El Tottenham tenía todo a favor para agradar a su afición, vuelta a la máxima competición, escenario inmejorable como Wembley y todo ello en un ambiente con 85.000 gargantas, pero sucumbió ante un Mónaco que dio la sorpresa con un estilo ordenado y jugando a lo que saben hacer.
El encuentro arrancó con mucho ritmo por parte de ambos conjuntos, parecía más bien un partido de Premier League. Así, el partido se convirtió en un partido de ida y vuelta. Los de Pochettino empezaron mejor y mostrando su verticalidad con Son y Kane como protagonistas, pero la defensa monegasca se mostró muy firme al corte. Los londinenses estaban cómodos y esperaban el momento de adelantaste para que la fiesta fuera redonda, hasta que apareció Bernardo Silva. Quizás al brasileño solo le conocía el cuerpo técnico de Pochettino, pero hoy la afición Spurs tendrán su nombre bien aprendido. Silva aprovechó un rechace en el centro del campo, encaró la portería de Lloris y se sacó un zurdazo al palo derecho del meta galo. Golazo para adelantar a los suyos y dar un golpe encima de la mesa y dejar helados a masa londinense, el color del partido iba a cambiar a partir de este momento.
Tras abrir el marcador, el Mónaco comenzó a dominar. Jardem ordenó cabeza y control y así fue, Fabinho y Bakayoko se hacían con el control del medio campo. Sin embargo, el equipo local buscaba el empate con llegadas y una jugada muy clara fue una ocasión clara de Lamela que despejó espectacularmente Subasic. Minuto 31, clave en el devenir del encuentro, Lemar, que había entrado por el lesionado Dirar, aprovechaba un despiste defensivo del Tottenham para ampliar la ventaja y silenciar Wembley. Pero antes del descanso, Alderweireld acortó distancias tras un córner sacado por un desaparecido hasta entonces Alli que sigue sin ser el del año pasado.
Tras el paso por vestuarios, el técnico argentino movió al banquillo. Dio entrada a Dembele por Son y comenzó el asedio para no decepcionar a su parroquia. Alli se descolgó de la medular para dar más profundidad a su equipo y se acercó al área de Subasic con peligro. Tanto que el meta tuvo que sacar una gran mano para despejar el lanzamiento del medio inglés. Las ocasiones se seguían sucediendo, aunque con más corazón que cabeza por parte local, mientras que los de Jardim esperaban ordenados atrás. Perdieron los franceses la posesión, Falcao era una isla arriba, y Bernardo Silva desapareció de Wembley.
Parecía que el empate del Tottenham no tardaría en llegar pero el Mónaco dio una lección defensiva, con Glik en el centro de la defensa, marcándose un enorme partido. Alli lo volvió a intentar desde lejos y las incursiones de Walker en banda derecha hacían daño. Entro Janssen para buscar la heroica pero no sirvió para nada ya que el Mónaco mantuvo bien las líneas y su defensa fue un muro atrás, así, sorpresa en Londres y el Tottenham tendrá que esperar a estrenar el casillero en su vuelta a Champions League.
Como curiosidad, el Tottenham regresaba a la Champions tras cinco temporadas ausente, aunque no pudo hacerlo en su habitual White Hart Lane por obras.
FICHA TÉCNICA:
Estadio: Wembley, 85.000 espectadores
XI Tottenham Hotspurs: Lloris; Walker, Alderweireld, Vertonghen, Davies; Dier, Alli; Lamela, Eriksen, Son; Kane.
XI Mónaco: Subašić, Raggi, Glik, Nascimento, Fabinho, Sidibé, Silva, Bakayoko, Dirar, Moutinho, Falcao.
Fuente imagen destacada: theguardian
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