Esta madrugada del miércoles Los Angeles Lakers volvieron a ganar como visitantes a los Chicago Bulls por primera vez desde diciembre del 2009 para sorpresa de los aficionados que abarrotaron el United Center, en una muestra más del crecimiento que está teniendo el equipo dirigido por el entrenador novato Luke Walton.
El comienzo del partido entró dentro de los cánones esperados, teniendo en cuenta que los Bulls habían podido preparar el partido desde el viernes a contario de unos Lakers que llegaban en back to back después de jugar la noche anterior en New Orleans. Chicago tuvo un primer cuarto brillante en todas las facetas, destacando en el acierto en el tiro y en el cuidado del balón, muy al contrario de su rival, quien no estaba nada acertado de cara a canasta y acumulaba una pérdida de balón tras otra.
Todo hacía indicar que nos íbamos a quedar sin encuentro a las primeras de cambio. Los Bulls lograron poner una diferencia en el marcador superior a los diez puntos muy rápido, lo que hacía prever que podían irse en el luminoso y dejar visto para sentencia el partido antes del descanso. Nada más lejos de la realidad. Estos nuevos Lakers distan mucho de aquel equipo que ha deambulado por la competición durante los últimos años.
La charla que les dio Walton a sus pupilos entre el primer y el segundo cuarto tuvo un efecto inmediato. Sus jugadores salieron con otra actitud, apretando mucho en defensa y moviendo mucho más el balón en ataque. Tanto es así, que en apenas dos minutos lograron reducir la ventaja a tan solo cinco puntos. Hay que destacar que una vez más la segunda unidad del equipo angelino sirvió de revulsivo, más aun teniendo en cuenta que el equipo cuenta con dos bajas en su quinteto inicial (Russell y Young), las cuales se están supliendo con jugadores que hasta estas lesiones apenas contaban con minutos.
Capítulo aparte merecen estos secundarios de Los Lakers. Los Clarkson, quien ya está en las quinielas como mejor sexto hombre de la liga, Lou Williams, Nance Jr., Black y compañía forman la mejor rotación de los últimos 30 años en la NBA. Los números son escalofriantes, promediando más de 50 puntos por partido, y con una eficiencia en ataque de 110 puntos por cada 100 posesiones mientras que tan solo reciben 81 puntos, la mejor diferencia de cualquier quinteto en toda la liga. Todo mérito del entrenador.
Continuando con el partido, los segundos doce minutos fueron un intercambio de canastas entre ambos conjuntos hasta llegar al 47-47 con el que se fueron a los vestuarios. Empezando la segunda parte y con la vuelta a la pista de los titulares, llegó un nuevo arreón de los locales protagonizado por Jimmy Butler. El escolta, ahora trasladado a alero con la llegada de Dwyane Wade, a pesar de estar muy errado en el tiro, gracias a sus viajes a la línea de personal tras falta en entradas a canasta, logró que el partido se mantuviera cerrado a pesar del mal juego mostrado por su equipo.
En la segunda mitad los Bulls fueron un auténtico solar, no hicieron nada bien. No fueron capaces de cerrar el rebote, terminando con un déficit de -14 en esta faceta, no existió ningún tipo de automatismo en ataque, todo eran aclarados o lanzamientos desde la larga distancia, y sobretodo fueron destrozados en intensidad por los “Baby Lakers”. Es cierto que Chicago ha tenido un buen inicio de campaña pero hay señales en su juego muy negativas. O Fred Hoiberg empieza a dar con la tecla o este equipo está destinado a sobrevivir de sus jugadores lanza.
El último cuarto fue completamente de Los Angeles Lakers, quienes no lograron certificar su victoria hasta los instantes finales simplemente por su falta de madurez. Hay que tener en cuenta que es un equipo muy joven, con mucho talento y un entrenador nuevo, que están en fase de crecimiento. Aun así, su imagen es cada día mejor y todo esto puedo ir perfectamente de la mano con la consecución de victorias, al final, la mejor forma de aprender.
Al final, 96-90 para el equipo angelino, lo que le permite alcanzar un record de 10-10. En las dos últimas temporadas después de veinte partidos solo consiguieron ocho triunfos combinando ambas campañas, una muestra más del impacto que ha supuesto la llegada de Walton. Ahora deben visitar el viernes a los Toronto Raptors continuando su mini gira fuera del Staples Center. Por su parte, los Bulls se quedan con un 10-7 en la parte noble del Este. Su próximo partido, también el viernes en el United contra los todopoderosos Cleveland Cavaliers.
Ficha técnica:
96 – Los Angeles Lakers – Randle (13), Deng (10), Mozgov (2), Ingram (8), Calderón (7) – quinteto inicial – Nance Jr. (12), Clarkson (18), Williams (18), Black (6), Robinson (2)
90 – Chicago Bulls – Butler (22), Gibson (11), Lopez (10), Rondo (14), Wade (17) – quinteto inicial – Canaan (5), Mirotic (6), Portis (3), Grant (2)
Pabellón – United Center, Chicago, Illinois
Asistencia – 21.773 espectadores
Árbitros – Scott Foster, Marat Kogut, Gary Zielinski
En el resto de partidos de la noche se dieron los siguientes resultados:
DET 121 – 114 BOS / MEM 105 – 120 TOR / WAS 115 – 126 OKC / NYK 106 – 104 MIN / SAS 94 – 87 DAL / MIA 106 – 98 DEN / ATL 107 – 109 PHX / IND 109 – 131 PTB)
Foto destacada vía: getty
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