporte los registros no suelen valer para más que para alardear de ellos, ya que en cada momento se debe intentar realizar la mejor labor posible. Es por ello por lo que de poco sirven las diferencias entre una y otra luchadora, siempre y cuando estas no sean excesivamente abultadas como el aspecto de sumisiones, un apartado en el que Ronda, con ocho, dobla a su contrincante.
Al parecer, todo son ventajas para la chica que vivirá un retorno que ni siquiera los mejores deportistas pueden tener consigo. Es cierto que deberá pelear, que deberá batallar hasta el final, sin embargo, la balanza parece ir declinada hacia su lado en ciertos aspectos como son el poder de convicción, el apoyo popular e incluso el saber que esta podría ser una de sus últimas luchas como profesional, dado que el próximo 1 de febrero alcanzaría los 30 años.
Sacrificio y más sacrificio es lo único que utiliza Rousey y que utilizará de aquí hasta el fin de su carrera como persona, porque este siempre, tal y como ella comenta, ‘te conduce hacia un camino para alcanzar la victoria’.
Imagen: Iared.com.ec.
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