A falta de una jornada para la finalización de la Ronda Preliminar, tan solo Noruega y Brasil han hecho los deberes y ya están clasificadas para Cuartos de Final, mientras que España, Angola y Rumanía se jugarán las dos plazas restantes. Las Guerreras deben ganar sí o sí a las africanas so pena de coger el billete de regreso antes de tiempo.
Angola, 24 – Brasil, 28
Las angoleñas ya han demostrado que su balonmano va evolucionando a pasos agigantados y saltaron al Arena do Futuro con la intención de dar otro paso más confirmando ese calificativo de equipo revelación. Y no le faltó demasiado ya que puso en muchos aprietos a la anfitriona Brasil, donde la actuación en la portería de Bárbara Arenhart fue decisiva, al igual que la de Ana Paula Rodrigues —autora de 7 goles—. En las angoleñas, Natalia María Bernardo desquiciaba a la defensa carioca con goles de todos los colores —marcó 8 para su equipo—, bien secundada por la zurda Azenaide Daniela Carlos, autora de otros seis. La primera mitad fue de dominio angoleño, incluso con ventajas de hasta tres goles que dejaban en evidencia a la canarinha. Una primera mitad que finalizaba con empate a 13 goles y las espadas en todo lo alto y dudas, muchas dudas en la escuadra local. En el segundo acto, la mayor experiencia y calidad de las de Morten Soubak apareció en el 40×20 y los goles de Samira Rocha, Jessica Quintino y Deonise Fachinello fueron abriendo brecha en el luminoso hasta conseguir una victoria por 28-24 que le daba a Brasil el pase a Cuartos. Angola se la jugará contra España en un encuentro a una sola carta. Destacar a Ana Paula Rodrigues, Bárbara Arenhart y Samira Rocha, por parte de Brasil, y a Natalia María Bernado, Azenaide Daniela Carlos e Isabel Evelize W. Guialo por Angola.
Rumanía, 24 – España, 21
Pintan bastos para las huestes de Jorge Dueñas que deberá ganar a Angola si quiere seguir viva en la competición. Las Guerreras volvieron a enseñar su lado oscuro y tras un recital primoroso de pérdidas de balón, dejaron el camino libre de obstáculos a una Rumanía a quien solo le servía el triunfo para poder seguir teniendo esperanzas de meterse entre las cuatro primeras del grupo. Con una Cristina Neagu imperial, bien secundada por la zurda Melinda Geiger, las rumanas caminaban seguras ante un equipo español muy fallón tanto en ataque, como donde se le presupone que radica su fortaleza, la defensa. Silvia Navarro no llegaba a los obuses que le enviaban Neagu y Geiger —a las zonas altas de su portería—, y la defensa española no era lo suficientemente eficaz y agresiva para blocarlos. Quizás Dueñas pecó de conservador y no se atrevió a dar descanso a Navarro. España en ataque dudaba mucho, y tan solo Carmen Martín encontraba premio ante Paula Ungureanu, que fue otra de las artífices de la posterior victoria rumana. Nerea Pena y Marta Mangué tampoco enseñaban su mejor versión lo que suponía demasiada ventaja para las de Tomas Ryde. Finalizaba la primera mitad con ventaja de 13-11 para las balcánicas que hacía presagiar unos treinta minutos finales llenos de intranquilidad para las españolas.
Y si no quieres taza, pues taza y media. Dueñas seguía sin acertar en cómo parar a Neagu, y Rumanía se marchaba de seis goles en el electrónico, algo que encendía todas las alarmas habidas y por haber en el conjunto español. Pero si algo define a las Guerreras es su corazón indomable, y reivindicando esa condición, daban la vuelta al marcador con un 1-8 que alimentaba las esperanzas de victoria y pase a Cuartos. Pero Neagu y compañía no estaban por la labor, asestando a las de Dueñas la puntilla en los últimos minutos, y dejando el resultado en 24-21 que meten a las de Ryde en la lucha por el billete a la siguiente fase, si bien tienen un complicadísimo encuentro el domingo ante Noruega. Destacaron por parte de España, Carmen Martín, Eli Pinedo y la segunda parte de Nerea Pena. Por las rumanas, Cristina Neagu, Melinda Geiger y Paula Ungureanu.
