Es bien sabido ya que el nuevo Real Madrid echará (a priori) mucho de menos a Sergio Rodríguez, ya que este era un jugador indispensable en el equipo, por no decir que era uno de los mejores bases de Europa sino el mejor. Sergio juega de tal manera que hace disfrutar al público. Practica un juego bonito y atractivo para el espectador, a la par que eficaz. Juega y hace jugar, y ¡de que manera!. Desde luego va a ser muy difícil sustituir al “Chacho”.
Tras las salidas del canario y de Hernangómez, la finalización de los contratos de KC Rivers y de Ndour, y la cesión de Augusto Lima, el Madrid decidió reinventarse. Reinventarse, y a su vez mantener el mismo núcleo, y la misma filosofía de juego que tan buen resultado les ha estado dando en los últimos años de la mano de su entrenador Pablo Laso.
Un hecho que puede ser determinante para el futuro es la renovación de Ayón, el MVP de la última Copa del Rey, pero también la de Jeffery Taylor. Después cubrieron la posición de base (en principio para rotar a Sergio Llull) con la vuelta de Draper, y al poco tiempo, ficharon también a Anthony Randolph, jugador de una enorme calidad, que era pretendido también por el Barcelona. El último en llegar fue Othello Hunter procedente del Olympiacos, y además Alex Suárez se quedará en el equipo sin marcharse cedido.
A estas incorporaciones hay que sumarle los pesos pesados del equipo como son Llull, Rudy, Reyes, y también jugadores importantes como Carroll, Nocioni, Maciulis, Thompkins, y la gran perla blanca: Luka Doncic (se espera también que Radoncic siga contando para el primer equipo).
La primera impresión es que va a ser un Madrid más físico que el año pasado, y que otros anteriores si cabe, y con mucho mejor fondo de armario que la temporada pasada. La zona que mejor se ha cubierto es la del juego interior, donde hay 3 pivots (Ayón, Randolph y Hunter) que podrían jugar perfectamente de titular, aunque lo lógico sería que el titular fuese Ayón. Para el puesto de 4 el equipo merengue cuenta con la anotación, y los tiros de media y larga distancia de Thompkins y Nocioni, además del capitán Felipe Reyes (donde sobran las palabras), y la frescura y el potencial de Alex Suárez.
Si analizamos jugador a jugador, vemos lo que podría ser este Real Madrid en su conjunto. Observamos que, como se ha comentado antes, va a ser un Madrid muy físico, muy férreo en defensa, buscando salir rápido al contragolpe, y teniendo la posibilidad de jugar posesiones rápidas gracias a jugadores como Llull, Rudy, Carroll, etc. Un hecho muy importante es que tal vez cuente con uno de los mejores juegos interiores de España y de Europa, con jugadores que aportan cosas diferentes cada uno, dándole un amplio abanico de posibilidades en ataque.
Para terminar, el Real Madrid perdió al que tal vez fuera su mejor jugador, sino uno de los mejores, pero el trabajo hecho desde las oficinas, sumado a la experiencia, y la gran compenetración que tiene el equipo, hace que su afición pueda estar muy ilusionada de cara a la próxima temporada, poniéndose el objetivo, por qué no, de aspirar a todos los títulos.
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