Opinión

Se va un mito, nace una leyenda

Como saben, ya que esta fue la noticia más pronunciada por todo el mundo en los últimos días, Iker Casillas no ha sido convocado con la Selección Española. El mejor portero de la historia de nuestro país pone fin a 16 años de exitosa carrera defendiendo la portería de nuestro combinado nacional.

Hace ahora unos ocho desde que la historia de este país, en lo referente al fútbol, dio un giro radical. Ocho años en los que pasamos de ser el hazmerreír de todos los aficionados al fútbol, de caer en octavos y cuartos, de ser víctimas de nuestro propio pesimismo y, en definitiva, de aquella frase tan nuestra que decía “vamos a disfrutar ahora que en octavos nos vamos a casa”. Pero aquella noche, aquella maravillosa noche, todo cambió.

Fue entonces cuando, de la mano de Luís Aragonés, arrancó ese fútbol tan nuestro, esa manera de jugar que maravilló al mundo entero. Esa forma de competir, de luchar, de ser positivos la que cambió el devenir de nuestro fútbol. Y es que gracias al famoso “tiki-taka” levantamos la Eurocopa de 2008. Gracias a él, y de la mano de Vicente del Bosque, todos los españoles tocamos el cielo al ser Campeones del Mundo. Gracias también a este fútbol volvimos a coronar el viejo continente. En definitiva, gracias a este fútbol fuimos los reyes del deporte rey.

Pero todo esto, todo este camino de rosas, comenzó un 22 de junio de 2008. En cuartos, contra Italia, la Campeona del Mundo por aquel entonces. Recuerdo que aquella noche todos creíamos. Todos éramos 11 futbolistas que queríamos romper de una vez por todas el maleficio de los cuartos. Cuando fuimos a los penaltis, nuestras caras comenzaron a mostrar cierta preocupación. “Otra vez la misma historia”, dijimos todos.

Casillas. España
Casillas detiene el penalti a De Rossi. Imagen vía “defensacentral.com”

Pero esa noche no, esa noche tenía algo especial. La noche donde comenzó todo tuvo un protagonista por encima del resto. Iker Casillas fue nuestro héroe, el hombre que rompió ese maleficio. El mejor portero que todos hemos visto en la historia de este país nos metía, de una vez por todas, en las semifinales de una Eurocopa. Pero hay que retroceder ocho años más para ver el debut de Iker con “La Roja”. Era el año 2000. Jose Antonio Camacho decidió meter en la convocatoria a un joven guardameta del Real Madrid llamado Iker Casillas. El 3 de junio de ese mismo año, Goteborg fue escenario del debut de un chaval de 19 años y 14 días. La historia de Casillas y la Selección comenzaba de esa manera.

Dos años más tarde llegan dos momentos clave. El primero en Glasgow. César se lesiona en plena Final de la Champions e Iker Casillas tiene que entrar para sustituirle. El cancerbero realizó tres paradas decisivas y le dio al Madrid su Novena Copa de Europa. El segundo llegaba unas semanas después. Mundial de Corea y Japón. A Cañizares se le cae un bote de colonia en el pie, el cual le provoca una herida que le impediría jugar.

A raíz de este infortunio llega el momento de Casillas, y él está preparado. La primera fase transcurre según lo previsto. Tres victorias ante Eslovenia, Paraguay y Sudáfrica. Billete a octavos, donde espera la República de Irlanda. España era favorita. Morientes adelanta a los nuestros, y a partir de ahí aparece Casillas. El ángel de la guarda de nuestra Selección para un penalti a Harte y apunto está de pararle otro a Robby Keane. Este último forzó la prórroga.

Pese a los infortunios, España resiste y el partido se va a los penaltis. Llega el momento clave. Iker para dos penaltis y España pasa a cuartos. Todo el mundo se va a abrazar a Iker, no era para menos. Ahí empezó todo. Dos meses increíbles para la carrera de un joven de 21 años. Dos meses que hicieron que la figura del mejor portero de la historia de nuestro país comenzase a coger forma. Recuerdo celebrar aquel pase por todo lo alto, al igual que también recuerdo que cada vez que superaban a la defensa del Madrid o de la Selección, mi padre siempre me decía “tranquilo, está Iker”. Después, en ese mismo campeonato, Corea nos dejaba fuera después de un robo que todos conocemos.

Pasando por dos dolorosas eliminaciones en la Eurocopa de Portugal y el Mundial de Alemania, llegamos de nuevo al 2008 y nuestra conquista de Europa. Dos años después, en Sudáfrica, las cosas no arrancaron bien. Derrota ante Suiza e Iker Casillas en el punto de mira. “No debe jugar”, “los hay mejores”, “su tiempo ya acabó” dijeron algunos. Menos mal que no les hicimos caso. Llegaron los cuartos, llegó Iker. Penalti parado a Cardozo y parada providencial en el descuento. Nos vamos a semis, donde vencemos a Alemania y nos plantamos en la final.

Casillas. España
Iker Casillas detiene el mano a mano a Robben. Imagen vía “muchomundial.com”

Era 11 de julio cuando toda España se paró. Todas las miradas estaban puestas en Johannesburgo. El sueño de ser Campeones del Mundo era posible. Corría el minuto 61 de partido cuando todos nos temimos lo peor. Robben avanzaba sólo hacia la portería. Recuerdo ver a gente que se tapaba los ojos. Para mí, sin duda, los segundos más largos de mi vida. Cuando vi a Iker vencerse al lado opuesto del disparo temí lo peor, pero ese pie, esa bota, fue la que nos hizo volver a creer. Muchos no daban crédito, Iker lo había vuelto a hacer. Una hora y media después, este mismo hombre levantaba la Copa del Mundo.

Casillas. España
Ramos felicita a Casillas tras su intervención ante Rakitic. Imagen vía “marca.com”

Dos años después, Iker Casillas volvería a ser clave para conquistar la Eurocopa de Polonia y Ucrania. Esas paradas en el debut ante Italia, la parada frente a Croacia con 0-0 o el penalti detenido a Portugal en semifinales abrieron el camino para conseguir el tercer título de forma consecutiva. El 1 de julio de 2012, Iker Casillas levantaba la Eurocopa, la triple corona, la confirmación de que éramos el mejor equipo de la historia.

Bien es verdad que a partir de ese momento las cosas no fueron bien. El Mundial de Brasil dejó a Casillas como el gran culpable de la eliminación de España. Había más jugadores sobre el césped, pero casualmente sólo fue su culpa. El fútbol. En la Eurocopa de Francia no fue titular, y Lopetegui ha decidido no convocarle, aunque no le cierra las puertas.

Pese a todo, parece que esto es la despedida de Iker y España. El mejor portero de la historia de nuestro país, y sí, lo vuelvo a repetir, EL MEJOR, se va. Gracias Iker, gracias por habernos hecho creer y, sobre todo, gracias por habernos hecho soñar.

Imagen destacada: cubadebate.cu

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