La posición de pateador en la NFL ha pasado de ser un rol secundario a convertirse en una de las más exigentes de la liga, con el reloj en contra y miles de ojos encima, estos jugadores cargan con la presión de decidir campeonatos en un solo intento.
A lo largo de la historia, algunos nombres han trascendido gracias a su durabilidad, precisión quirúrgica y sangre fría en los segundos finales, y el debate sobre quién es el mejor de todos los tiempos no tiene una única respuesta, pues se trata de elegir entre la longevidad y el volumen frente a la eficiencia y el instinto “clutch”.
Longevidad en la NFL: el legado de los históricos
La longevidad en la NFL no se regala, es el reflejo de una disciplina férrea y una resistencia mental pocas veces vista, y en este apartado, Adam Vinatieri y Morten Andersen marcan la pauta.
Vinatieri, considerado por muchos el más grande, disputó 24 temporadas y se retiró como el máximo anotador de todos los tiempos con 2,673 puntos, sus 599 goles de campo lo mantienen en lo más alto del listado histórico.
Morten Andersen, apodado “el Gran Danés”, resistió 25 temporadas, con 382 partidos jugados y 2,544 puntos en total, antes de ser superado por Vinatieri.
A su lado aparece Jason Hanson, símbolo de lealtad en los Detroit Lions, donde jugó 21 años, el récord de permanencia más largo de un pateador con un mismo equipo.
Pero hay un detalle que no se puede ignorar, y es que Andersen terminó con un 79.7% de efectividad y Vinatieri con 83.8%. Hoy, en plena era de especialización, un pateador con menos de 80% difícilmente sobreviviría tanto tiempo en la liga.
Precisión y eficiencia: la era moderna del pateo
La evolución técnica y el entrenamiento especializado han elevado los estándares de precisión. Lo que antes era aceptable hoy sería insuficiente.
El ejemplo más claro es Justin Tucker, pues el pateador de los Baltimore Ravens registra un 89.1% de efectividad y firmó la patada más larga en la historia de la NFL: 66 yardas contra Detroit en 2021.
Harrison Butker, referente de los Kansas City Chiefs, lo sigue con un 88.4% y una especialidad, responder en los momentos grandes, incluso en Super Bowls.
Por contraste, leyendas como Vinatieri y Andersen quedan por debajo en el porcentaje, aunque no en influencia, y aunque nombres emergentes como Cameron Dicker lucen porcentajes superiores al 90%, su corta muestra aún no los coloca en la misma conversación.
El cambio de estilo de pateo también fue clave, con el paso de la técnica lineal al “soccer style” en los años 60 redefinió la posición.
El factor clutch: la frialdad bajo presión
Las estadísticas son frías, pero la historia la escriben los momentos, y en el caso de los pateadores, el factor “clutch” separa a los buenos de los legendarios.
Adam Vinatieri es la máxima referencia, sus goles de campo en la nevada de 2001 contra Oakland y el de 48 yardas en el Super Bowl XXXVI con los Patriots son recuerdos grabados en la memoria colectiva de la NFL.
Justin Tucker también ha demostrado nervios de acero, con su récord de 66 yardas no fue en un partido cualquiera, lo firmó con el reloj agotándose y la presión máxima.
Harrison Butker, con tres anillos de campeón, selló la patada más larga en la historia del Super Bowl (57 yardas en 2024) y mantiene un perfecto 11/11 en goles de campo durante los playoffs de 2023.
Robbie Gould, retirado como uno de los más confiables, nunca falló en postemporada, 29 goles de campo y 39 puntos extra sin errores.
Playoffs: donde se mide la grandeza
Si la temporada regular exige precisión, los playoffs ponen a prueba la capacidad de soportar la presión más intensa. Los números no mienten, pues hay pateadores que han sido referentes.
- Adam Vinatieri: 56/69 en goles de campo, 238 puntos, 81.2% de efectividad.
- Justin Tucker: 17/21, 81.0%, 83 puntos.
- Harrison Butker: 36/40, 90.0%, 175 puntos.