Tras un intenso derbi vasco, es momento de realizar valoraciones y hacer mención a dos grandes retornos con premio que se acontecieron durante el evento destacado por la máxima rivalidad entre los equipos de ambos lados de la A-8. Muniain se impuso como “Rey León” en el mejor partido elegible.
277 partidos fueron los que necesitó Iker Muniain para volver a ver gol tras una larga temporada dejando mucho que desear en cuanto a su nivel. Desde hace 2 temporadas, el jugador navarro parecía haber perdido esa chispa característica que tanto asombró en sus primeras temporadas con Joaquín Caparrós y su espectacular temporada con Marcelo Bielsa en la que los zurigorris deslumbraron en la Europa League.
Puesto en la mesa de debate por la afición rojiblanca tras no acabar de consolidarse tras esa temporada de Bielsa y con el nuevo entrenador que, a pesar de contar con él en la mayoría de partidos, no consiguió sacar lo mejor de él. Después, con una larga lesión de ligamentos, le costó volver a coger ritmo, algo normal en cualquier futbolista.
Buenas noches athleticzales, el jueves más y mejor ??pic.twitter.com/s8Mc5uActT
— Balenziagism (@balenziagismo24) 16 de octubre de 2016
No pudo escoger mejor ocasión para desatarse y demostrar que aquel ‘niño diabólico’ que campaba a sus anchas años atrás aún perdura dentro de su persona. Ese niño que todo aficionado al club vasco aún tenía esperanzas de ver. Ese travieso jugador que encara a su rival, regatea a su par y se planta en la frontal para sacar provecho a cualquier oportunidad que tenga, con más o menos suerte. Ese extravagante jugador que no se esconde cuando el equipo más le necesita. Consiguió darle la vuelta a un derbi vasco que no empezó todo lo bien que hubieran deseado los de Valverde.
Recepción en banda izquierda, encarada contra Carlos Martínez, recorte hacia el centro y zarpazo de león, mandando el balón a la escuadra de un Gerónimo Rulli pletórico hasta entonces. Empate en el marcador, la afición entusiasmada e Iker Muniain dándole las gracias al cielo y al ambiente de San Mamés por la resurrección de ese ‘Bart Simpson’ desaparecido durante tanto tiempo.
El esfuerzo dio sus frutos
También vio portería Iñaki Williams, desacertado y cuestionado en este comienzo de competición liguera tras no verse positivamente ligado a la palabra gol. Recibió un regalo de Aduriz para marcar su tanto, pero hizo mucho más que eso durante el resto del partido. No dio un balón por perdido, ayudó defensivamente a sus compañeros de banda y realizó una presión excelente durante todo el partido.
Demostró su carácter cuando fue necesario y vio su esfuerzo recompensado. Todo el mundo pensó que, tras fallar una ocasión contra Rulli en la primera parte, volverían a ver la misma tónica del veloz delantero hispano-ghanés. Mencionar en esto también la inteligencia de Aduriz, siendo solidario en su ocasión para poder así devolver la ambición goleadora a su compañero.
Foto principal vía: Scoopnest.com
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