Opinión

Cal Crutchlow; el papá de Willow

Me encanta Cal Crutchlow. Con esto empiezo y podría acabar este artículo de opinión, porque es así y es muy poco discutible, Cal Crutchlow no tiene haters. Me ha encandilado con sus 2 victorias, sus podios, su rendimiento, su personalidad tan británica y por su hija que le alegra la vida y nos la alegra con sus grandiosos comentarios hacia ella, Willow.

Primero comenzaré con datos objetivos y son 2 victorias, en Brno y Australia, podios, buen rendimiento a una vuelta y en tandas largas, su pilotaje en condiciones difíciles, sus buenas luchas en pista y sus poquísimos fallos.

CC 35 / World-Honda.com
CC 35 / World-Honda.com

Los más críticos, no le defenderán, achacando su mala temporada cuando estuvo como piloto oficial de Ducati y yo les pregunto: ¿Con esa moto había posibilidad de hacer algo decente? Imposible. Es más, esa moto era inconducible en palabras de Dovizioso o Iannone.

Esos son sus datos objetivos, ahora podemos mencionar sus cualidades extradeportivas, que son una de las cosas que más carisma le dan y le hacen ser querido por gran parte del público.

La primera es una famosa frase que dijo ante los periodistas:

Periodista: “¿Tu victoria en Brno es el momento más grande de tu vida?

CC: “No, ese momento es el nacimiento de mi hija.”

Así es él y así lo demuestra día a día y momento a momento, para él las carreras son lo secundario y la familia es lo primero. Y él corre por su familia y no para conseguir méritos propios. Y lo ha dicho varias veces, sin su familia él, se hubiera hundido mentalmente tras su fracaso en Ducati.

Luego, está su humor tan particular. Humor inglés, típico que en todos los otros lugares sienta mal, porque son realidades que duelen. Él lo suele aplicar en muchas Ruedas de Prensa y se le ve disfrutarlo.

Ya que he mencionado algo de Inglaterra, continuo con esto, es un piloto británico. Muy presionado porque Gran Bretaña es uno de los grandes países en motorsport de todos los tiempos y él es el piloto actual más indicado a lograr éxitos. Pero Cal no es el típico prototipo que sus compatriotas esperan. Ellos quieren a otro Barry Sheene, guaperas, y sex-symbol más que piloto, mientras que el piloto de Honda es un hombre más serio y centrado que el mítico piloto. Pero es bueno también, porque la mayoría le aprecian y recibe más elogios que críticas.

CC 35 / ElPeriodico.com
CC 35 / ElPeriodico.com

Ahora explicaré cual es mi  motivo por el cual me encanta este piloto: Necesitamos más Cal Crutchlow en la parrilla, no quiero más polémicas ni peleas. Quiero un piloto implicado y carismático que la polémica la sirva pero que la sepa llevar y finalizar. Y no solo lo digo yo, también muchos expertos.

Cal Crutchlow no es el mejor piloto de la parrilla, ni mucho menos. No es el más rápido ni el que más talento puro tiene. No es un Marc Márquez. Él es él. Dificilmente ganará un Campeonato del Mundo de MotoGP y tampoco se irá a 5 victorias anuales, no conseguirá 30 podios, ni será el que mejor prepare la moto pero será un batallador incansable, un piloto de los de antes.

Antiguamente los pilotos eran verdaderos, alejados del foco mediático, peleones y batalladores. Nunca iban con las mejores máquinas ni ganaban asiduamente pero conseguían enamorar al público.

Por supuesto tiene defectos, como son que cuando la moto no es competitiva, él se exige más de la cuenta y muchas veces lo paga con caídas y malos resultados. Es uno de los motivos que hacen que cueste que una fábrica le dé una moto oficial.

CC 35 / SportRider.com
CC 35 / SportRider.com

Pero se la merece, claro que se la merece. Si sabemos lo que hace con satélites fuertes imagínense con una moto oficial y competitiva, podría pelear por todo. Lo he dicho, difícilmente lo ganaría pero daría batalla, eso se da por supuesto.

Nuestra cultura plenamente resultadista, impide valorar a los pilotos que no se suben todos los días al podio y no miramos por debajo de las 5 primeras posiciones y por eso no valoramos a pilotos así y son los más necesarios.

Para finalizar me gustaría mencionar un motivo que he mencionado que nos hace sonreír y le hace ser feliz, su pequeña hija Willow, la cual le ha llenado de alegría y ha conseguido que su mentalidad cambie. El antiguo piloto de rallyes Walter Rohrl mencionaba que un hijo te hacía perder 2 décimas por kilómetro, a él le hace ganarlas. Y nos hace sonreír porque inunda de vitalidad un mundo cada vez más perjudicial que es el ente del Mundial de Motociclismo.

CC 35 / MundoDeportivo.com
CC 35 / MundoDeportivo.com

En conclusión necesitamos más Cal Crutchlow’s, más papás de Willow y más luchadores carismáticos. Maravilloso sería.

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Imagen Destacada vía: MotoAmerica.com

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