En la tarde del lunes (hora española), saltaba un titular que cuando menos, sobrecogía a todo el mundo del tenis: “Rafael Nadal tomó sustancias prohibidas con permiso de la Agencia Mundial Antidopaje (AMA) en 2009 y 2012”. Esto leído así en webs y redes sociales, podía hacer saltar las alarmas de un caso de dopaje en uno de los mejores deportistas de la historia y cuyos valores de sacrificio, entrega y limpieza habían sido ensalzados por todos.
Cuando se empieza a escarbar en la información, van apareciendo los matices que hacen que esta información quede en lo que es, nada más que una manera de intentar por enésima vez ensombrecer la figura de Rafael Nadal y crear dudas sobre la legalidad de sus logros en toda su carrera deportiva (algo que los medios de comunicación e incluso antiguos altos cargos ministeriales franceses se han afanado en sembrar durante largo tiempo).
Una cosa debe quedar completamente clara: RAFAEL NADAL PARERA NO HA DADO POSITIVO EN NINGÚN CONTROL ANTIDOPING. Si se analiza la información, se puede ver que los hechos son que Nadal en Septiembre de 2009 solicita un Certificado de Exención Terapéutica (TUE) para tratarse con una inyección de acetato de betametasona (corticosteroide antiinflamatorio) debido a su lesión en la rodilla, el cual es concedido por la AMA con el visto bueno de un doctor de la Federación Internacional de Tenis (ITF). En Julio de 2012 (una vez ha renunciado a los participar en los Juego Olímpicos de Londres, donde iba a ser el abanderado español), vuelve a solicitar otro TUE para seguir un tratamiento de inyecciones intramusculares de corticotropinas (antiinflamatorios) durante tres días a razón de tres inyecciones de 1 mg tres veces al día (un total de nueve inyecciones), autorización que vuelve a ser concedida por la AMA bajo supervisión de los médicos de la ITF. Por tanto, de aquí se puede concluir que Rafael Nadal no ha consumido sustancias prohibidas, porque tenía permiso para ello, lo ha hecho durante periodos en los que no podía competir bajo prescripción médica para recuperarse de una lesión. Vamos, que no ha intentado engañar a nadie, no ha sacado mejora alguna en su rendimiento deportivo, y, por tanto NO SE HA DOPADO.
A la vista de los hechos, y como el propio Rafa afirmó en un acto promocional al que asistió ese mismo lunes cuando se le preguntó al respecto “si pides permiso para tomar algo y te lo dan, no estás tomando algo prohibido”. Esta afirmación por sí mismo sirve como explicación a todo el revuelo que unos hackers haciendo uso de métodos tan poco éticos como presuntamente delictivos, hacen públicos datos médicos (sujetos al derecho a la intimidad) publican para sembrar la duda sobre un deportista que siempre ha hecho gala de abogar por controles exhaustivo y públicos para demostrar que el tenis es un deporte limpio, y quien quiera hacer trampas aumentando su rendimiento por medios extradeportivos, queden al descubierto. Como bien vino a decir Rafael Nadal en dicho acto promocional, si estas cosas (refiriéndose a las peticiones de exenciones terapéuticas) fueran públicas, no se generarían dudas al respecto del posible aumento del rendimiento por medios ilícitos de los deportistas en general y de los tenistas en particular.
Una vez analizado todo el tema “médico”, está el análisis del uso de esta información que se ha hecho. Ha habido medios que se han apresurado a dudar de la integridad moral de Nadal afirmando que Rafa había consumido sustancias dopantes durante los años 2009 y 2012, que Nadal se había dopado con el permiso de la AMA y demás lindezas, que, a mi juicio, no es ético utilizar contra un deportista sin tenerlas eficazmente probadas, sólo por tener un gran titular o, lo que es peor, para sembrar dudas sobre la integridad de una persona que ha dedicado su cuerpo y alma a intentar ser un poquito mejor cada día en lo que hace (en este caso, jugar a tenis), irradiando valores como la cultura del esfuerzo, del trabajo y del amor por lo que hace.
No es justo que por un grupo de hackers (que intencionadamente no voy a nombrar para que no tengan más pábulo que el que han tenido) con prácticas éticamente dudosas hagan desconfiar de la limpieza y moral de una persona como Rafael Nadal, probablemente uno de los tres mejores deportistas españoles de todos los tiempos.
Por último, de todo esto se desprende que la información debe de ser a todos los niveles veraz, contrastada y no sesgarla en beneficio de una difusión mayor. Que no se tenga que pensar nunca en esa afirmación amarillista de “no dejes que la verdad no te estropee una buena noticia”, ya que detrás de ello siempre habrá personas a las que se puede dañar y mucho. Y con todo esto… VAMOS, RAFA!!!
Imágenes: www.heraldo.es ; www.tenisweb.com
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