Tras los cruces de declaraciones entre Lebron James y Phil Jackson y la perdida mutua de respeto por parte de las dos figuras de la NBA, los Cleveland Cavaliers visitaban el Madison Square Garden para enfrentarse a los New York Knicks en un ambiente tenso.
Aparte de todos los alicientes extradeportivos, el partido parecía que iba a ser mucho más emocionante de lo que acabo siendo. Los New York Knicks llegaban con cuatro victorias consecutivas y haciéndose cada vez más fuertes en casa. Por su parte, los Cleveland Cavaliers habían detenido en el último partido una racha de tres derrotas consecutivas ante los Toronto Raptors. Si contar el morbo que da siempre ver un enfrentamiento entre dos buenos amigos como Carmelo Anthony y Lebron James, quienes contando años de instituto, ya llevan nada más y nada menos que dieciséis años enfrentándose.
Pues bien, todos los alicientes que presentaban este partido como un gran partido, se fueron al garete desde el minuto uno. Los Cleveland Cavaliers fueron una auténtica apisonadora para unos New York Knicks que en ningún momento pudieron ofrecer resistencia. En parte por culpa del mal rendimiento de Carmelo Anthony y que en el día anterior jugaron en Miami, lo que provocó que jugadores como Kristaps Porzingis hubiesen llegado a las tres de la noche a su casa. Además, contaban con la baja de última hora de su base titular, Derrick Rose. Aunque Brandon Jennings con dieciséis puntos lo cubrió bastante bien en su primera vez en el cinco titular de Jeff Hornacek.
Por parte de los Cleveland Cavaliers, sus jugadores estuvieron sensacionales desde el principio. Turnándose su big three para destrozar a los neoyorquinos. Empezando en el primer cuarto con un gran Kevin Love que les daba una ventaja de hasta diecisiete puntos de diferencia sin haber acabado el primer cuarto. En el segundo cuarto, tras un intento de Kristaps Porzingis de vestirse de héroe, Lebron James demostró porque tiene un estatus en la liga y dejo en un simple sueño todo intento de remontada ya antes del descanso. En el tercer período, fue el turno de que se luciera Kyrie Irving, para que así el big three de Cleveland tuviera una noche perfecta. Como os podéis imaginar, los últimos doce minutos fueron un puro trámite. Finalmente los visitantes se llevaron el partido por 94-126.
Tan poco interés tenía el partido ya en los instantes finales, que los jugadores de los Cleveland Cavaliers con Lebron James y Kyrie Irving a la cabeza, se pusieron a jugar al juego de la botella desde el banquillo. Donde parece ser que ni Kyrie ni Lebron, a quien se le fue la botella a la pista, tenían tanto habilidad.
Los Cavaliers, jugando al 'Water Bottle Challenge' antes de que terminara el partido vs Knicks. pic.twitter.com/oCHneDNdWB
— Sergio Andrés (@SergioACNBA) December 8, 2016
Imagen portada: infloria.com
Para más información, sígueme en @ivanPFar y para toda la información del deporte nacional e internacional síguenos en Twitter: @SextoAnillo, Facebook: Sexto Anillo e Instagram: @sextoanillo
