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Maldita Ensaladera 3

La gran obsesión de Argentina en el tenis mundial es ganar la Copa Davis. Los jugadores argentinos la viven de manera especial. Pero, a pesar de eso, no han podido llevarse el trofeo de campeón a casa. 1981, 2006, 2008 y 2011 fueron las ediciones en que Argentina llegó a la definición del torneo más importante de tenis por equipos y en todas sucumbió en la definición, convirtiéndose en el único país que ha llegado en tantas oportunidades a esta fase y no se pudo coronar. ¿Podrá ganarla en el 2016? Hoy recordaremos la final del 2008.

España festeja y levanta la Copa. | Foto: Prensa A.A.T.
España festeja y levanta la Copa. | Foto: Prensa A.A.T.

2008: La fiesta se frustró en Mar del Plata

Después de tantos años, Argentina tuvo la chance de definir el título como local. La Argentina había llegado a Mar del Plata tras vencer en condición de local a Reino Unido (4-1), Suecia (4-1) y Rusia (3-2).

Intereses políticos, económicos, internas y exceso de confianza fueron las razones de una derrota histórica. Fue el ejemplo perfecto de cómo hacer todo mal por parte del país local. El equipo albiceleste empezó a perder la final muchísimo antes de jugarla. En el preciso momento que venció a Rusia en semifinales y Del Potro tiró la desafortunada frase: “A Nadal le vamos a sacar los calzones del orto”, estuvo todo mal barajado.

Después, vino la novela para elegir la sede de la final. Qué el gobierno nacional no quería que fuera en la Capital Federal para no darle crédito a Mauricio Macri, qué Nalbandian quería llevarse la serie a Córdoba, qué Córdoba tampoco podía ser porque gobernaba Juan Schiaretti, que había lobby acá, que se hacían negociados allá, qué acá había más altura, qué allá la pelotita picaba más. En fin, impresentable. El Gobierno de la provincia de Buenos Aires, con Daniel Scioli a la cabeza y la banca de Cristina, ofreció siete millones de dólares para que la sede fuese Mar del Plata

Y una vez que se determinó la sede, el asunto fue el dinero a repartir. Ahí empezaron las negociaciones entre los jugadores y los dirigentes para ver cuánto se llevaba cada uno.

Encima, Del Potro, quien venía en franco ascenso, clasificó al Masters de Shanghai, lo jugó y llegó a Mar del Plata después que el resto, con un cansancio lógico, algo que cayó mal, sobre todo en Nalbandian. A todo eso, Nadal se bajaba de Shanghai y también se bajaba de la finalísima. 

Mientras tantos, había que ver la superficie. En Copa Davis, el equipo local elige sobre qué cancha se juega. Ahí radica una de las tantas ventajas de jugar en casa. Se iba a utilizar una carpeta bajo techo.
El piso del estadio Islas Malvinas fue pintado una vez. Pero los jugadores dijeron que estaba muy veloz. Lo volvieron a pintar. Pero quedó lento. Una nueva mano de pintura. Y así. Todo eso a días de la final.

El público argentino coparía el estadio, España llegaba sin su as de espadas, teníamos a Del Potro y Nalbandian. Al fin jugábamos de local. Nada podía salir mal. O sí.

El equipo capitaneado por Luli Mancini iba a estar integrado por David Nalbandian, Juan Martín Del Potro, Agustín Calleri y José Acasuso. Mientras que por el lado español, los convocados por el capitán Emilio Sánchez Vicario fueron: David Ferrer, Feliciano López, Fernando Verdasco y Marcel Granollers.

En el primer día de competencia David Nalbandian se impuso a David Ferrer 6-3, 6-2 y 6-3. Mar del Plata era la ciudad más feliz de todas. Pero en el segundo turno, Feliciano López sorprende a un errático Juan Martín Del Potro y lo vence 4-6, 7-6 (2), 7-6 (4) y 6-3.

El sábado, Feliciano López y Fernando Verdasco le ganan en el dobles a Nalbandian y Agustín Calleri 5-7, 7-5, 7-6 (5) y 6-3. Otra vez, como en el 81 y en el 06, Argentina perdía el juego del sábado. Después de esa derrota, Nalbandian se fue al hotel y no asistió a la conferencia de prensa, obligatoria por reglamento. El desacato a Nalbandian le costó sus miles de dólares de multa.

Argentina, a esa altura, ya era un barco que se hundía. Encima, Del Potro tenía molestias físicas que no le permitían jugar el primer punto del domingo ante Verdasco. Y a la cancha lo mandaron al pobre de Acasuso, quien ya tenía el peso de perder el partido decisivo de la Davis en el 2006 ante Safin. Chucho hizo lo  que pudo. Verdasco lo venció 6-3, 6-7 (3), 4-6, 6-3 y 6-1.

Por Franco Pittia Merlos | Twitter: @PittiaMerlos

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