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Murieron en su sueño

El fútbol está de luto porque en la noche del pasado lunes los jugadores del conjunto Chapecoense, cuerpo técnico, periodistas y demás tripulantes abordaron ese avión con ilusiones y anhelos. El vuelo CP2933 RJ80 fue abordado por un equipo de fútbol que iba tras el sueño continental y a la final se jugaron el partido de la vida.

La cifra oficial hasta el día de hoy deja 71 muertos y 6 heridos en el accidente.

Sabemos que el fútbol es un deporte que mueve masas y así mismo une a las personas, el 29/11/2016 el mundo se unió a una sola voz, con un mismo dolor se rindió un homenaje a esos guerreros que soñaron con tocar el cielo y así fue, llegaron a lo más alto. Chapecoense un equipo que se destacó por su juego y rendimiento, celebró el paso a la final de la copa sudamericana como si hubieran ganado el campeonato del mundo, un equipo que quería marcar la historia del fútbol. Lo lograron pero lamentablemente no de la manera que esperábamos.

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Homenaje realizado en el Estadio Nemesio Camacho el Campín de Bogotá, Colombia. Foto: elpais.com

El  hincha del fútbol siente el dolor ajeno como propio, lamenta profundamente lo sucedido y el mundo entero se solidarizó con los hinchas del conjunto brasileño, con sus familiares, amigos y compañeros. El respaldo y el respeto fueron protagonistas la mañana del día martes, con mensajes de apoyo.

Los hinchas del Chapecoense, compatriotas brasileños y el resto de la afición mundial expresaron su dolor ante semejante situación. Unidos en cadenas de oración pidieron por las familias de las víctimas, solicitando fortaleza y consuelo pues ningún ser humano debería pasar por ese dolor.

Más allá de las burlas y la insensibilidad de algunos, la voz de un pueblo se hizo sentir, voz que hizo eco en cada rincón del mundo y se levanta para transmitir un mensaje de paz y solidaridad con espontáneos homenajes desde varios lugares dedicados al esfuerzo, pasión y valentía de las personas que iban en el vuelo CP2933, personas que son ejemplo de vida, padres, hijos, hermanos, amigos, esposos dejaron un legado imborrable.

No es la primera vez que sucede un acontecimiento como este, el mundo del fútbol ha sido azotado en varias ocasiones con tragedias similares. La malaventura de Chapecoense, el drama del club brasileño se suma a una lista negra para el fútbol.

“La lista negra de los accidentes aéreos y el fútbol se inició con una tragedia que marcó a toda una generación:

– Fue en mayo de 1949, cuando se perdió a uno de los equipos legendarios del fútbol italiano. Ese día, el plantel del Torino, que había ganado los últimos cinco campeonatos de liga y era la base de la selección italiana, volvía en avión a Turín luego de disputar un partido amistoso en Portugal. Al descender, la aeronave se estrelló contra uno de los muros de la Basílica de Superga y hubo 31 muertos, incluyendo a 18 jugadores de ese mítico plantel. El entonces entrenador de la selección italiana, Vittorio Pozzo, se encargó de reconocer los cuerpos de los jugadores.

En los años siguientes, otras tragedias enlutaron al fútbol:

– En 1958, ocho jugadores y tres directivos del Manchester United, además de ocho periodistas, murieron en Munich al estrellarse el avión en un tercer intento de despegue. Un joven Bobby Charlton, figura histórica del fútbol inglés, salvó milagrosamente su vida.

– El 16 de julio de 1960 murieron ocho jugadores de la selección de fútbol de Dinamarca en  un accidente de avión ocurrido al despegar en el aeropuerto de Kastrup, en Copenhague.

– Un año después, 24 miembros del club chileno Green Cross murieron en otro accidente aéreo cuando viajaban a Santiago para disputar la fase final del campeonato nacional.

 – El equipo boliviano The Strongest sufrió la pérdida de casi todo su plantel en la llamada Tragedia de Viloco en 1969.  El avión en el que viajaban los jugadores se estrelló en una zona montañosa cuando volvía de Santa Cruz a La Paz.

– En 1979, se desplomó el avión que llevaba al plantel del Praktor en Tashkent, Unión Soviética. Murieron 17 jugadores.

– El 8 de diciembre de 1987, se precipitó al al mar el avión que llevaba al plantel del Alianza Lima, que regresaba de la ciudad de Pucalipa. Murieron las 54 personas que iban a bordo, incluyendo a 26 miembros del plantel peruano.

– En 1993, el seleccionado de Zambia viajaba a Senegal para jugar por eliminatorias mundialistas. El avión de la Fuerza Aérea sufrió una falla en un motor y cayó al Atlántico. Fallecieron las 30 personas que viajaban.”

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Estadio del equipo Chapecoense Foto: elpais.com

En esta ocasión destaco a cada jugador, a cada periodista y a cada tripulante de ese vuelo. Seres humanos que como todos queremos alcanzar nuestros sueños y metas pero no sabemos que giros inesperados se pueden presentar.

La tragedia que revoluciona a miles de millones, deja hoy una lección de vida, una lección opacada por el dolor y los interrogantes del porqué de esta. No obstante, nos lleva a una importante reflexión, vivir el día a día, a estar en armonía, perdonar y pedir perdón. La vida es frágil, disfrutar cada momento es parte substancial de la misma.

Los límites los traza cada uno, no hay que negarse a las oportunidades, no hay que negarse a expresarnos libremente, no sabemos si el día de mañana  estemos o no en este mundo.

Los que estamos aquí seguiremos en este camino lleno de incertidumbres, continuamos esperando que nos depara el transcurrir de los días, sin embargo, Chapecoense quedará en nuestra memoria, recordaremos cada instante de este terrible acontecimiento, rendiremos homenaje a las 81 personas que abordaron con ilusiones y esperanzas, y murieron luchando por sus sueños.

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