Crónicas

El sueño celeste continúa

Comenzaba el día, un día que se asemejaba sufrido para los aficionados celestes pero con la ilusión de seguir escribiendo la historia. Cualquier aficionado con su nerviosismo habitual, jamás habría pensado que el Celta resolvería este partido cumpliendo todos los puntos del guion y demostrando tanta madurez.Como era de esperar esta vez el «Toto» traicionó a las rotaciones. El entrenador celeste alineó a los que se podrían llamar titulares exceptuando a Iago Aspas y a un Pione Sisto que empieza a ser costumbre verlo en el banquillo. En detrimento de él, ha proyectado de nuevo su confianza en Bongonda, criticado a veces por la hinchada, pero con gran proyección futbolística dado su desparpajo y juventud.

La primera mitad fue un reflejo claro de la diferencia que este conjunto de jugadores muestran en el campo con respecto a otros. Guidetti con un remate de cabeza tras un excelso pase de Mallo, estrenaba el marcador en el minuto cuatro. Fue la mejor noticia para el equipo, la cual le proporcionó a los jugadores la tranquilidad y la confianza necesaria para practicar el fútbol que querían proponer. Control, control, y control del partido. Algo así le debió decir Berizzo a los suyos, ya que se vio un equipo mucho más sólido y organizado, capaz de hacer su fino juego y tocando el cuero con mucha más precisión. Así, el Celta desplegó un juego un poco más fluido para lo que nos tiene acostumbrado en la Europa League. Y es que no solo se trata de que en el campo estén los más habilidosos sino también de mantener la identidad del equipo.

Aunque el club olívico no haya jugado de escándalo no se vio mermada su filosofía. También ayudado en el inicio del encuentro por un Panathinaikos con poca ilusión y sin demasiado peligro.

A este control del partido del club celeste se sumaba la buena nueva del gol del Ajax en el minuto 27 (obra de El Ghazi) dejando con menos posibilidades de clasificación al Standard Lieja (que aunque acabase empatando, sería indiferente).

Se finiquitaba el primer periodo en el que lo más destacado fue un par de ocasiones por parte de Wass y Radoja y algunos acercamientos del Panathinaikos sin demasiada clarividencia.

La segunda parte comenzó con mucha más presencia el Panathinaikos que equilibró la balanza de la posesión de balón. Por momentos el Celta parecía que iba a cambiar la confianza por la relajación. Cualquier cosa podía pasar con un resultado tan apretado, pero después de un penalti innecesario a Guidetti, Orellana sentenció cualquier duda posible subiendo el 0-2 al marcador. El partido continuó sin ninguna profundidad ofensiva.

En los últimos minutos el Celta se mostró como un equipo unido que supo rematar lo que ya era un trámite. De este modo tan correcto el «Toto» demuestra que sus drásticas rotaciones, aunque hoy no han sido practicadas, han conseguido dar el pase al Celta.

Hoy el Celta ha competido como un campeón, llevándose un partido sin hacer florituras, sin desplegar un gran juego pero transmitiendo una sensación de seguridad. Haciendo lo que tenía que hacer, que era ganar y punto. Mostrando desde el primer minuto que eran capaces de hacerlo. Eso es lo que hacen los grandes equipos, ganan y se van a dormir porque eso es para lo que trabajan.

Foto principal vía: www.lavanguardia.com

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