Montenegro, 19 – Noruega, 28
Tras la derrota ante Brasil, la actual campeona olímpica sembraba algunas dudas sobre sus reconocidas virtudes, y abría ciertas esperanzas en sus contrincantes a la hora de conseguir apartar a las nórdicas de su camino hacia las preciadas preseas. Pero de todos es conocido que las de Torir Hergeirsson se superan en las adversidades, y ante Montenegro enarbolaron la bandera de un balonmano preciso y precioso, donde, una vez más, el triunvirato Kari Grimsbø, Nora Mørk y Veronica Kristiansen, nos dejaron detalles de auténtico lujo, ante un equipo balcánico que no ha sabido o no ha podido en esta cita olímpica alcanzar su mejor nivel. Dragan Adzic apostó en su día por convocar a Bojana Popovic, jugadora que otrora disfrutara del privilegio de ser una de las mejores, pero que en la actualidad —y perdónenme mi osadía— es una rémora para los intereses de Montenegro. De hecho, ayer vio el encuentro desde la grada, ni tan siquiera fue convocada por Adzic, si bien no sabemos si fue debido a problemas físicos o una simple decisión técnica, por la cual nos inclinamos más. Noruega pasó por encima de las montenegrinas sin demasiados agobios. Una Grimsbø que finalizaba el encuentro con un escalofriante 60% de efectividad, era el punto de partida para un equipo que ya ha engrasado su maquinaria y que se perfila como claro aspirante al podio final. Las nórdicas, salvo los minutos iniciales, siempre llevaron la iniciativa en el luminoso. Tras el empate a 3 goles, hubo momentos de desconcierto por parte de ambos conjuntos, y pasaron algunos minutos sin que ninguno de los dos subiera tanto alguno a su casillero, pero Nora Mørk y Camilla Herrem se encargaron de romper el hielo y poco a poco fueron distanciándose de las de Adzic. Por su parte, Montenegro se plantaba en la pista con novedades en su primera línea, donde Durdina Jaukovic ocupaba el centro ofensivo y una insegura y nerviosa Marija Jovanovic hacía lo propio en el lateral izquierdo, fallando en demasía y regalando balones a las noruegas que no desaprovechaban para montar su letal contra. Tampoco Katarina Bulatovic estaba acertada y su 40% de efectividad deja mucho que desear en un torneo por el que ha pasado, como todo el equipo, sin pena ni gloria. Era tan solo la jovencísima Durdina Jaukovic quien se atrevía a perforar la meta de la gran Grimsbø, dejando en el banquillo a otra de las vacas sagradas como es Milena Raicevic, que únicamente se empleaba en tareas defensivas. La maquinaria noruega no daba pie a la sorpresa y dejaba un 16-11 al descanso que era una premonición de lo que se esperaba para el segundo acto.
Y efectivamente, así fue. Noruega, casi sin despeinarse, seguía en sus trece y con veloces contraataques y un juego combinativo vistoso, superaba una y otra vez la defensa balcánica. Montenegro se veía incapaz de contrarrestar el juego de su contrincante y poco a poco se iba diluyendo, perdiendo toda esperanza de darle la vuelta al encuentro. Minutos para Marit Frafjord, Linn Kristin Riegelhuth, Emile Arntzen… jugadoras que tendrán que ir entrando en el esquema de Hergeirsson de cara a los complicados encuentros que se le avecinan a las noruegas. Fin de la representación, y 28-19 incontestable que obliga a las de Montenegro a coger el avión antes de lo que ellas pensaban. Ya vendrán tiempos mejores.
La clasificación la encabezan Noruega y Brasil con 6 puntos, seguidas de España, Angola y Rumanía por este orden y con 4 puntos.
Próximos partidos:
Montenegro – Brasil (domingo 14, a las 14:30 h)
Noruega – Rumanía (domingo 14, a las 21:40 h)
España – Angola (lunes 15, a las 00:50 h)
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