El día estaba pasado por agua y el Málaga, tras los nubarrones que llevan azotando al equipo en anteriores jornadas, hizo que saliese el sol en su situación obsequiando a la afición de La Rosaleda con una lluvia de goles ante el Leganés.
No empezó el día en Málaga de la mejor forma posible con elevada presencia de nubes y chubascos, reflejo de lo que ha venido siendo hasta ahora el tormentoso transcurrir de este prometedor Málaga de Juande Ramos. Muy cuestionado por la afición malaguista por su juego impreciso y sobre todo su fragilidad defensiva, al conjunto de La Rosaleda le acuciaban también las bajas por lesión que se han ido acumulando como si de una gotera sin arreglar se tratase.
Llegaba además a La Rosaleda una de las agradables sorpresas de este inicio de Liga, el recién ascendido Leganés de Asier Garitano, conjunto madrileño que afronta su primera participación en la máxima categoría y que, con mucho descaro y atrevimiento en su juego, está dando buenas sensaciones en este comienzo de campeonato, especialmente fuera de casa que es donde ha conseguido todos sus triunfos hasta ahora tras un complicado arranque contra rivales duros en su feudo, los mismos que empezará a encarar ahora precisamente el Málaga en sus próximos partidos fuera de casa.
Pero en el día en el que el Málaga celebraba oficialmente los 75 años de La Rosaleda, el Leganés no era precisamente el equipo que en más ocasiones la había visitado y cuando lo hizo, nunca había marcado y siempre había salido goleado, tónica que se ha repetido hoy en una auténtica celebración para los aficionados malaguistas que a punto estuvo de tornarse nuevamente en tragedia en los primeros minutos cuando el Leganés dispuso de una clara ocasión que Kameni tuvo que desbaratar por partida doble. Los fantasmas del gol tempranero en contra y tener que remontar nuevamente el encuentro estuvieron a punto de aparecer por octava jornada consecutiva.
Nada más lejos de la realidad, y es que aunque es cierto que el Leganés tuvo la posesión en los primeros quince minutos y algunos acercamientos de peligro, el conjunto de La Rosaleda no tardó en hacerse con el control y dejar atrás los problemas de imprecisión y fragilidad de los que tanta gala han hecho en jornadas atrás. El equipo estaba bastante modificada por las numerosas bajas y la reconstruida zaga conformada por Mikel Villanueva y Koné, acompañados por Rosales y Juankar en los laterales, no sufrió más de lo debido, mientras que en las líneas más avanzadas, la entrada de jugadores como Kuzmanovic, Pablo Fornals y Jony contribuyeron, unido a un gran y seguro Sandro, a que las nubes no fuesen tan negras y borrascosas como se podían prever.
Sucedieron algunas ocasiones en las botas de Jony y Sandro, el primero de falta directa y el segundo en un tiro tras internada que se fue desviado por poco, y también alguna del Leganés por parte de Luciano, pero el partido no se desniveló hasta la recta final de la primera parte cuando Pablo Fornals cae en el área tras contacto por detrás de Medjani y el árbitro señala penalti. Jony se encarga de anotar su primer tanto con la camiseta malaguista aunque a punto estuvo de detenerlo Serantes, que hizo la estirada correcta para atajarlo pero el balón se escurrió por debajo de su cuerpo y se alojó en el fondo de las mallas.
Esto supondría un antes y después en el partido y en ambos equipos, pues tras un par de saques de esquina desaprovechados por el Leganés llegaría un auténtico gol psicológico y que lo dejaría encarrilado en el descanso, en una contra en la que Sandro asiste de manera muy inteligente con un balón en profundidad a Chory Castro, plantándose este delante de Serantes y dejándole sentado tras una gran acción técnica para que acabe colocando el segundo tanto en el marcador a placer. En un par de minutos vertiginosos, parecidos a aquellos que hace unas semanas sirvieron para remontar al Athletic, el Málaga se encontraba en una situación cómoda como no lo había estado hasta ahora en la accidentada temporada y los aficionados malaguistas se las prometían muy felices de cara a la segunda parte.
Y es que la reanudación no pudo empezar de la mejor forma para los intereses malaguistas, con una clara ocasión para Jony, asistido por Sandro que estuvo prácticamente en todas en este encuentro, que desbarataría Serantes cuando el asturiano tenía toda la portería para sumar su segundo gol de la tarde. El Leganés parecía tocado y hundido pero lo siguió intentando de la mano de su goleador Szymanowski, aunque sin éxito. Como tampoco lo tuvo Kuzmanovic, que volvía al once tras recuperarse de su lesión y tuvo que salir lesionado en lo que aparenta ser una recaída de la misma zona dolorida, sustituido por Duda.
