Los semáforos se apagaron dando paso a una gran salida de Nico Rosberg, acompañada de una no tan buena del sorprendente Max Verstappen, piloto más joven de la historia en copar una primera línea de parrilla (aunque es harto probable que poco a poco vaya pulverizando todos los récords de precocidad, no olvidemos que debutó con diecisiete años). El holandés se vio sobrepasado por los dos Ferrari, mas no se amilanó, y en un acto de valentía (o estupidez) no cedió su sitio, alargando la frenada e impactando con Kimi Raikkonen, quien en una carambola dejó a su compañero Sebastian Vettel sin posibilidades de podio.
Debido al triple toque, se formó una montonera de la que muchos se vieron afectados, y de la cual se benefició Fernando Alonso para alcanzar la duodécima plaza. Aunque a largo plazo habría más consecuencias. Las vueltas se sucedieron, y los restos de fibra de carbono que quedaron de la salida provocaron (presuntamente) un pinchazo en el neumático trasero de Carlos Sainz que puso fin a sus aspiraciones de entrar en los puntos cuando rodaba octavo. Otro piloto afectado en la salida que acabó abandonando fue Jenson Button, arrollado por Pascal Wehrlein, en su gran premio número 300 y que tras haber realizado una gran clasificación no pudo acabar la carrera. Todo ello condujo a que se produjese un Virtual Safety Car para permitir la limpieza de la pista.
Las vueltas se sucedían, las posiciones parecían estabilizarse cuando Magnussen sufrió un brutal accidente en Eau Rouge. Cabe destacar que con los Ferrari fuera de carrera, estaba siendo el mejor gran premio de los Renault hasta la fecha, con sendos pilotos en zona de puntos (Palmer séptimo y Magnussen octavo). El coche de seguridad salió a pista, y muchos pilotos optaron por pasar por el pit lane, no así Rosberg ni Ricciardo… tampoco Hamilton ni Alonso. Los primeros usaban neumáticos blandos, y bien podrían arrepentirse de su decisión ya que Hulkenberg, con gomas nuevas, aguardaría al acecho, mientras que los segundos empleaban neumáticos medios, no viendo afectada su estrategia de carrera. Dos vueltas pasaron hasta que el gran premio dio un vuelco, cuando la bandera roja fue enarbolada, poniendo fin a esta “lucha por la pole”, en la que Alonso saldría cuarto y Hamilton quinto, ambos con neumáticos nuevos.
Año nuevo, vida nueva. Tras una pequeña carrera de diez vueltas, comenzaba de nuevo el espectáculo, aunque esta vez saldrían detrás del safety car, privándonos de la oportunidad de ver una nueva salida. Pero con nuevos protagonistas, Fernando Alonso, y, sobre todo, Lewis Hamilton… sin olvidarnos de los Ferrari y de Verstappen, quienes con posiciones perdidas mas sin la diferencia de tiempo, a base de ritmo podrían llegar a los puntos. El coche de seguridad dejó las espadas en alto, con Fernando atacando la tercera posición de Hulkenberg y con Lewis Hamilton más pendiente de mantener la quinta plaza que de poder aspirar a arrebatarle al español el cuarto lugar. Una vuelta fue capaz de aguantar el bicampeón del mundo al vigente campeón, dejando que las posiciones se estabilizasen. Si bien en la parte de arriba parecía que se permitirían una tregua, atrás, con dos Ferrari y un Red Bull la batalla estaba servida, principalmente entre Kimi y el joven holandés del equipo de la bebida energética.
Las vueltas pasaban, y como era de esperar Hamilton ganaba posiciones, lo que parecía una ocasión franca de Nico para recuperar puntos, fue desperdiciada, no por su culpa, sino por lo acontecido en la carrera. Sus teóricos aliados luchaban por entrar en los puntos y sólo Ricciardo conseguía mantenerse entre los dos Mercedes. Un mal pit stop del inglés permitía al australiano dar juego a la carrera, aunque las primeras posiciones parecían claras. Fernando luchaba para mantener la quinta posición ante el empuje de Massa mientras Hulkenberg se mantenía a una distancia cómoda. Sin embargo no sería tan sencillo igualar la posición de Mónaco. Si a Massa parecía tenerlo controlado, cuando Sergio Pérez adelantó al brasileño a quince vueltas del final el mexicano ponía en jaque la mejor posición de McLaren del año. Las vueltas pasaron, y con la diferencia de ritmo (y de motor), Fernando Alonso, con sesenta posiciones de sanción, pasaba a copar la sexta posición. Pero no era la única amenaza. Sebastian Vettel venía como un avión y sólo Felipe Massa le servía de escudo.
En la lucha por el podio Ricciardo mantenía a raya a un Lewis Hamilton que tendría que parar casi con seguridad. El botín de Nico podía ser de 10 puntos o de tan solo 7, dependía del Red Bull. El australiano incluso bajó el ritmo, manteniendo detrás al inglés para cuidar sus gomas, hasta que el de Mercedes hubo de entrar en boxes a doce vueltas del final, dispuesto a recortar la distancia con neumáticos nuevos (gomas que no fueron del agrado del vigente campeón que esperaba las superblandas). La carrera tenía dos puntos de interés, la lucha por el sexto puesto entre Vettel, Massa y Alonso, y la lucha por el segundo.
A diez vueltas para el final Vettel sobrepasó a Massa, brindándonos la posibilidad de presenciar un duelo Alonso – Vettel, Ferrari – Mclaren. Aunque por desgracia, el espectáculo no fue duradero, pues en cuanto el Ferrari abrió el DRS, las posibilidades de mantener la posición se esfumaron. Viendo que Massa no era capaz de recortar la distancia que le separaba de Fernando, este dejó que Bottas tuviera la oportunidad de intentarlo. Raikkonen no desaprovechó la oportunidad y adelantó al brasileño en la recta, haciendo valer la velocidad extra del DRS. Desde ese momento y hasta el final, las posiciones no cambiarían, finalizando la carrera con Rosberg como ganador, completando el podio Ricciardo y Hamilton. A continuación Hulkenberg, Pérez, Alonso, Bottas, Raikkonen y Massa.
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