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Un serio Helvetia Anaitasuna da un paso de gigante

Con La Catedral vestida con sus mejores galas, una presentación a lo NBA, y un público entregado, se presentaba el Euro Helvetia Anaitasuna en una nueva temporada europea ante los húngaros del Csugói KK, equipo en el que militara la pasada campaña el central anaitasunista Filipe Mota.

Los de Juanto Apezetxea debían cambiar obligatoriamente el chip de la competición doméstica, esa Liga Loterías Asobal que, últimamente, le está llevando un poco por la calle de la amargura, pero Europa es otro cantar, es una nueva dimensión que hace que jugadores y público se trasladen a la misma, conjurándose para ofrecer un espectáculo vibrante como el que se vivió ayer en el feudo del barrio de San Juan.

Se presentaba en Pamplona el Csurgói KK equipo clasificado en cuarta posición en la liga de su país y lejos de un inalcanzable líder en todos los aspectos como lo es el Vezsprem, pero con jugadores importantes en sus filas, caso del internacional Rudolf Faluvégi, que ya participó activamente en el último Europeo a las órdenes de Talant Dujshebaev, o del ruso Mogilev Astrashapkin, un lateral zurdo que puso en muchos aprietos a la zaga local a lo largo de la primera mitad.

No comenzaba demasiado bien el encuentro para los de casa, ya que los húngaros se ponían por delante en el marcador con un 0-2, merced a un balonmano muy rápido, con excelentes circulaciones y que hacían presagiar un buen número de dificultades a la hora de contrarrestarlo. Pero Helvetia Anaitasuna no estaba dispuesto a vender la piel tan pronto, y con un inconmensurable y eficaz Mikel Agirrezabalaga daba cumplida respuesta en la meta magiar. Los obuses del jugador de Zarautz ponían en franquicia a Anaitasuna con un 6-3 dando la vuelta al electrónico y que animaba a la grada de La Catedral. Filipe Mota dirigía con acierto a los locales, mientras que el citado Mogilev Astrashapkin se erigía en el estilete de los húngaros ante un Henrik Nordlander impreciso e irregular en sus acciones en la portería. Apezetxea hacía uso de su primer time out a los 19 minutos, pues no veía cómo despegarse de los magiares, a pesar del buen juego desarrollado, y así a los 21 minutos, Csurgói KK conseguía su primera ventaja un tras un gol del ruso, colocando un preocupante 8-9. Dos lanzamientos seguidos desde los siete metros de Bozidar Nadoveza, y un más inspirado Nordlander aupaban a los locales para finalizar el primer acto con ventaja mínima de 13-12 y las espadas en todo lo alto de cara a una segunda mitad llena de sobresaltos.

En la reanudación Anaitasuna salió a la pista con el convencimiento de que si mejoraba sus prestaciones defensivas había muchas posibilidades de llevarse el gato al agua y sacar una renta solvente con el fin de visitar el próximo sábado con ciertas garantías la cancha húngara. Y así fue, Nordlander se convertía en piedra angular de esta reacción, Agirrezabalaga seguía con su particular lección de lanzamiento exterior, y la defensa rozaba la perfección, con una intensidad absoluta que incluso hacía vibrar a la parroquia que llenaba el Pabellón Anaitasuna. Por su parte, Lazslo Sotonyi, entrenador magiar —y conocido por su pasado como jugador en las filas de desaparecido Teka de Santander—, sentaba a Mogilev Astrashapkin, anulado por completo por la zaga local, y solicitaba otro time out cuando Helvetia Anaitasuna alcanzaba un 22-18 esperanzador de cara a un final de partido que había que amarrar, sin entrar en las dudas y “pájaras” de encuentros anteriores donde en pocos minutos habían dilapidado una jugosa renta, como en el caso de Naturhouse La Rioja o Bada Huesca. De poco sirvió la acción de Sotonyi, ya que los locales, espoleados por un gran Nordlander, conseguían la victoria por 27-21, resultado importante de cara al partido de vuelta, pero que nada asegura a Anaitasuna en su caminar hacia la Fase de Grupos de esta EHF Cup.

Magnífico partido de todo el equipo, si bien habría que destacar, como queda dicho, a Henrik Nordlander, sobre todo en la segunda mitad, y a Mikel Agirrezabalaga espectacular en los lanzamientos a distancia, sin olvidarnos de la eficaz labor directiva de Filipe Mota y de una defensa muy activa y agresiva en la que, como siempre, destacaron el buen hacer de Alejandro Garza y Antonio Bazán.

Por parte de los húngaros, el ruso Mogilev Astrashapkin y Rudolf Faluvégi pusieron las gotas de calidad de un equipo que, con toda seguridad, será muy distinto en su pista dentro de siete días. La renta de Anaitasuna es muy sabrosa, pero en estos encuentros europeos nada está claro hasta el pitido final de los árbitros.


Ficha Técnica:

Helvetia Anaitasuna – 27: Nordlander; Del Valle (1), Etxeberria (3), Mota (5), Chocarro (1), Agirrezabalaga (9), Ugarte -siete inicial-, Bazán, Garza, Goñi (1), Nadoveza (2p), Oswaldo Guimaraes (4), Balenziaga, Oleg Kisselev y Gastón (1).

Csurgói KK – 21: Bartucz (Balogh, ps); Faluvégi (2), Hornyak, Radjenovic (2), Hadziomerovic (2), Mikita, Astrashapkin (7, 1p) -siete inicial-, Oslak (2), Gazdag (2), Halasz, Pordan, Jerebie (1), Rodrigues, Hanusz (2) y Varju (1).

Marcador cada cinco minutos: 1-2, 4-3, 7-5, 8-8, 10-10, 13-12 (descanso). 15-14, 20-17, 22-18, 22-18, 24-19, 27-21 (final).

Árbitros: Andrej Budzak y Michal Zahradnik (Eslovaquia). Excluyeron por dos minutos a Ugarte y Garza, del Anaitasuna, y a Faluvégi, Astrashapkin, Pordan (2) y Rodrigues, del Csurgói.

Incidencias: Partido de ida de la eliminatoria previa a la fase de grupos de la Copa EHF disputado en el Pabellón Anaitasuna ante unos 2.500 espectadores.

Imagen destacada: Eduardo Buxens (Diario de Navarra)

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