Actualmente vivimos en una sociedad que cada vez se acerca más a entrenar en los gimnasios, pero sin la Ley de Regulación Profesional del Deporte Estatal, encontramos mucho intrusismo y gente inexperta que planifica entrenamientos de fuerza. Además hay una desinformación muy grande respecto a “levantar pesas”. ¿Cuántas veces has visto gente mirarse a los espejos tras una serie de levantamientos? ¿Has escuchado a chicas decir que no van al gimnasio porque no quieren ponerse musculadas como los hombres? ¿Si entrenas fuerza pierdes flexibilidad? ¡Vamos a desmontar estos tres mitos!
En multitud de ocasiones ves a personas que están entrenando en el gimnasio y que cuando terminan de realizar los ejercicios, se ponen frente al espejo a ver como sus músculos han crecido en treinta segundos. Sinceramente unos levantamientos de peso no hacen magia, para conseguir aumentar el tamaño de tus músculos (Hipertrofia) debes trabajar duro.
Los espejos están para asegurarnos que hacemos la técnica correctamente. En el momento vemos como los músculos se hinchan como si le hubiéramos dado con una bomba de aire de bicicleta. En verdad lo que ocurre es que tras repetidas contracciones musculares la demanda metabólica del músculo aumenta, esto quiere decir que el cuerpo responde pidiendo oxígeno y nutrientes, por lo tanto la sangre que es la que los trasporta, como si fuera el mensajero, acude allí para dejarlos y llevarse los productos de desecho. A este fenómeno se le conoce como “Redistribución del flujo sanguíneo” y como consecuencia el músculo aumenta de tamaño momentáneamente por una congestión producida por el extra de sangre.
Atentas chicas, ¡esta va para vosotras! El entrenamiento de fuerza es importantísimo porque hace sentirnos bien, mejora nuestra postura corporal, reduce riesgo de lesiones… Todos hemos escuchado la excusa “no voy al gimnasio porque no me quiero poner como un tío”. Esto no va a pasaros ya que el entrenamiento de fuerza lo puedes dirigir al objetivo que tú quieras y el profesional te planificará tus sesiones correctamente. Además, los hombres tenemos altos niveles de una hormona llamada testosterona, que se encarga de eliminar grasa y de generar masa muscular (aumento del tamaño del músculo), pero en las mujeres esta hormona se encuentra en niveles muy bajos, por lo que el levantamiento de pesas no es igual para un hombre que para una mujer. Si tu objetivo no es la hipertrofia, tus sesiones deberían de ser diferentes.
Si en tus sesiones de fuerza realizas buenos calentamientos con estiramientos dinámicos y al final de ellos trabajas la flexibilidad bien y de forma compensada, no la perderás. Pero claro, en este mundo de los gimnasios vemos como cada día los usuarios llegan, realizan la tabla sin previo calentamiento y cuando acaban se van a la ducha sin realizar estiramientos. Esto puede acortar tus músculos y propiciar mucha tensión en los tendones, por eso vemos muchos “Madelman” que no pueden ni acercar sus brazos al tronco.
Con la ciencia del deporte, hemos desmontado tres invenciones muy habituales. Pide consejos a profesionales y rodéate de ellos para hacer las cosas correctamente. Adiós mitos, hola ciencia.
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