Para las corredoras de 800 cada vez se va estrechando más el tamiz con el objetivo de buscar la esencia. Las semifinales no han hecho más que confirmar el papel de las favoritas con algunas sonadas excepciones que, como no podía ser de otra manera, vienen del país de Kozakiewicz, P. Fajdek o I. Szewinska, es decir Polonia. Ha llegado el momento de enseñar las cartas aunque por lo que se intuye, algunas están marcadas.
En la serie con más “peso específico”, C. Semenya ha corrido agazapada entre sus rivales como si no le fuera la cosa, arbitrando la carrera con suma facilidad. En el último hectómetro le ha bastado un cambio sutil para obtener un puesto en la final arrastrando, eso sí, a sus compañeras de viaje. En la primera, la keniana M. Wambui y la atleta de Burundi, F. Niyonsaba han impartido su lección con rigor y control total hacia sus adversarias, consiguiendo su objetivo con registros ligeramente inferiores a los dos minutos, garantía más que suficiente para amortizar el desgaste que supone la final. La segunda ha sido mucho más “nerviosa” e inquietante puesto que ha sembrado la incertidumbre hasta el último momento. Quizás un excesivo control entre las favoritas ha propinado la aparición como un suspiro de la polaca y reciente sub 1’59”, J. Józwik. La europea ha destronado a favoritas de la talla de S. Büchel, la etíope E. Sum o la inglesa S. Oskan-Clark, todas ellas mejor acreditadas.
FINAL
Para mantener el papel de favorita no hay otra manera que creérselo, y mucho más después de los últimos intentos fallidos. Semenya ha salido dispuesta a no permitir ningún tipo de injerencia que la apartase de su objetivo, pasando el primer 400 en 57”59 y poniendo a todas sus rivales en fila de “a uno”. Pero no todo iba a ser tan inmediato y evidente. A falta de 250 metros la atleta de Burundi F. Niyonsabe propina un cambio de ritmo con la intención de erosionar el ritmo de la líder y desconcertar a todas sus contrincantes. Lógicamente, la carrera se vuelve nerviosa e incierta entre ese tramo del anillo hasta que, a falta de 150, la sudafricana propina un severo y letal ataque que ya será el definitivo, finalizando con un registro de 1’55”28; hoy por hoy fuera del alcance de todas sus rivales. También recompensa para el resto de favoritas F. Niyonsaba con 1’56”49 y la keniana Wambui 1’56”89. La cuarta posición ha sido para la canadiense M. Bishop, seguida de la polaca emergente J. Józwik y la Inglesa L. Sharp con 1’57”02, 37” y 59”, respectivamente. En séptima posición la bielorusa M. Arzamasova con 1’59”10 y en la última, la americana K. Grace con 1’59”57.
Fotos vía: www.lavanguardia.com
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