El Tour de Francia ha comenzado, y el corredor español Alberto Contador, el ciclista nacional con más posibilidades de ganar la Grande Boucle, ha comenzado con mal pie debido a las caídas sufridas en las 2 primeras etapas.
Vale que, pese a las caídas sufridas, sobre todo la sufrida en la primera etapa, fue la más aparentemente grave, que le han dejado bastante mermado físicamente, el equipo, su equipo, el Tinkoff, debería apostar más por el o definitivamente abrir más vías para cumplir otros objetivos, es decir, que el patrón Oleg Tinkoff debería salir a decir algo.
El segundo día de carrera, con el líder para ir a buscar la general, sufriendo otra caída, no tan importante, se encuentra con que en el repecho final de la etapa, uno de sus gregarios, Roman Kreuziger, campeón checo, comienza a tirar del pelotón con fuerza en busca de debilitar los posibles rivales para la victoria de etapa del esprínter del equipo, el eslovaco Peter Sagan, que en esa etapa consigue la victoria y el liderato de la carrera a costa de que el líder, Alberto Contador, se deje en meta 48 segundos que pueden ser importantes de cara al final de la carrera.
Pero no contentos con eso, en la quinta etapa, camino de Le Lioran, etapa aparentemente sin dificultades para la clasificación final de la carrera, en los últimos metros, los corredores importantes suben un poco más el ritmo y se produce la imagen que no debería producirse.
Un gregario nunca debería hacer lo que en esta etapa hace Kreuziger, ni un líder sentirse tan abandonado como se siente Contador.
La imagen habla por sí sola, y demuestra lo que hay, Kreuziger mirando hacia atrás viendo como su líder se descuelga y mientras tanto el sigue hacia adelante sin quedarse a esperarle, todo esto con otro gregario, Rafal Majka, por delante en escapada y también entrando por delante de Alberto, que ese día se dejaría otros 33 segundos.
Más tarde Alberto se encargaría de decir que en efecto y como todos pensábamos, Kreuziger obvio las ordenes de equipo buscando su lucimiento personal, cosa que se puede achacar al final de patrocinio del equipo al final de la presente temporada, que hace que todos los ciclistas anden pensando en su bien nada más y puede perjudicar al funcionamiento durante el Tour.
Estos comportamientos podrían asemejarse a los acaecidos durante el Giro de Italia de 1987 con Roberto Visentini y Stephen Roche como protagonistas, donde el líder, en este caso el italiano fue traicionado por el irlandés que acabo ganando el Giro o lo que ocurrió durante la carrera italiana también en 1993 cuando Armand de las Cuevas salió a tope en una cronoescalada cuando Unzue le intento parar para que se guardase para las siguientes etapas en las que Miguel Induráin iba a necesitar lo mejor de su gregario y al final no pudo tenerle disponible.
La pregunta que desde aquí nos hacemos es: ¿Qué es por lo que quieres luchar Oleg? ¿La clasificación general o las etapas sueltas? Hasta que tu no digas lo que quieres y tus corredores no lo sepan definitivamente, seguirán ocurriendo estas cosas, que a día de hoy no se deben producir.
Imagen destacada: www.cyclingweekly.co.uk
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