El camino que lleva recorrido la UE Llagostera, hasta este momento, en su nuevo periplo por la Segunda División B, no está siendo precisamente el más deseado por el club y sus aficionados. La 15ª posición que ocupa el equipo a estas alturas de la temporada, no tiene nada que ver con las espectativas creadas a principio de esta.
El club tuvo que volver amoldarse a una nueva estructura deportiva más acorde con la categoría, llevando consigo numerosos cambios o casi por completo a la creación de su plantilla. La llegada de jugadores contrastados en la categoría de bronce como Marc Martínez procedente del Lleida Esportiu, donde realizó una temporada brillante que casi culminó con un ascenso a la división de plata, Alex Colorado procedente del CF Reus Deportiu, en el que a parte del ascenso a Segunda División, fue de los mejores de la categoría en su puesto. La llegada de Rafa Jordá un veterano y experimentado delantero, con pasado en la primera división Española o Italiana, acompañado por tres centrales como Rodri, Diego Jiménez y Samuel San José, con dilatadas trayectorias en la Segunda División B o en ligas extranjeras.
Todo sumaba y el ” tufillo” del regreso del club a la Segunda A se olía por todos los rincones de la categoría. En estos momentos, esos aires de optimismo dejan paso a una realidad muy diferente. La dificultad que entraña este Grupo III de la Segunda División B sumado a la desconexión que sufre el conjunto durante ciertos momentos de sus encuentros y la plaga de lesiones que asolan al equipo toda la temporada, dejan al equipo en una incertidumbre de resultados negativos que presagian una temporada difícil para los llagosterenses. Pero…..
Al conjunto de la Costa Brava le esta costando horrores sacar adelante sus encuentros, todo y tener argumentos para ser superior a algunos de sus rivales, el equipo no encuentra una solidez de resultados y sus ausencias durante los noventa minutos les están costando una serie de puntos vitales para estar cerca de los puestos de honor en la clasificación. Oriol Alsina se ha lamentado en varias ocasiones de la falta de acierto a la hora de cerrar los partidos por parte de sus jugadores.
Sin ir más lejos, en la última jornada de liga el equipo salió derrotado de su visita al Camp D’Esports de Lleida por 2:1, cuando a falta de diez minutos para la conclusión del encuentro iban por delante en el marcador, 0:1. El equipo que había sido claramente superior a su rival durante gran parte del partido vio como su ventaja y los tres puntos se esfumaban en dos momentos. Todo y que el equipo ha sido capaz de reponerse en varias ocasiones de resultados adversos y rachas negativas, la dinámica de esta primera fase del campeonato es desalentadora.
Con 19 puntos y ocupando la 15ª posición, la reacción del equipo se antoja como fuerza mayor para paliar una situación sorprendente. Algo que para el técnico de Arenys de Mar no es menos conocida, ya que en las ultimas temporadas sus equipos han conseguido tergiversar dichas situaciones, en unas segundas fases de campeonato muy proliferas.
La primera temporada de los llagosterenses, 2011/2012, en su estreno en la Segunda División B empezó de la peor manera posible. Con nueve jornadas disputadas, el equipo ocupaba la última posición con tan solo seis puntos. Ya en la 19ª jornada el equipo había logrado encaramarse a la 10ª posición y con un sprint final que le dejó a un solo punto del play-off.
En la siguiente temporada, 2012/2013, el conjunto gerundense tuvo que sobreponerse a una primera vuelta que le dejaba en la 19ª jornada, con veinte puntos, 14º clasificados. La temporada acabó con otra remontada que dejó al equipo en la 10ª posición. No menos sorprendente fue su primera temporada en Segunda División, donde los pupilos de Oriol Alsina después de 19 jornadas marchaban 19º con tan solo 19 puntos. Tras disputarse la segunda vuelta del campeonato, la UE Llagostera lograba ser el equipo revelación, con una racha de 38 puntos llegó a situarse 9º a tan solo cuatro puntos de la promoción de ascenso a Primera División. Datos que invitan a un optimismo moderado en cuanto a la reacción del conjunto llagosterense.
Nadie dijo que esto sería fácil y que iba a ser un paseo triunfal hacía un posible regreso de los de Oriol Alsina a la Segunda División. De hecho el técnico nunca ha sido de esta opinión y en varias ocasiones ha recalcado que este proyecto daría sus frutos a largo plazo sin asegurar la vuelta a la división de plata. La temporada sigue su curso y la UE Llagostera necesita imperativamente una reacción. La lucha del equipo queda fuera de toda duda, pero las ausencias inoportunas durante los encuentros son un lastre que deben soltar rápidamente antes de que el agua llegue al cuello. Lo que es certero es que donde nada es seguro todo es posible, algo que para el club de la Costa Brava ha sido un compañero de viaje durante las ultimas temporadas.
Foto vía: twitter @uellagostera
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