Crónica Crónicas NFL

Los Patriots devuelven a la tierra a los Texans

Primer partido de la tercera semana de NFL y repaso absoluto de New England Patriots sobre unos tristes Houston Texans. Partido sin historia que dominaron los de Massachusetts de principio a fin, con unos Texans incapaces de inquietarles ni lo más mínimo.

1 2 3 4 T
Houston Texans (2-1) 0 0 0 0 0
New England Patriots (3-0) 10 0 10 7 27

Tom Brady, ¿quién es ese? Eso se estarán preguntando los aficionados que recién estén incorporándose a esta competición. A partir de la sexta jornada (en la quinta los Patriots tienen la semana de descanso), lo conocerán. Hasta entonces, el temor que el equipo de Nueva Inglaterra podía tener, por culpa de no poder contar con su quarterback titular por sanción, se ha disipado en menos de 20 días.

La exhibición mostrada este jueves es una muestra más del porque son la mayor dinastía de los últimos 15 años. Los de Foxborough se presentaron al encuentro con un quarterback rookie, Jacoby Brissett, que apenas había realizado 9 pases oficiales hasta este encuentro, y con el que habían tenido solo tres días para preparar el game plan. Esto hubiera supuesta una losa difícil de superar para cualquier otro conjunto, pero no para uno dirigido por el mago Bill Belichick.

Bill Belichick al final del encuentro / USA Today
Bill Belichick al final del encuentro / USA Today

Lo de este señor ya no es ni medio normal. El repaso que le pegó desde la banda a su ex discípulo Bill O’Brien fue de traca. Los Patriots fueron mejores con mucha diferencia en ataque, defensa y equipos especiales, demostrando así que aún le queda mucho por demostrar al que fue asistente de Belichick durante cinco años. O’Brien se vio completamente superado en todo momento, demostrando una nula capacidad de reacción, algo muy preocupante si de verdad los Texans quieren ser considerados como un contendiente real. La bofetada que han recibido les devuelve a la tierra de los pobres, aquella desde donde 31 equipos miran con envidia y desazón a los todopoderosos Patriots.

El partido de Houston en ataque fue un desastre total, incapaces de caminar en ningún momento en la redzone rival (pasaron por primera vez del medio campo en los últimos instantes del tercer cuarto). Fueron maniatados por una defensa cuyo objetivo era muy claro: hacer que Osweiler fuera quien tuviera que ganar el partido para los tejanos. Y la “trampa” funcionó a las mil maravillas, el mariscal demostró que está muy lejos de valer los 72 millones de dólares por los que firmó en la offseason. Su partido fue mediocre, perdido en el pocket, con el brazo encogido y con unas lecturas de la secundaria horribles. Aunque en su defensa hay que destacar que la demostración defensiva de Patrios fue de las que se recuerdan por mucho tiempo y que el plan de juego de su head coach dejó mucho que desear.

O’Brien cantó jugadas desde la banda que no tienen explicación alguna. A destacar, un 3&8 aún con 0-0 en el marcador, una total frivolidad, y el 4&4 nada más comenzado el último periodo. En esta cuarto down mandó una pick play al lado de Butler, un cornerback especialista en parar este tipo de jugadas (recordemos la mítica intercepción con la que los Patriots ganaron la Superbowl de hace dos años). Junto al citado esquinero, hay que mencionar con todos los honores a Jamie Collins. El multifuncional linebacker dio una lección de cómo se debe jugar en esa posición. Aparecía por todos los lados del campo, dentro del bolsillo, parando la carrera, defendiendo pases e incluso fue capaz de interceptar uno de ellos.

En el otro lado de la moneda, el que enfrentaba al ataque de Patriots frente a la defensiva de Texans, la película de terror que estaban viviendo estos últimos no torno en comedia. Mucho se habló antes del partido que el front seven de Houston podía aplastar a la línea ofensiva de los patriotas y a su quarterback. Nada más lejos de la realidad. La línea realizó un gran trabajo protegiendo a su mariscal novato (parece otra con la reincorporación del entrenador Scarnecchia), otorgándole esas décimas de segundo de más que necesitan estos inexpertos jugadores.  Brissett no realizó ninguna maravilla de partido, pero su protección del ovoide fue suficiente para el ataque. Del resto se encargó Josh McDaniels, el coordinar ofensivo. Su playcalling fue magistral, desplegó todo su paquete de jugadas con el fin de facilitar la vida de Brissett. A ello hay que sumarle la actuación de un Blount que está recordando al de sus mejores tiempos. Certificó su buen partido con un TD de carrera de 41 yardas en los prolegómenos del partido.

Con esta victoria los Patriots se colocan con un 3-0 que les da una absoluta tranquilidad para afrontar el último partido que les queda sin Tom Brady. Por delante Bills, el bye, y Browns. El viento sopla a favor en la pequeña costa de Foxboro. Por su parte, los Texans no solo suman su primera derrota de la campaña, sino que se van con la preocupación de saber que aún están muy lejos de poder mirar de tú a tú a los gigantes de liga.

Foto destacada vía USA Today

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