En el extenso vocabulario italiano destinado a los acontecimientos deportivos hay una palabra utilizada en ciclismo designada para el que gana una etapa y se lleva la general: tappa y maglia. Pues eso ha ocurrido hoy, Marc Márquez ha ganado el Gran Premio de Japón y se ha llevado el título mundial.
Parece una comparación un tanto extraña pero extraño es todo lo que engloba a esta carrera, la cual ha sido bastante poco movida pero con tres acontecimientos que la han decantado a favor del piloto de Cervera.
El Gran Premio arrancaba con una salida buena para todos los integrantes y con una magnífica salida para el dolorido Jorge Lorenzo que se colocaba primero tras rebasar a Márquez y a Rossi. En ese momento se ponía a tirar pero con un ritmo que iba a ser insuficiente para generar problemas a los contendientes a la victoria. También en esta primera vuelta se iba cortando el grupo hasta quedarse en 8 unidades, Pol Espargaró era el noveno y no podía resistir el ritmo.
En la tercera vuelta el mallorquín abría una diferencia de 7 décimas con Marquez y Rossi que a su vez se destacaban sobre el grupo que pelearía por el podio formado por Aleix Espargaró, Dovizioso, Viñales y un poco más lejos Crutchlow.

Esta diferencia se daría por una brillante lucha entre Márquez y Rossi que durante 1 vuelta estarían pasándose y repasándose hasta que el catalán se colocaba por delante y se pusiese a aplicar un ritmo contundente para cazar al otro piloto oficial de Yamaha. Por detrás el corte era cada vez mayor aunque nunca superaría los 2 segundos de diferencia.
En las siguientes 2-3 vueltas comenzaba una breve pero intensa lucha de ritmos entre Lorenzo y Márquez que marcaban vueltas rápidas. Pero fue muy breve, el #99 no conseguía mantener el ritmo y el #93 le cazaba y rebasaba. Tras esta acción cedía un par de décimas que serían definitivas a la postre para la clasificación final.
Valentino Rossi también alcanzaba a Lorenzo y le sobrepasaba pero ya había una diferencia de 8 décimas además tampoco tenía ritmo para conseguir reducirla y comenzaba a sobrepilotar (Es decir, pilotar por encima de tus límites. Forzado y arriesgando, nada recomendable).
En la última curva de la vuelta 6 ocurría algo que sentenciaba las opciones del italiano a ganar la carrera y a ganar el campeonato, se iba al suelo y abandonaba. Rossi perdía su moto y se deslizaba por el trazado japonés. Matemáticamente descartado y muy enfadado en el box.

Márquez ya se marchaba definitivamente con 2 segundos y Lorenzo iba a ser alcanzado por las Suzuki, Crutchlow y Dovizioso, lucha a la vista. En un espacio de 2 vueltas y en otras zonas de pista más caídas acontecían: Héctor Barberá con su Ducati oficial y Jack Miller acababan con sus opciones a puntuar.
Las siguientes 10 vueltas iban a ser muy parecidas en cuanto a guión, Márquez tiraba y aumentaba diferencia, Lorenzo sufría (problemas con los neumáticos además de bajón físico) y Dovizioso tiraba para alcanzarle.
En la vuelta 17 disfutaríamos de otra brillante lucha, en este caso, como protagonistas las 2 Suzuki oficiales ya que Viñales conseguía imponer un gran ritmo y alcanzaba a A.Espargaró. Durante 1 vuelta estuvieron batallando hasta casi tocarse pero el piloto de Figueres se la llevaba y se disponía a intentar pelear por un cajón en el podio.
Llegábamos a la vuelta 19 y aquí se iba a decidir el título del mundo ya que Jorge Lorenzo se iba al suelo y enterraba todas sus opciones y hacía que la combinación imposible que perseguía Márquez se diera. El mallorquín había sufrido mucho con su físico mermado y con las Michelin tan inestables como siempre. Quedaban 5 vueltas.

La carrera ya no se movería más y el piloto de Repsol-Honda daba los últimos giros que le convertiría en pentacampeón del mundo y tricampeón de la categoría reina.
Y así fue, Marc Márquez ganaba la carrera seguido por Andrea Dovizioso y por Maverick Viñales que cerraba el podio. En cuarta posición llegaba Aleix Espargaró, quinto Crutchlow, y las posiciones de puntos comprendidas entre la sexta y decimoquinta eran ocupadas por: P.Espargaró, Bautista, Petrucci, Redding, Bradl, Nakasuga (wildcard), Hernández, Smith, Rabat y Aoyama (Sustituto de Pedrosa).
Momento de celebración improvisada, camiseta de #GiveMeFive, casco dorado y felicitación con felicidad general ya que Marc Márquez lo había conseguido.

Qué decir sobre el campeón, qué se puede añadir que no se sepa. El pentacampeón más joven de la historia superando a un tal Valentino Rossi, la primera vez que lo hace ganando, primera victoria en Japón dentro de MotoGP y tiene 23 años, sí señores 23.
Lo ha logrado de forma espectacular, sin ningún 0 y con solo la mancha de Le Mans y sobreponiéndose a todos los problemas con esta Honda tan rápida como inestable. Ha superado de forma contundente a las Yamaha y ha realizado un cambio de mentalidad tremendo ya que ha pasado de ser muy agresivo a calculador.
En mi opinión, ha honrado al motociclismo y se lo merece. Nos ha levantado del sofá y nos ha hecho disfrutar.
Desde aquí, felicitar a Marc Márquez: CAMPEÓN DEL MUNDO DE MOTOGP.
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Imagen Destacada vía: Sport