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Kenia vuelve a dominar el maratón olímpico

Por todo el mundo se puede ver a corredores etíopes y keniatas ganando los maratones de cualquier importancia. Para Kenia lo que ganan sus maratonistas significa un importante ingreso de remesas, es por ello que más de 180 keniatas poseen marcas personales que les permitirían clasificar a los juegos olímpicos. Etiopía no se queda muy lejos, seleccionar a sus tres representantes permitidos para esta prueba es una tarea muy difícil, al grado que dejaron fuera del equipo a varias de sus estrellas, pero fue hasta estos juegos olímpicos que mostraron ambas naciones sus jerarquías.

En una mañana lluviosa y con un calor sofocante por la alta humedad, los 155 maratonistas salieron del Sambódromo para cumplir con la distancia máxima en las carreras. Un pelotón nutrido que se fue desmembrando desde el primer kilómetro, tomaba un ritmo conservador. Con el avanzar de la prueba veíamos una gran diversidad de naciones, varios africanos, americanos, europeos y algunos asiáticos. De pronto corredores como el peruano Christian Pacheco, el mexicano Ricardo Ramos, el campeón mundial Ghirmay Ghebreslassie y el veterano Meb Keflezighi intentaban tomar un poco de protagonismo.

Al pasar el medio maratón el pelotón puntero seguía muy nutrido con 46 corredores. Dicho pelotón se fue estirando en los siguientes cinco kilómetros, viendo a varios corredores con diversos problemas físicos que los obligaban a abandonar, otros que simplemente habían corrido la mayor distancia que podían soportar a un ritmo que ya se había acelerado por las condiciones impuestas por Feyisa Lilesa de Etiopía, Eliud Kipchoge de Kenia, el eritreo Munyoi Mutai y un sorpresivo Galen Rupp que días atrás había quedado quinto en los 10,000m.

Al kilómetro 33 la fiesta ya era solamente de tres personas. Faltaba definir las posiciones. Kipchoge, quien ya contaba con dos medallas olímpicas obtenidas en 2004 y 2008 en los 5,000m. buscaba el metal que le faltaba, el oro que Kenia sólo había obtenido una sola vez en el maratón con el fallecido Sami Wanjiro, la prueba que dominan por todo el mundo. Detrás de él, la batalla por mantener el ritmo la protagonizaban Rupp y Lilesa, justo cuando estaban por salir del circuito que recorrieron tres veces. Un trazado plano que permitiría marcar un mejor ritmo si las condiciones climáticas lo permitieran.

El resto de la carrera la dominó por completo Kipchoge, con un paso firme, en su rostro se notaba la fortaleza con la que corría y evidenciaba que sólo una tragedia le impediría ganar el oro. Por fortuna, no pasó lo que al brasileño Vander Lima le sucedió en Atenas 2004, cuando un fanático religioso lo derribó cuando se perfilaba a ser campeón olímpico, obteniendo un bronce que lo festejó más que un campeonato. A Lima esto le valió ser condecorado con la medalla Pierre de Coubertin. Además de encender el pebetero olímpico en estos juegos de Río qué hoy será apagado.

Detrás del puntero Lilesa y Rupp volteaban constantemente, demostrando que ambos temían de ser alcanzados y perder sus posiciones, pero la diferencia entre estos dos corredores se mantuvo hasta el final, logrando Lilesa obtener la plata, dejando con el bronce a Rupp. Los tiempos obtenidos por los tres maratonistas que serán premiado durante la ceremonia de clausura de los juegos, fueron 2:08.44 para Kipchoge, 2:09.54 de Lilesa y 2:10.05 de Rupp que es su mejor marca personal.

Foto vía río2016.com | Matthias Hangst/Getty Images

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