De Getxo al Nuevo San Mamés

El Athletic Club ha ido reinventándose durante casi 120 años, y por ello es fácil de entender que además de su escudo o sus colores, los terrenos de juego donde se respiraba y se respira el sentimiento athleticzale hayan ido amoldándose a las exigencias propias de un club en constante crecimiento.

Campo de Santa Eugenia, Getxo

Aunque el año de fundación del club es asumido por todo el mundo como 1898, no fue hasta septiembre de 1901 que el Vizcaya Athletic Club (conocido popularmente como Athletic Club) se registró legalmente. La Sociedad Gimnástica Zamacois fue la entidad polideportiva principal en la que decenas de amigos y vecinos de la localidad practicaban el deporte rey, recién llegado de las Islas Británicas. Tras la escisión de una gran parte ellos para formar el Bilbao F.C., que más tarde se convertiría en el principal rival del Athletic Club, 33 deportistas decidieron seguir sus pasos y encabezar el proyecto de creación de un nuevo club. Hasta ese momento, las diferentes agrupaciones deportivas de la zona tuvieron que conformarse con disputar sus partidos en el Campo de Fútbol de Santa Eugenia, situado en los terrenos del hipódromo de la localidad vizcaína de Getxo.

Campo de Lamiako, Leioa

Una vez constituido legalmente como club deportivo, el Athletic Club comienza el Siglo XX haciéndose un hueco tanto en el panorama deportivo español, como en el internacional. Diferentes clubs bilbaínos fueron invitados por el conjunto francés Burdigala de Burdeos a disputar una serie de encuentros en Francia, que más tarde tendrían sus réplicas en la localidad de Leioa, donde el Athletic Club había comenzado a disputar sus partidos. Los terrenos de juego de Lamiako se consolidaron un año más tarde, cuando por motivo de la coronación de Alfonso XIII, albergaron un torneo estatal que acabó ganando el conjunto de Vizcaya, compuesto por jugadores del Athletic Club y el Bilbao F.C. En 1903, ambos clubs se fusionarían oficialmente, denominándose Athletic Club y adoptando definitivamente los colores rojo y blanco. El aunamiento de estos dos equipos en uno solo propició un mayor seguimiento por parte de la afición de Bilbao, que semana tras semana llenaba las casi 3.000 localidades del Campo de fútbol de Lamiako, hasta que en 1910, debido al enorme crecimiento de la afición, el club buscó una nueva sede.

Campo de Jolaseta,  Neguri

Tras abandonar su primer gran campo de fútbol, el Athletic Club se traslada en 1910 al Campo de fútbol de la Jolaseta, en Neguri, donde al año siguiente ganaría la Copa. Pichichi fue su primer goleador. Las dimensiones de este campo de fútbol se amoldaban mejor al número de aficionados, e introdujo novedades tan importantes como una tribuna cubierta para los aficionados, pero contaba con un gran inconveniente: la distancia entre el propio campo y el núcleo urbano de Bilbao. De esta manera, y con el objetivo de facilitar el seguimiento de la afición, el club decide en 1911 la construcción de un nuevo estadio, mucho más grande y cercano a la ciudad, que sería inaugurado en 1913. No se podían imaginar lo que un estadio de fútbol podía transmitir al mundo del deporte.

Estadio de San Mamés, Bilbao

“¿A dónde vas? – A San Mamés. – ¿A la ermita? – No, a la Catedral.”. Este es uno de los muchos ejemplos que muestra la conexión forjada entre el estadio y el aficionado. Construido al lado del asilo de San Mamés, de donde rescató el nombre, ha dotado a los jugadores del club del apodo de los leones, en referencia al mártir San Mamés, quien fue arrojado a las fieras. Con capacidad para casi 40.000 espectadores, este estadio centenario ha sufrido varias remodelaciones a lo largo de su historia, entre las que destaca la implantación de su famoso arco que permitió la retirada de algunas columnas y con ello una importante mejora en la visibilidad. El arco, una vez demolido el estadio, fue trasladado pieza a pieza hasta Lezama, donde preside el Campo 2 desde 2015. Conocido como la Catedral del fútbol, ha sido espectador de algunos de los momentos y jugadores más ilustres del Athletic Club.

Nuevo Estadio de San Mamés, Bilbao

Desde hace tres temporadas, este nuevo estadio lleva siendo el hogar de los leones y sus seguidores. Ellos se sienten como en casa, como si nunca hubiesen abandonado su querida Catedral, y gran parte de la “culpa” la tiene el club, que decidió situarlo al lado de su predecesor, y dotar al nuevo estadio de un ambiente popular, aunque tampoco se le puede tachar de anticuado. Con aforo para unos 55.000 espectadores aproximadamente, le han sido otorgadas las 5 estrellas en materia de estadios por la UEFA. El busto de pichichi, que también se encontraba en el antiguo San Mamés, disfruta ahora de una ubicación envidiable (entre los banquillos y el césped), esperando la ya famosa ofrenda que cada club que se estrena en San Mamés debe cumplir. El izado de su cubierta cumple los plazos y se espera que esté todo listo para el inicio de la nueva temporada, en la que la lluvia ya no podrá aguar la fiesta a los aficionados de San Mamés.

Fuente imagen principal: 3.bp.blogspot.com

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