Franco Colapinto acabó el Gran Premio de Singapur algo decepcionado. No por su rendimiento, sino porque no puede hacer más con el A525. Un monoplaza exprimido al máximo pero que no da ni para luchar con el penúltimo equipo de la parrilla. El piloto argentino llegó a ser duodécimo, pero se vio obligado a parar al final de la carrera por la grandísima degradación que sufrieron los neumáticos en el trazado urbano de Marina Bay.
“Sí, carrera muy larga, muy dura, sin ritmo, degradación masiva”, comenzaba diciendo Franco Colapinto. “He hecho lo mejor que he podido, todo lo que puedo, nada encaja y es muy frustrante, un día muy largo y frustrante. 50 vueltas con el medio y tras 10 vueltas, sentía que el neumático se estaba desintegrando y sí, es muy difícil de entender a veces, somos muy lentos y no entiendo la razón por la que podemos estar tan lejos de los otros”, añadió el piloto argentino después de la carrera de Singapur.
Y es que ahora sólo quedan seis carreras para el final del Mundial y a Colapinto se le acaban las oportunidades para sumar algún punto. De momento se mantiene con cero unidades en el casillero. Los rivales no aflojan y tampoco fallan. Tampoco hay apenas sorpresas ni incidentes de carrera que le permitan estar más arriba. En Singapur decimosexto, pero insuficiente para demostrarle a Alpine que es un piloto apto para la próxima temporada.
Colapinto muestra su felicidad en Alpine
Con su continuidad en el equipo aún sin definirse, Colapinto ha querido reconocer públicamente el trabajo y la entrega de todos los integrantes de la escudería, a pesar del complejo momento que atraviesan. Aunque el coche se mantiene como el más lento de la parrilla, nadie ha dejado de esforzarse ni de intentar mejorar cada fin de semana. Esa actitud, asegura, es lo que más valora del grupo. En el plano personal, sin embargo, admite que la situación resulta difícil de asimilar: siente frustración y cierta desilusión al saber que está rindiendo al máximo, pero que el A525 simplemente no tiene el rendimiento necesario para permitirle sumar puntos.
“Estoy cómodo en el equipo y lo más positivo es que estamos trabajando muy bien juntos y estoy impresionado con su fortaleza, la motivación y el esfuerzo que ponen cada fin de semana, aunque estemos sufriendo mucho con el ritmo y no podemos encontrar soluciones en este momento”, comentó el pilarense. “Todo lo que aprietan, la perseverancia cada fin de semana es muy impresionante y es con lo que me quedo, pero a un nivel personal, es muy frustrante y decepcionante”, zanjó el piloto argentino.
Una carrera nuevamente para olvidar
Franco Colapinto llegó a ocupar posiciones cercanas a la zona de puntos, llegando a situarse duodécimo tras una primera parte de carrera muy sólida. Muy buena y donde podía hasta soñar con sus primeros puntos como piloto de Alpine. Con el paso de las vueltas, sin embargo, el desgaste de los neumáticos medios se hizo insostenible y el argentino no tuvo más remedio que ingresar de nuevo a boxes en los compases finales. Esa segunda detención arruinó cualquier posibilidad de recompensa y lo dejó en el decimosexto lugar, sin reflejar el nivel que había mostrado durante el fin de semana.
El piloto completó una prueba exigente desde todos los puntos de vista: extensa, calurosa y con un ritmo que nunca terminó de aparecer. Luchó contra un coche inestable y con un nivel de degradación alto que le impidió mantener el rendimiento. El A525, una vez más, evidenció sus limitaciones y se confirmó como un monoplaza sin competitividad en ningún tipo de trazado.