Crónica Crónicas

Curry y Durant asaltan la casa de DeRozan

Gran espectáculo el que nos brindaron Golden State Warriors y Toronto Raptors este miércoles en un Air Canada Center lleno hasta la bandera. Ambos mostraron porque son dos de los conjuntos más sólidos en este inicio de temporada. Ninguno de los dos le perdió la cara al partido a pesar de verse en ciertos momentos del mismo debajo en el marcador por una clara diferencia.

En Toronto no deben estar muy contentos con los responsables en la elaboración del calendario de la liga regular. Han jugado en back to back contra los finalistas de la temporada pasada y claros candidatos a repetir, con un viaje de por medio. El martes disputaron un encuentro a cara de perro contra los actuales campeones en Cleveland, donde acabaron hincando la rodilla, para después tomar un vuelo de vuelta a su casa, y a la noche siguiente acoger a los subcampeones. Demasiado esfuerzo para una franquicia que ni de lejos cuentas con las grandes estrellas de los Cavs y Warriors. Al final han sido dos derrotas sí, pero se pueden ir con la cabeza bien alta ya que han competido en los dos partidos, teniendo incluso opciones de ganar en ambos.

Esta pasada madrugada tuvieron un inicio demoledor, yéndose hasta nada más y nada menos que los 38 puntos en el primer cuarto. Cierto  es que los Warriors están lejos de tener algo a lo que pueden llamar defensa, ya que aún están en proceso de crecimiento, pero esa cifra sea quien sea el rival es una auténtica salvajada. Llegaban canastas tanto de jugadores importantes como secundarios para delirio de la grada, y todo hacía prever que podían dar la campanada y tumbar al equipo de la bahía.

Sin embargo, en los instantes finales de este periodo los Warriors fueron capaces de acercarse en el marcador gracias a un acertadísimo Durant, impidiendo que los locales abrieran una brecha difícil de alcanzar. A esto, se le unió un aumento de la intensidad atrás durante el segundo cuarto. No hizo falta ningún ajuste, sino más que elevar el ímpetu con el que defendían los pick&roll y los tiros a canasta, todo ello abanderado por supuesto por el líder del equipo en esta faceta, el incombustible Draymond Green. Esto fue causa directa en la consecución de un gran número de puntos al contraataque, lo que unido al vendaval ofensivo de la dupla Curry-Durant, les permitió dar vuelta al partido en un abrir y cerrar de ojos.

Mejor eficiencia ofensiva, vía basketball-reference.com
Mejor eficiencia ofensiva, vía basketball-reference.com

Esto es lo que tienen los actuales Warriors. No puedes darles respiro alguno, ya que como te descuides, son capaces de hacer un parcial de +15 y decantar la victoria para su lado en menos de lo que canta un gallo. El talento que tienen es descomunal, y lo peor de todo (para el resto de la liga), es que parecen que aún no están jugando ni al 50% de su capacidad. Simplemente la calidad que tienen sus jugadores les sirve para ir sumando triunfos semana a semana casi por inercia. El techo de ellos es el cielo y aunque la sensación es que aún tienen un largo viaje por recorrer hasta llegar a la perfección que busca Steve Kerr, la realidad es que a día de hoy son el mejor ataque de la historia. En los 11 partidos que llevan disputados hasta el momento, promedian 116,5 puntos por cada 100 posesiones, la mayor cifra de todos los tiempos en NBA.

Regresando al duelo de anoche, y a pesar del terremoto ofensivo que propició que Golden State llegara a tener una ventaja de 19 puntos poco después de comenzar la segunda mitad, los Raptors, a lomos de un DeRozan que sigue en estado de gracia, lograron colocarse a tan solo cinco puntos (82-87) casi al final de estos terceros doce minutos. Fue un espejismo, ya que ocho puntos de Curry en apenas 60 segundos volvieron a dar a los Warriors el colchón suficiente para sentenciar el partido.

Hay que hacer una mención especial por DeRozan, líder actual en puntos por partido de toda la competición, con 33.3 de media. Ha superado la barrera de los 30 puntos en 8 de los 10 encuentros que ha disputado hasta el momento, algo que no se veía desde la etapa más anotadora de Michael Jordan, allá a finales de los ochenta. Y lo más importante de todo, es que más del 95% de los puntos que consigue lo hace obviando el triple, es decir, saliéndose de los cánones del baloncesto moderno. Maneja la defenestrada media distancia como nadie lo hacía desde hace muchos años, siendo un total especialista en el tiro de 5-6 metros. Esta campaña ha dado un paso adelante y se está convirtiendo en el auténtico líder de un grupo cuyo objetivo es hacer cara en la Conferencia Este a unos Cavaliers hasta el momento intratables.

Ahora, tanto Raptors como Warriors afrontan sendas giras lejos de sus canchas, las cuales servirán para confirmar el estado actual de ambos conjuntos. Estas rachas de encuentros jugados noche sí y noche también como visitante son un hueso duro de roer, por lo que si salen con 2-3 victorias, podrán regresar a Toronto y Oakland con un buen sabor de boca.

Ficha técnica:

127 – Golden State Warriors – Durant (30), Green (11), Pachulia (8), Thompson (15), Curry (35) – quinteto inicial – Iguodala (10), Livingston (3), West (6), McCaw (5), McGee (4)

121 – Toronto Raptors – Siakam (10), Carroll (8), Valanciunas (12), DeRozan (34), Lowry (24) – quinteto inicial – Patterson (5), Ross (11), Joseph (14), Powell (3)

Pabellón – Air Canada Center, Toronto, Canada

Asistencia – 21.050 espectadores

Árbitros – Ed Malloy, Ron Garretson, Marat Kogut

En el resto de partidos de la noche se dieron los siguientes resultados:

WAS 102 – 109 PHI / NOP 82 – 89 ORL / CLE 93 – 103 IND / DAL 83 – 90 BOS / DET 102 – 105 NYK / MIL 100 – 107 ATL / HOU 103 – 105 OKC / PHX 104 – 120 DEN / MEM 111 – 107 LAC /                  SAS 110 – 105 SAC

Foto destacada vía: homenews.com

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