El MetLife Stadium se convirtió anoche en la escena de una ejecución deportiva, los New York Giants, dados por muertos por los expertos, no solo vencieron a los todopoderosos Philadelphia Eagles, pues los destrozaron 34-17.
La derrota es un sismo en la NFC Este, cayó la racha de 17 victorias consecutivas de Jalen Hurts en partidos terminados, y, de paso, una nueva figura se alzó en el panorama divisional.
Este triunfo gigante se construyó sobre el lodo y el acero de las trincheras, una historia donde un rookie sin miedo, Jaxson Dart, y un corredor subestimado, Cam Skattebo, reescribieron el guion de la rivalidad más encendida de la liga.
Dart domina el campo con piernas y cabeza
El partido arrancó con un golpe en la mesa del quarterback novato, Jaxson Dart lideró a los Giants a una anotación en el drive inicial, una proeza que ya se siente como una costumbre.
Al encender el marcador de inmediato, Dart se unió a la leyenda de Patrick Mahomes en una estadística histórica, que son los únicos quarterbacks desde 1991 en anotar en la posesión de apertura de sus tres primeras titularidades.
La doble amenaza que no pudo ser detenida
La eficiencia de Dart fue innegable, completó 17 de 25 pases para 195 yardas, pero su verdadera arma fue su movilidad, donde el rookie acumuló 58 yardas por tierra en 13 acarreos y firmó un touchdown terrestre.
Además, su juego dual forzó a la defensa de los Eagles a contenerlo, compensando las bajas de receptores clave en Nueva York, sin embargo, si Dart fue el estratega, el motor que molió el reloj de Philadelphia fue Cam Skattebo.
El despertar del ‘Ground and Pound’: Skattebo golpea tres veces
La narrativa previa sugería que los Eagles debían explotar el juego terrestre, en cambio, fueron los Giants quienes impusieron un demoledor ataque terrestre, aprovechando las lesiones en la línea defensiva de Philadelphia.
Skattebo, con el mejor partido de su carrera, cargó el balón 19 veces para 98 yardas y, lo más sorprendente, perforó la zona de anotación tres veces.
Este dominio fue el factor fundamental del colapso de Philadelphia, controlar casi 100 yardas en el suelo con un solo corredor y capitalizarlas en touchdowns permitió a los Giants drenar el reloj y mantener a la defensa de Hurts congelada al margen.
Estadística | New York Giants (34) | Philadelphia Eagles (17) |
---|---|---|
Conversiones de 3er Down | 11/16 (68.75%) | 1/9 (11.1%) |
El colapso de Hurts: La presión de Burns y la intercepción
El juego se inclinó dramáticamente en el tercer cuarto por un error de Jalen Hurts que un jugador de su calibre no debería cometer, intentando responder a los Giants, Hurts lanzó un overthrow crucial a DeVonta Smith, que estaba libre para un touchdown fácil.
Fue un fallo de ejecución que le costó al equipo una posesión clave para los Eagles, siendo síntoma del mal momento de la franquicia.
La ofensiva de Philadelphia jamás encontró ritmo, en gran parte por el acoso constante de la defensa local, el outside linebacker Brian Burns fue implacable, finalizando la noche con dos capturas sobre Jalen Hurts.
La presión constante de la línea, incluyendo a Kayvon Thibodeaux y Dexter Lawrence II, sacó al MVP potencial de su zona de confort, haciendo imposible la noche.
El clavo final en el ataúd de Philadelphia llegó en el último cuarto con una jugada defensiva que quedará en la memoria de la rivalidad, el cornerback Cor’Dale Flott interceptó un pase de Jalen Hurts.
¿Una crisis en Philadelphia o el despertar de un Gigante?
La derrota por 17 puntos es más que una simple mancha en el récord; es una llamada de atención para Philadelphia, donde el fin de la racha de Hurts, con fallos de ejecución críticos y dos pérdidas de balón, sugiere que los Eagles están en una profunda crisis de confianza ofensiva.