Lo que era un secreto a voces, se ha convertido en realidad y Jordi Ribera Romans es el nuevo seleccionador nacional de balonmano en sustitución de Manolo Cadenas. Hoy ha sido confirmada la noticia por la RFEBM y será presentado el martes día 20 en las dependencias federativas.
Tras el descalabro de los Hispanos en Malmöe de la mano de Manolo Cadenas se hacía urgente buscar un sustituto al puesto de seleccionador, y el catalán ha sido el elegido para reconducir a un conjunto necesitado de nuevos aires y nuevas caras
No vamos a descubrir ahora a Ribera. Entrenador metódico donde los haya, estudioso y trabajador, que ha pasado por varias épocas en nuestro país y en el extranjero, concretamente al frente de las selecciones de Argentina (2004-2005) y Brasil en dos etapas distintas, de 2005 a 2008 y de 2012 a la actualidad. Sus inicios se remontan a la Unió Esportiva Sarriá allá por 1984, para posteriormente llegar a Eibar para hacerse cargo de la Juventud Deportiva Arrate durante tres temporadas. Terminada su andadura por tierras vascas, se aventuró a coger las riendas del equipo canario Balonmano Gáldar, donde tuvo la ocasión de tener a sus órdenes a jugadores que han marcado época en nuestro balonmano como el mítico portero Miguel Ángel Zúñiga, o los jugadores Alberto Martín, Oscar Mainer o Ambros Martín, los tres componentes del desaparecido Portland San Antonio. Su relación con Gáldar fue extensa, nada más y nada menos que once temporadas. Finalizado su periplo isleño, Jordi Ribera aterrizó en Irún para entrenar en la temporada 2003-2004 al Club Deportivo Bidasoa. En la temporada 2004-2005 decidió cruzar el charco y se puso al frente de la selección de Argentina, contrato que duró únicamente un año para, a la temporada siguiente, pasar la frontera y coger las riendas de la selección canarinha hasta 2007. Por entonces el Ademar de León le hizo una oferta y se plantó en León sustituyendo —que coincidencia— a Manolo Cadenas. Su relación con la Liga Asobal duró cuatro temporadas, hasta que, de nuevo, Brasil requiriera de sus servicios, relación que ha durado hasta la actualidad, una vez finalizados los Juegos Olímpicos.
Le queda trabajo a Ribera, si bien entendemos que la base del equipo está configurada, pero también son necesarios algunos “movimientos” que desencallen rutinas pasadas. Le avala un trabajo serio, honrado, metódico y eficaz, algo que se ha podido observar en Brasil, donde ha sido capaz de “crear” jugadores que juegan en la Liga Asobal y que todos conocemos.
Así pues, la esperanza se llama Jordi Ribera y todo el balonmano español confía en su trabajo. Lógicamente, hay que esperar, y estamos seguros que desde el primer día la sapiencia del catalán va a estar al servicio de los Hispanos.
Desde Sexto Anillo le deseamos todos tipo de parabienes. Bienvenido, benvingut Jordi!
Imagen destacada: mundodeportivo.com
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