Más éxito tuvo el claramente destinado a ser MVP del partido, el canario Sandro, que tras una asistencia de gol y otra en una ocasión fallada, le poner la rúbrica anotando de cabeza en una jugada en la que el Leganés demostró con numerosos despejes fallidos que no estaba siendo precisamente el mejor día de la zaga madrileña, algo que aprovechó Duda para concederle la ocasión al punta malaguista. Y es que al exjugador del Barcelona, que curiosamente llevaba el pantalón con el dorsal del hoy ausente Charles por alguna razón, le salía hoy todo o casi todo, ya que justo después dispuso de una ocasión para anotar otro tanto más pero al igual que le había pasado a Jony, erró al enviar su disparo al palo. Quiso intentarlo más el canario, pero en la jugada siguiente se encontró con un fuera de juego que se lo impidió.
Asier Garitano tenía que cortar la sangría de alguna forma y probó sustituyendo a Mantovani por Pablo Insúa. Quería meterse en el partido el equipo pepinero y pareció que lo conseguiría con un tanto de Luciano, pero este fue anulado por un fuera de juego de pocos centímetros que definitivamente sepultaban las esperanzas del Leganés de intentar sacar algo en el feudo de La Rosaleda. Aun así, Szymanowski seguiría intentándolo forzando saques de esquina y ocasiones, y Garitano buscó más alternativas con la entrada de Unai López en detrimento de Omar Ramos, y poco después la de Rober Ibáñez en sustitución de David Timor, agotando el técnico del Leganés todos los cambios en muy pocos minutos.
Pero aunque el conjunto madrileño dispuso de algunas ocasiones marradas en las botas del propio Rober y también Diego Rico, la fiesta estaba en La Rosaleda y la celebración de cumpleaños de la misma no podía tener un mejor sabor. Juande Ramos, hasta ahora siempre remando a contracorriente y luchando contra viento y marea contra las múltiples complicaciones presentadas en anteriores encuentros, se lo tomó de manera mucho más relajada y dado que el sistema parecía funcionar por fin, probó suerte con cambios experimentales en lugar de los habituales destinados a solucionar la papeleta.
Es así como dio entrada a Ricca, algo cuestionado en jornadas atrás, en lugar de Juankar. Pero la gran sorpresa en La Rosaleda fue cuando Juande dio entrada a Michael Santos, punta uruguayo hasta ahora inédito y que había sido una gran apuesta del club pero que hasta ahora no había logrado convencer al técnico manchego del Málaga. Pero la suerte no estaría del lado del charrúa, que no dispuso prácticamente de oportunidad alguna para poder demostrar su valía y cambiar la opinión del entrenador sobre él.
El partido parecía no tener mucha más historia con algunas ocasiones poco claras y algún que otro escarceo entre Duda y Unai López que se saldó en amonestación para ambos, pero en el caso del portugués no fue desde luego lo más destacado por su parte. Justo después, en la última acción del encuentro, el propio Duda volvió a sacar la magia de su zurda una jornada más y puso un balón perfecto a la cabeza de Camacho que cabeceó de manera espectacular a la escuadra, colocando el definitivo 4-0 en el marcador y dando carpetazo al partido más cómodo de la temporada para los de Juande Ramos, que por primera vez dejaba la portería a cero y cortaba una racha de siete partidos seguidos en los que sus rivales siempre se le adelantaban en el marcador, ante un Leganés muy lejos de su versión habitual que concedió demasiado y lo pagó con un aguacero que pudo ser peor si cabe.
El Málaga respira una cierta tranquilidad acumulando tres partidos sin perder tras unas jornadas algo convulsas y se prepara para afrontar uno de los tramos más complicados de la temporada con salidas al Vicente Calderón, Camp Nou, Mestalla y Sánchez Pizjuán. Tendrá que hacerse fuerte en casa para campear el temporal, porque lo que desde luego no da lugar a dudas en un lugar como la Costa del Sol es que tras la lluvia siempre sale el sol.
Ficha técnica
Málaga C.F.: Kameni, Rosales, Koné, Mikel Villanueva, Juankar (Ricca, m. 76), Kuzmanovic (Duda, m. 54), Camacho, Jony (Michael Santos, m. 79), Pablo Fornals, Chory Castro y Sandro.
C.D. Leganés: Serantes, Diego Rico, Mantovani (Pablo Insúa, m. 65), Medjani, Víctor Díaz, David Timor (Robert, m. 71), Rubén Pérez, Szymanowski, Gabriel, Omar Ramos (Unai López, m. 68), Luciano.
Goles: 1-0: Jony (m. 40). 2-0: Chory Castro (m. 42). 3-0: Sandro (m. 57). 4-0: Camacho (m. 92).
Árbitro: Trujillo Suárez del colegio canario. Amonestó con tarjeta amarilla al malaguista Duda (m. 92) y a los jugadores del Leganés Mantovani (m. 15), Diego Rico (m. 69) y Unai López (m. 92).
Incidencias: Partido de la jornada 9 de la Liga Santander de Primera División celebrado en el estadio La Rosaleda con una asistencia de cerca de 19.000 espectadores. Antes de comenzar el encuentro se homenajearon los 75 años del feudo malaguista con la presencia sobre el césped de exjugadores históricos del club y la autora del saque inaugural del estadio en 1941.
Foto Destacada: Diario Sur. Vídeos: Sexto Anillo.
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